“Solíamos pensar que lo que hicieron los rusos en Chechenia era terrible, pero lo de Israel en Gaza no tiene precedentes en el siglo XXI”: Omer Bartov, historiador israelí experto en el Holocausto

Fuente de la imagen, Gentileza Omer Bartov

  • Autor, Alejandra Martins
  • Título del autor, BBC News Mundo

“Lo que ocurre en Gaza se ajusta a la definición de genocidio, el intento de destruir a un grupo como tal”, señaló Omer Bartov a BBC Mundo.

Bartov es profesor de estudios del Holocausto y de genocidio en Brown University en Estados Unidos. Es uno de los principales expertos en genocidio a nivel mundial, según apunta en su sitio el Museo del Memorial del Holocausto de Estados Unidos.

El historiador es ciudadano israelí y estadounidense, y en la década del 70 fue soldado del ejército israelí.

Inicialmente Bartov no calificó como genocidio las acciones militares de Israel en Gaza tras el ataque de Hamas del 7 de octubre de 2023. Actualmente no duda en hacerlo y asegura que hay un consenso en ese sentido entre expertos de genocidio.

Bartov explicó a BBC Mundo por qué cambió su postura y las razones por las que la acción israelí en Gaza “no tiene equivalente” en la historia reciente. También reflexionó sobre algo que describe como “perturbador”: la indiferencia de muchos israelíes al sufrimiento de los palestinos.

Y habló sobre la fundación privada creada por Israel para distribuir alimentos en Gaza, que en su opinión “está diseñada para aparentar que proporciona ayuda mientras agrava la crisis humanitaria”.

Israel lanzó una campaña militar en Gaza en respuesta al ataque transfronterizo de Hamás del 7 de octubre de 2023 que mató unas 1.200 personas y en el que otras 251 fueron tomadas como rehenes, según autoridades israelíes.

Desde entonces, los ataques israelíes mataron a al menos 54.470 personas, incluyendo más de 17.000 niños, e hirieron a más de 120.000 personas , según el Ministerio de Sanidad de Gaza.

A continuación, la conversación del Profesor Omer Bartov con BBC Mundo.

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En los primeros meses tras el ataque de Hamás usted no usó la palabra genocidio para referirse a las acciones de Israel en Gaza. ¿Cuándo y por qué cambió su posición?

Cambié de opinión y pasé a pensar que Gaza es innegablemente un caso de genocidio a principios de mayo de 2024.

En noviembre de 2023 escribí que había evidencia de crímenes de guerra, posiblemente crímenes de lesa humanidad.

No estaba seguro aún de que hubiera suficientes pruebas de genocidio. Pero había indicios de que podría llegar a eso, porque había declaraciones con contenido genocida.

En mayo de 2024, cuando las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) entraron en Rafah y desplazaron a cerca de un millón de personas a la zona de Al-Mawasi, un área sin infraestructura junto al mar, esto pareció indicar que se trataba de una operación con intenciones genocidas, intenciones que ya se habían expresado en octubre de 2023.

Yoav Gallant, exministro de Defensa de Israel, con soldados israelíse

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El patrón que condujo a la operación en Rafah en mayo pareció indicar que no se trataba simplemente de una operación para, como afirmaban las FDI, destruir a Hamás y liberar a los rehenes, sino de una operación con la intención de hacer inhabitable a toda Gaza.

Desde entonces, la situación, por supuesto, se ha deteriorado considerablemente.

Llevan meses bloqueando Gaza, con la esperanza de que la gente muera o se vaya o sea aceptada en otro lugar. Como dijo el primer ministro Benjamin Netanyayu (en declaraciones en mayo de 2025 a un comité del parlamento israelí filtradas a la prensa) “nuestro único problema es encontrar países que los acojan”.

Ésta es claramente una operación cuyo objetivo es expulsar a toda la población de la Franja de Gaza.

En un artículo que usted escribió para el diario británico The Guardian en 2024 afirmó que “la escala de lo que están perpetrando las FDI en Gaza no tiene precedente”. ¿Puede explicar esto?

La única comparación posible es con la Nakba, es decir, la expulsión de los palestinos en 1948. En aquel momento unos 750.000 palestinos fueron expulsados de las zonas que se convirtieron en el Estado de Israel. Y murieron muchos miles de personas. Pero las cifras no fueron tan altas como ahora.

Obviamente la población es mayor ahora, pero las cifras actuales son absolutamente extraordinarias.

