La arqueología y el azar han formado un equipo imbatible a lo largo de la historia. Este excepcional hallazgo arqueológico que ha visto a la ciudad italiana de Padua, al noreste de Italia, así lo confirma. Todo comenzó con unas excavaciones preventivas realizadas en el área de via Campagnola, donde la Universidad de Padua proyectaba construir un nuevo complejo universitario. La intervención, que comenzó en octubre de 2023 y se extendió hasta abril de 2024, ha revelado la presencia de dos vastas áreas funerarias de épocas distintas, que abarcan desde el siglo VI a.C. hasta el siglo III d.C. El descubrimiento ha sido calificado por las autoridades como uno de los más notables realizados en época receinte en la región del Véneto.
Un proyecto universitario que abre las puertas al pasado
La intervención arqueológica fue promovida por la Universidad de Padua en colaboración con la Superintendencia de Arqueología, Bellas Artes y Paisaje para las provincias de Padua y Verona. Bajo la dirección científica de la arqueóloga Francesca Veronese. La empresa Petra Srl fue la responsable de ejecutar las excavaciones, con el seguimiento del equipo técnico universitario y en diálogo constante con los organismos de tutela.
El proyecto original contemplaba la construcción del nuevo Polo Universitario de Ciencias Sociales, una importante ampliación destinada a reforzar la oferta formativa de la universidad. Sin embargo, conforme avanzaban los trabajos de diagnóstico arqueológico, se hizo evidente que el subsuelo albergaba una estratigrafía compleja y rica en restos materiales de valor histórico.
Un cementerio véneto del siglo VI a.C.
La primera gran sorpresa para los arqueólogos fue el hallazgo de una amplia necrópolis protohistórica atribuida a la cultura véneta. Con una cronología que se remonta al siglo VI a.C., este cementerio se ha convertido en uno de los más antiguos localizados en el entorno urbano de Padua. Consta de unas 25 sepulturas, en su mayoría incineraciones acompañadas por ajuares funerarios. Destaca por su unicidad la inhumación de un caballo junto a un gran vaso de terracota.
Los objetos depositados junto a los restos cremados incluyen urnas cerámicas, copas, jarras, fusayolas y elementos metálicos como fíbulas, que permiten establecer vínculos con otros yacimientos vénetos conocidos, como los de Este o Montebelluna. La disposición de las tumbas, que aparecen alineadas de manera ordenada, sugiere la existencia de un sistema ritualizado de inhumación. El cementerio se asocia probablemente a una comunidad establecida en las inmediaciones.
Este hallazgo confirma que la zona de Campagnola ya estaba ocupada por poblaciones vénetas mucho antes de la romanización. Las excavaciones, por tanto, abren nuevas posibilidades para el estudio del desarrollo urbano de Patavium, el nombre latino de Padua.

Una necrópolis romana de más de 150 tumbas
A escasa distancia de la zona protohistórica, los arqueólogos identificaron una segunda área funeraria, esta vez perteneciente a época romana. La necrópolis romana incluye al menos 155 sepulturas, en su mayoría de incineración, aunque también se documentaron algunas inhumaciones.
La cronología de esta necrópolis se sitúa entre el siglo I y el siglo III d.C., en plena época imperial. Los materiales asociados permiten reconstruir prácticas funerarias, costumbres sociales y formas de religiosidad de los antiguos habitantes de Padua. En los ajuares se han encontrado lámparas de aceite, ungüentarios de vidrio, objetos de bronce y monedas.
En algunos casos, las urnas funerarias se depositaron en el interior de estructuras en forma de cista, delimitadas por losas de piedra. También se hallaron tumbas familiares y enterramientos agrupados que podrían corresponder a vínculos parentales o de vecindad. La variedad y riqueza de los hallazgos permiten plantear hipótesis sobre la jerarquía social de los difuntos, así como sobre la evolución del uso del espacio funerario a lo largo del tiempo.

El contexto urbano de Patavium y su evolución
El descubrimiento de estas dos necrópolis —véneta y romana, respectivamente— en un mismo emplazamiento ofrece una oportunidad única para estudiar la continuidad de ocupación del territorio desde la Edad del Hierro hasta la época imperial. Sabemos por fuentes clásicas que Padua fue una de las ciudades más antiguas del norte de Italia, fundada, según la tradición, por el héroe troyano Antenor, y que desempeñó un papel importante en la red urbana de la región durante la romanización.
La coexistencia de cementerios de diferentes épocas sugiere que la zona de vía Campagnola mantuvo un valor simbólico prolongado en el tiempo, ya fuera por su ubicación en relación con las vías de comunicación o por razones rituales aún por determinar. Además, la orientación y distribución de las tumbas romanas en relación con las infraestructuras antiguas apunta a la posible existencia de una vía consular secundaria o de un eje viario funerario, como era común en muchas ciudades del mundo romano, donde los cementerios se alineaban a lo largo de las carreteras que salían de las murallas.
Conservación y puesta en valor del yacimiento
Una vez terminada la fase de excavación y después de documentar los restos de las necrópolis, se ha procedido a su levantamiento y traslado para su estudio y conservación. La Universidad de Padua y la Superintendencia han manifestado su intención de dar continuidad a los trabajos de investigación y de estudiar formas de valorizar del hallazgo. Se prevé su eventual musealización e integración en el nuevo campus universitario. La voluntad de conservar la memoria histórica del lugar forma parte del compromiso institucional con el patrimonio arqueológico, tal como subrayó la rectora Daniela Mapelli durante la presentación pública del hallazgo.

Repercusiones científicas y académicas
Los resultados preliminares del estudio se divulgarán a través de publicaciones científicas y seminarios especializados. Se espera que los análisis antropológicos y arqueométricos arrojen información valiosa sobre la demografía, la dieta y las condiciones de salud de las poblaciones antiguas, así como sobre las redes comerciales y culturales en las que estaban insertas.
La participación de estudiantes e investigadores de diversas disciplinas en el proceso de excavación y catalogación ha representado una oportunidad formativa única. Así, el hallazgo contribuye a consolidar el papel de la Universidad de Padua como centro de excelencia en el ámbito de la investigación arqueológica, al reforzar el vínculo con el territorio y su historia.
Un legado de siglos a las puertas del campus
Pocas veces el subsuelo urbano ofrece testimonios tan elocuentes y bien conservados como los que han surgido en vía Campagnola. La presencia de una necrópolis véneta del siglo VI a.C. y una necrópolis romana del Alto imperio, separadas por siglos, pero unidas por el mismo terreno, ejemplifica el valor estratigráfico de las ciudades históricas, donde cada obra pública puede convertirse en una puerta al pasado. En el umbral del futuro campus universitario, donde se formarán generaciones venideras, la tierra ha devuelto un legado de vida y muerte, de rituales y recuerdos, que conecta directamente a los estudiantes con las raíces más profundas de su ciudad.
Referencias
Cortesía de Muy Interesante
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