Soledad en el trabajo, cuando estar acompañado no evita sentirse solo

Rodearse de personas no es garantía de compañía, incluso en el contexto laboral, trabajar de manera remota puede justificar esa sensación de lejanía y desconexión, pero, ¿qué pasa cuándo para desempeñar el trabajo una persona se rodea de 5, 10 o 100 más y aun así siente soledad

FERIA DE SAN FRANCISCO

Estar solo duele, y es que además de producir “pesar y melancolía”, como dice la Real Academia Española (RAE), que la define como la “carencia voluntaria o involuntaria de compañía”, la soledad traspasa las emociones, toca los órganos, el cuerpo y lo enferma, afectando la vida profesional de quien la sufre y volviéndose mortal para quien no la atiende.

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A nivel mundial, el 22% de las personas se siente sola en el trabajo. La oficina está lejos de garantizar que se evite esta emoción, entre trabajadores presenciales ese porcentaje casi de duplica, indica el estudio Estado del lugar de trabajo global 2025, de Gallup. Aunque en Latinoamérica la proporción es menor, aún es el 17% de los trabajadores que reporta esta sensación. 

La soledad es una situación muy estresante que se puede definir como añoranza de estar en contacto con nosotros, en compañía de los otros. Tiene impacto en el organismo a varios niveles”, dice en entrevista con El Economista, el psiquiatra y socio creativo en Advisory Network for Wellbeing, Jorge Mérida.

El también experto en bienestar y salud mental en el trabajo explica que cuando una persona socializa con sus colegas se estimula y crea nuevas ideas y emociones a través de experiencias, pero cuando esto no ocurre, su cognición se deteriora y se convierte en un factor de riesgo de demencia que tiene repercusiones en su desempeño; en algunos casos puede ser mortal.

¿Por qué nos sentimos solos?

La psicóloga clínica, Viridiana Padilla, expone que la soledad en el trabajo se debe a factores como aislamiento social, “por ejemplo, los compañeros empiezan a generar grupitos cerrados, excluyen en las conversaciones o discusiones; hay ausencia de feedback, o falta de reconocimiento”.

La también directora y fundadora de la organización Púrpura One, comenta que cuando en un equipo no hay retroalimentación y reconocimiento, tampoco existe motivación, y eso genera una percepción de soledad, y estas circunstancias en suma tienen un impacto en la salud mental y física de los trabajadores, ya que se elevan sus niveles de cortisol y las defensas de su cuerpo disminuyen, y con ello se afecta su desempeño.

Señales de alerta 

El análisis Overcoming the physical, emotional signs of loneliness, realizado por personal médico del sistema de salud de Mayo Clinic, indica que la soledad suele ignorarse porque produce sintomatología de enfermedades comunes, pero a diferencia de estas, los síntomas se prolongan más de lo habitual:

  • Síntomas de resfriado o gripe
  • Dolores de cabeza
  • Dolores corporales
  • Insomnio
  • Hipersomnia 

Mérida y Padilla coinciden en que con la soledad vienen sentimientos de tristeza, incomodidad, aburrimiento, irritabilidad, problemas para dormir, estrés, tics nerviosos, inflamación, malestares de garganta y estomacales como gastritis y colitis, infecciones recurrentes, trastornos alimenticios, ansiedad y depresión, que a su vez tienen su propia sintomatología, en algunos casos grave, como las ideas suicidas.

Sobre ese punto, el psiquiatra dice que con la soledad se producen hormonas que interfieren con las funciones cerebrales, y en el caso del cortisol, las afectaciones no puedan repararse mientras esté presente, lo cual continua con el deterioro de la salud mental.

¡La soledad es mortal… literalmente! 

La soledad no es una causa de muerte directa, pero si desencadena problemas que derivan en decesos. Mérida apunta que “con la soledad la esperanza de vida es menor, pues es uno de los principales factores que afectan la salud”.

La soledad y otros aspectos de desconexión social “son factores de riesgo potenciales emergentes”, que aumentan en un 22% la mortalidad, según la investigación Social Isolation and Loneliness in Older Adults Opportunities for the Health Care System del Departamento de Salud de Estados Unidos.

Por otra parte, el estudio Our Epidemic of Loneliness and Isolation, del departamento de salud del Surgeon General estadounidense indica que la soledad aumenta el riesgo de muerte prematura en un 26%, debido a que la “falta de conexión social puede aumentar el riesgo de muerte prematura tanto como fumar hasta 15 cigarrillos al día”.

El problema no termina ahí, ya que el riesgo de muerte aumenta; hay 29% más probabilidad de cardiopatía y 32% de accidente cerebrovascular, además de otros padecimientos como: propensión a sufrir demencia, mayor susceptibilidad a adquirir virus y mayor riesgo de enfermedades respiratorias.

“Las personas que tienen soledad tienen mayor riesgo de tener enfermedades cardiovasculares, como infartos a miocardio, eventos vasculares cerebrales o hipertensión arterial; incluso se ha observado que la esperanza de vida de las personas que están en soledad es mucho menor a aquellas que tienen bajos niveles de soledad”, añade Mérida. 

La National Social Life, Health, and Aging Project (NSHAP), alerta en su investigación Relationship Between Loneliness, Psychiatric Disorders and Physical Health? A Review on the Psychological Aspects of Loneliness, que “la soledad puede provocar trastornos psiquiátricos y físicos como estrés crónico, el cual aumenta las posibilidades de causar aumento en la presión arterial y enfermedades como diabetes, trastornos autoinmunitarios como artritis reumatoide, lupus y enfermedades cardiovasculares como cardiopatía coronaria, aterosclerosis e hipertensión”. 

Combatir la soledad en el trabajo

Líderes y organizaciones sanitarias internacionales han hecho un llamado a la acción, pues el debilitamiento de las conexiones sociales se está convirtiendo en “un problema de salud pública”, dice el estudio Health Equity Through Analytics, Volume 2: Social connectedness as a driver of health, de Deloitte.

En ese punto, la NSHAP da 4 recomendaciones para combatir la soledad:

  1. Desarrollar habilidades sociales
  2. Proporcionar apoyo social 
  3. Crear oportunidades para la interacción social
  4. Reconocer la cognición social inadaptada

Por su parte, Viridiana Padilla recomienda normalizar el hablar de las emociones, especialmente en ambientes de trabajo, “¿cómo las siento, por qué las siento, cómo las expreso?”, así como poner atención a los síntomas, y si son continuos, buscar ayuda profesional.

En tanto Jorge Mérida concluye que las claves están en autoconocerse y autocontrolar la emoción, porque así se puede identificar; autocompadecerse para tratarse “con respeto y dignidad”; y a los equipos de trabajo capacitarse “en sabiduría y salud positiva” para generar ambientes de trabajo saludables.

Si tú o alguien que conoces experimenta síntomas de soledad, considera pedir ayuda, ya sea en tu centro de trabajo o con un especialista en salud mental.

OBRAS DE INFRAESTRUCTURA HIDALGO

Cortesía de El Economista



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