La destrucción es a gran escala. El tonelaje de bombas lanzadas sobre Gaza es mayor que el de las bombas lanzadas sobre ciudades alemanas durante la Segunda Guerra Mundial.

Yo he oído a reservistas israelíes que regresaron de Gaza y dijeron que lo que vieron les recordó a imágenes de Hiroshima. Y son soldados que participaron en esto. La destrucción específica, intencionada y deliberada de escuelas, de hospitales, de mezquitas, de edificios públicos, de universidades es absolutamente extraordinaria.

Vista aérea de la destrucción en Jabalia, en el norte de Gaza

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Cuando se considera la cantidad de periodistas que mataron, de personal médico, cuando se leen informes de niños que recibieron disparos de francotiradores en la cabeza o en el pecho*, incluso esta mañana leía otro informe sobre esto, es difícil encontrar una equivalencia para esto que ha ocurrido en un espacio tan pequeño con una población de más de dos millones de personas.

Solíamos pensar que lo que hicieron los rusos en Chechenia y Grozni era terrible. Pero esto es a mayor escala. Es difícil compararlo con nada. Para el siglo XXI, ciertamente no hay precedentes.

En Siria mataron al 2% de la población, pero eso ocurrió en 13 años. En Gaza ocurrió en varios meses. Esa cifra del 2% se alcanzó ya en el verano de 2024.

*Testimonios de médicos publicados en medios como el New York Times o The Guardian contienen esas acusaciones. Las FDI afirmaron en declaraciones citadas por The Guardian que “rechazan completamente” las acusaciones de que sus francotiradores disparan deliberadamente contra civiles.

Niños y adultos palestinos marchan con sus posesiones tras ser desplazados de sus hogares en la Nakba en 1948

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¿En qué medida ve en el caso de Gaza los elementos clave de la definición contenida en la convención sobre genocidio de 1948?

Existe una definición de genocidio: actos cometidos con la intención de destruir, total o parcialmente, a un grupo específico, ya sea étnico o nacional, como tal.

En octubre, justo después del ataque y la masacre de Hamás del 7 de octubre, líderes políticos y militares israelíes hicieron declaraciones diciendo que eso era lo que querían hacer, querían destruir a Gaza. También dijeron que no había nadie en Gaza que no fuera responsable.

Así que la intención genocida fue expresada y ha sido repetidamente expresada. La pregunta es, ¿podemos ver un patrón de operaciones que muestre que esa intención se está implementando?

Ese patrón a estas alturas es absolutamente claro, porque podemos ver que lo que ha sucedido ha sido un intento concertado de hacer Gaza inhabitable para esa parte de la población palestina que vive ahí, de destruirla como grupo, destruyendo edificios, matando a un gran número de personas.

Estamos hablando de más de 53.000 personas muertas de las cuales la mitad son menores, y las cifras son probablemente mucho mayores que eso.

También vemos la destrucción de todo lo que permite a esa población, si sobrevive, reconstruirse como grupo, porque todo lo relacionado con su cultura, educación, salud y religión ha sido sistemáticamente destruido.

Lo que ocurre en Gaza se ajusta a la definición de genocidio de 1948, el intento de destruir a un grupo como tal.

Un niño herido en un ataque israelí en una camilla del hospital Al Awda

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Israel niega estar cometiendo genocidio en Gaza y dice que libra una guerra contra Hamás, a quien acusa de usar civiles como escudos humanos. ¿Qué responde usted a este argumento?

Un aspecto interesante es que todos usamos el término “guerra” porque no sabemos cómo llamar a lo que ocurre en Gaza de otra manera, pero en realidad no hay guerra. La guerra terminó, a más tardar, alrededor de junio de 2024. Desde entonces Hamás no ha librado nada parecido a una guerra contra las Fuerzas de Defensa de Israel.

Obviamente hay varios miles de hombres, en su mayoría jóvenes reclutados tras la muerte de muchos de los combatientes originales. De vez en cuando salen de un túnel y disparan algunos cohetes. Pero las FDI están usando tanques, artillería, aviones y barcos modernos para atacar Gaza. No están librando una guerra, sino una campaña de destrucción. Así que incluso llamarla guerra es totalmente inapropiado.

