
Hoy se cumplen dos años del ataque terrorista perpetrado por Hamás en Israel.
Los dogmas, el fanatismo, pero sobre todo el odio, han impedido la proliferación de análisis que embonen con la realidad.
La polarización social ya es uno de los rasgos que delinean el destino del siglo XXI; las redes sociales iniciaron con un perfil lúdico, pero pronto mostraron su verdadero rostro: propagar odio y polarizar.
“Yo solo veo aquello en lo que creo”: una frase perturbadora de Éric Zemmour, pronunciada durante la campaña presidencial francesa en 2022, y que hoy subyace en la actuación de políticos vinculados con las consecuencias del ataque terrorista de Hamás.
Es condenable el asesinato de 1,200 israelíes y extranjeros, y el secuestro de 250 personas que se encontraban aquella madrugada del sábado 7 de octubre en territorio israelí.
También es condenable la respuesta desproporcionada del gobierno del primer ministro israelí Benjamin Netanyahu. Más de 65,000 asesinados y 1.5 millones de desplazados.
Las primeras horas después del ataque terrorista de Hamás despertaron una ola de solidaridad internacional con las víctimas y una condena frente a Hamás. Políticos de diferentes ideologías mostraban empatía con Israel, pero otros guardaban cierta complicidad con los terroristas a través del silencio.
La Franja de Gaza tiene la misma extensión territorial que la ciudad de Querétaro: 365 km².
Sin embargo, los efectos geopolíticos del genocidio (término legal confirmado por un grupo independiente de la ONU) tienen un alcance global.
- Netanyahu encontró en los presidentes Joe Biden y Donald Trump a sus mejores aliados y, en cierta manera, cómplices.
- El primer ministro israelí debilitó a Irán y a sus nodos en la región: Hezbolá en Líbano; El Asad en Siria; milicias chiíes en Irak y; los hutíes en Yemen.
- Los Acuerdos de Abraham, negociados por Jared Kushner con gobiernos sunitas durante el primer gobierno del presidente Trump, estuvieron a punto de derrotar diplomáticamente a Irán y de darle una victoria a Israel. Se atravesó el 7 de octubre y con el ataque terrorista, Arabia Saudita no se adhirió a los Acuerdos de Abraham.
- El plan de Trump, que es integrado por 20 puntos siendo el número 19 uno de los importantes: trabajar para la existencia de un Estado palestino, fue elaborado para que ni Hamás ni Netanyahu lo aceptaran.
- La presión internacional sobre Netanyahu, crece. El político israelí decidió quemar puentes con la ONU (derecho internacional) y un tribunal de justicia lo busca para que rinda cuentas.
- El repudio contra los autores del genocidio ha rebasado a los políticos. La sociedad global responde.
Cortesía de El Economista
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