Sonda espacial rusa: Última hora de su impacto contra la Tierra, hoy en directo

La historia de esta misión arranca el 31 de marzo de 1972, cuando esta sonda despegó casi en secreto como parte del programa Venera, la ambiciosa apuesta soviética por explorar Venus, el planeta más inhóspito del sistema solar. La nave debía seguir los pasos de su gemela, Venera 8, lanzada apenas cinco días antes, que logró transmitir datos desde la superficie venusiana pese a las brutales condiciones del planeta. Pero su destino fue otro. Un fallo en la etapa superior del cohete impidió que esta sonda saliera de la órbita terrestre. Desde entonces, la cápsula ha girado alrededor del planeta como un satélite fantasma. Incluso se le cambió el nombre para camuflar el fracaso de la misión. Según afirman los expertos, la mayoría de los restos de su vehículo portador se desintegraron en la década de 1980 pero la cápsula, construida como una especie de fortaleza esférica de titanio para resistir el paso por la abrasadora atmósfera de Venus, ha sobrevivido durante décadas aunque, poco a poco, ha ido descendiendo hasta acercarse al que ahora supone un umbral crítico en que la gravedad terrestre lo atraerá de vuelta a la Tierra.

Cortesía de El Periodico



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