En cuanto a la afirmación de que Hamás usa a la población como escudos humanos, yo no soy partidario de Hamás, creo que Hamás fue una catástrofe para los palestinos y es una organización asesina. No hay forma de defender lo que hicieron el 7 de octubre. Pero luchan desde lo que era una de las zonas más urbanizadas y densamente pobladas del mundo. Si se lucha desde un lugar así esto se hace desde zonas con una gran concentración de civiles.

La ironía es que existe una gran cantidad de reportes en el sentido de que las Fuerzas de Defensa de Israel han estado utilizando a palestinos como escudos humanos en sus propias operaciones**, específicamente recogiendo a ancianos y jóvenes, vistiéndolos con uniformes de las FDI y enviándolos a túneles para volarlos por si acaso hay trampas explosivas. Esto ha sido ampliamente reportado.

**En las acusaciones más recientes, tanto Associated Press como el diario israelí Haaretz publicaron informes sobre el uso de palestinos como escudos humanos. El ejército israelí negó las acusaciones y dijo que sus reglas prohíben esa práctica.

El fotoperiodista palestino Abdullah al-Attar en una camilla, tras ser herido en un ataque israelí en abril de 2025

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En su artículo en el Guardian usted dice: “Como exsoldado de las FDI e historiador del genocidio, me sentí profundamente perturbado por mi reciente visita a Israel”. Y habla de la “total indiferencia de la mayoría de los israelíes ante lo que se hace en su nombre”.

Una encuesta reciente publicada en el diario israelí Haaretz afirma que el 82% de los israelíes está a favor de la expulsión de los palestinos de Gaza. ¿Podría explicar por qué habló de sentirse perturbado en su viaje a Israel?

Por un lado está lo que yo vi. Por otro la encuesta que usted menciona.

La mayoría de las personas con las que tengo contacto en Israel no son de derecha, no son colonos ni extremistas, sino personas que solían apoyar a la izquierda, liberales.

Esas personas quedaron tan conmocionadas y traumatizadas por lo ocurrido el 7 de octubre, sentían tanta inseguridad que simplemente no querían saber qué pasaba en Gaza. Si yo les mencionaba Gaza tendían a cambiar de tema. Estaban preocupados con su trauma. Y es cierto. Mucha gente, incluyéndome a mí, tiene familiares o amigos a los que mataron el 7 de octubre.

Eso fue en una visita en junio del 2024. Cuando volví a Israel en diciembre creo que más gente sabía lo que estaba pasando en Gaza; era imposible no saber, porque aunque los medios israelíes informan muy poco sobre la matanza en Gaza la información se filtra, incluso a través de publicaciones en redes sociales de los soldados israelíes.

Así que la gente sabía más qué estaba ocurriendo en Gaza, pero no les importaba más. En general, eran bastante indiferentes.

En cuanto a la encuesta, es devastadora. De hecho fue realizada por dos profesores israelíes que enseñan en Estados Unidos. Conozco a ambos y es una encuesta fiable que muestra que la gran mayoría de los israelíes querría ver a la población de Gaza transferida.

“Transferencia” es un término que se ha utilizado en Israel desde la década de 1930, desde antes de la creación del Estado, que significa “enviarlos fuera, no nos importa dónde estén”.

Así que un amplio 82% parece apoyar la transferencia, que constituye una limpieza étnica de la Franja de Gaza. Y creo que las cifras serían bastante altas si se les preguntara sobre Cisjordania, no solo sobre Gaza.

Soldado israelí en un tanque en Gaza

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Usted menciona Cisjordania. ¿Cómo ve la situación allí, donde según la ONU desde enero de este año más de 40 mil personas fueron desplazadas y se anunciaron hace poco 22 nuevos asentamientos?

Lo que está ocurriendo en Cisjordania es el desplazamiento forzado de personas.

Mucho de esto sucede ahora bajo la sombra de lo que ocurre en Gaza, ya que la mayor parte de la atención se centra en Gaza.

También hay mucha violencia por parte de colonos respaldados por el ejército; muchas de las unidades militares se reclutan entre los propios colonos, por lo que no son más que colonos uniformados.

Hay pogromos allí semanalmente. Así que esta es la otra cara de la moneda: vaciar Gaza y luego gradualmente tomar más y más territorio en Cisjordania.

En el caso de los genocidios en Ruanda o en Srebrenica, en la exYugoslavia, no hubo países occidentales que armaran y apoyaran abiertamente a una parte. ¿Es Gaza un caso excepcional?

Esto se puede ver desde dos perspectivas. Mucha gente en Israel diría: ¿por qué se presta tanta atención a lo que hace Israel? Miren lo que hacen todos esos otros países. Miren lo que sucede en Siria, China, Rusia, Sudán, etc. Ese es el punto de vista israelí.

Pero Sudán, Rusia y China no están recibiendo armas, suministros ni cobertura diplomática de Occidente, mientras que Israel sí.

El 80% de las armas que se suministran a Israel proviene de Estados Unidos, gran parte del resto proviene de Alemania, y esos países ofrecen una cobertura diplomática. El Consejo de Seguridad no puede aprobar ninguna resolución porque Estados Unidos la vetaría.

¿Por qué lo hacen? Es una muy buena pregunta. ¿Por qué Israel puede actuar con impunidad a pesar de depender en gran medida de los países occidentales, de Estados Unidos y de Europa? Europa es su principal socio comercial, no Estados Unidos.

Es una pregunta compleja. Creo que esto, por cierto, está cambiando. Creo que a la larga Israel pagará un precio muy alto por lo que ha hecho. Pero eso no va a ayudar mucho a los palestinos; las personas que murieron han muerto. Y eso es irreversible.

En el caso de Europa, creo que tiene que ver con que Israel ha hecho todo lo posible para recordar a los europeos el Holocausto y para asegurarse de que aún tengan un sentimiento de culpa persistente por el genocidio nazi contra los judíos.

Y creo que en Estados Unidos, la influencia de Israel es enorme, no solo a través de la comunidad judía, sino también de otros grupos dentro de Estados Unidos que apoyan firmemente a Israel.

He dicho recientemente que el crédito que Israel ha estado utilizando, el crédito del Holocausto, se está agotando. Que ya no podrá utilizarlo como excusa no solo para lo que está sucediendo en Gaza, sino también para la ocupación y opresión de millones de personas durante décadas.

Zakaria El-Mabhuh, un niño de 11 meses con desnutrición grave

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Usted dijo que Israel pagará un precio alto en el futuro. ¿Cree que habrá rendición de cuentas por lo que sucede en Gaza?

En primer lugar, la rendición de cuentas es clave, por supuesto. Porque si no hay rendición de cuentas, ¿por qué otros estados no sentirán que pueden hacer lo que quieran?

La gran tragedia aquí es que después de la Segunda Guerra Mundial, en gran parte debido a los crímenes nazis, se estableció todo un sistema de leyes internacionales para evitar que tales cosas volvieran a ocurrir.

Esta fue la supuesta lección del Holocausto. Ahora Israel está cometiendo crímenes masivos de genocidio en Gaza. Y alegar que el Holocausto es una especie de excusa para actuar de esa manera es en sí mismo terriblemente trágico.

¿Se exigirá responsabilidades a individuos? Espero que sí. Es muy difícil saberlo.

En mi opinión la principal rendición de cuentas tendrá lugar con lo que suceda a Israel mismo. Creo que va camino de perder a sus principales aliados en Europa Occidental. Está perdiendo el apoyo de la opinión pública sobre todo en Estados Unidos, Alemania, Francia, Gran Bretaña, etc.

Eso tendrá consecuencias a largo plazo para el país, a menos que un nuevo liderazgo israelí, y especialmente los líderes europeos y estadounidenses, decidan imponer una solución política, porque no hay una solución militar a lo que estamos viendo ahora mismo.

Quiero preguntarle específicamente por la polémica entidad privada creada por Israel con apoyo de EE.UU. para distribuir ayuda, la “Fundación Humanitaria de Gaza”. Autoridades locales informaron de la muerte de decenas de personas en ataques israelíes cerca de los puntos de distribución.

Como historiador del genocidio, ¿qué siente al ver las imágenes de personas esperando desesperadamente recibir algo de comida?

Mire, he pasado gran parte de mi vida leyendo y escribiendo sobre crímenes, así que he estado expuesto a muchas imágenes de este tipo a lo largo de mi vida. Y debo decir ante todo, personalmente, como ser humano, que me resulta muy difícil incluso ver estas imágenes debido a la absoluta falta de humanidad, la absoluta crueldad, incluso la reacción “alegre” de las tropas israelíes, de los medios de comunicación israelíes, y yo veo esos medios todos los días. Es una sociedad que no puedo reconocer.

No es el país en el que crecí. Es algo que ha ido a lugares que nadie podría haber imaginado.

Así que, desde una perspectiva humana e individual me resulta muy difícil procesar esas imágenes. Pero detrás de esto hay una política. La derecha israelí, que en realidad también representa a Netanyahu, intenta crear en mi opinión una situación en la que la población muera de frío, hambre, enfermedades o desesperación, o bien huya, o se produzca un desastre humanitario tal que algún otro país diga: “Vale, nos haremos cargo de ellos si lo permiten”.

Es absolutamente claro. Israel fue presionado, así que ha ideado una forma en que parezca que proporciona alimentos, pero nunca son suficientes.

Entregan alimentos en muy pocos lugares para crear precisamente el tipo de caos que surgirá cuando se dice a gente que está muriendo de hambre que a diez millas de distancia, si corren lo más rápido posible, pueden conseguir una caja. Se genera desesperación, miedo y violencia.

Este sistema está diseñado para aparentar que Israel proporciona ayuda y al mismo tiempo agravar el desastre humanitario que está ocurriendo en Gaza. Y esto se hace con la cooperación de Estados Unidos. Algo que también me duele ver.

Personas aglomeradas en un punto de entrega de alimentos

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NRC, el periódico holandés, entrevistó a siete expertos en genocidio de seis países y todos afirmaron que Israel comete acciones genocidas en Gaza.

¿Diría que existe un creciente consenso entre expertos en genocidio en ese sentido?

Diría que sí. Obviamente hay algunos casos aislados pero con el tiempo se creó un consenso, y creo que la mayoría de los investigadores sobre genocidio dirían que esto es genocidio.

Aunque se creó un consenso entre investigadores de genocidio, a los investigadores que han dedicado su carrera a escribir sobre el Holocausto, que después de todo fue un genocidio, les ha resultado muy difícil, con algunas excepciones incluyéndome a mí, decir abiertamente que Gaza es un genocidio.

Ahora mismo existe una división entre investigadores de genocidio comparativo, y los investigadores del Holocausto en institutos dedicados a conmemorar y documentar el Holocausto, que se niegan a condenar lo que Israel está haciendo.

Conozco a muchas de esas personas desde hace mucho tiempo y eso para mí es extremadamente perturbador.

Si creemos en el principio de “nunca más” después del Holocausto es el momento de decir en relación a Gaza, “paren lo que están haciendo ahora mismo”.

Omer Bartov

Fuente de la imagen, Gentileza Omer Bartov

Habiendo estudiado el genocidio y el Holocausto durante décadas, también como israelí y como exsoldado de las FDI, ¿cuál es su reflexión final sobre lo que está ocurriendo en Gaza?

El horror que estamos viendo ahora en Gaza es devastador, y al mismo tiempo predecible. Porque todo esto es, en última instancia, resultado de décadas y décadas de ocupación y opresión. Estamos hablando de un territorio, como dicen, desde el río hasta el mar, con el mismo número de judíos y palestinos. Siete millones de judíos, siete millones de palestinos.

Pero solo los judíos tienen el poder. Hay dos millones de palestinos que son ciudadanos israelíes pero de facto solo tienen derechos limitados. Hay tres millones de palestinos en Cisjordania que no tienen ningún derecho. Y hay dos millones de palestinos en Gaza que enfrentan un genocidio.

Y todo esto es resultado de la incapacidad del Estado de Israel para aceptar que debe encontrar una manera de convivir con los palestinos en esa tierra, de la manera que palestinos y judíos decidan que funciona para ellos. Ya sea un estado, dos estados, lo que sea.

Tiene que ver con la incapacidad de Israel de aceptar que es imposible continuar con este tipo de opresión y ocupación. Que solo generará más violencia y más desesperación. No solo para los palestinos, por supuesto, sino también para millones de israelíes que viven en un estado de miedo e inseguridad y cuya democracia desaparece día a día como resultado de esta prolongada ocupación.

También quiero mencionar que se ha intentado silenciar las críticas a las acciones de Israel calificándolas de antisemitas, y eso me parece muy inquietante porque lo que Israel está haciendo ahora mismo es el principal detonante del aumento del antisemitismo en todo el mundo.

Y la única manera de detener eso es cambiando esa política, no solo deteniendo la guerra en Gaza obviamente, sino resolviendo realmente esta terrible situación que gradualmente se ha convertido en lo que finalmente fue después del 7 de octubre.

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Cortesía de BBC Noticias



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