Sospechan que un misil ruso pudo derribar el avión que se estrelló en Kazajistán

Fuentes azerbaiyanas citadas por medios internacionales, autoridades ucranianas y un funcionario estadounidense defendieron este jueves la pista de un disparo de misil ruso para explicar la caída en Kazajistán de un avión de línea de Azerbaiyán, dejando un saldo de 38 muertos y 29 heridos. Rusia advirtió sobre las “hipótesis” que circulan antes de que termine la investigación y pidió esperar. Las autoridades de Kazajistán, aliado cercano de Rusia, también denunciaron “especulaciones”.

Según fuentes oficiales kazajas, las cajas negras del avión, un Embraer 190 de fabricación brasileña, fueron localizadas en el lugar del siniestro y ya están en manos del Departamento de Investigación de Accidentes Aéreos del país, a cargo de las pesquisas. La investigación del caso quedó exclusivamente en manos de las autoridades locales.

El fiscal de transporte de la región de Magnystau, Abilaibek Ordabáev, explicó en una rueda de prensa que las labores de inspección fueron realizadas en una zona que abarca más de cuatro mil metros cuadrados alrededor del derribo, y ya están en la etapa final. El funcionario señaló a su vez que, en las mismas, no participan representantes externos.

Las especulaciones

Dos fuentes gubernamentales de Azerbaiyán apuntaron a que el avión, que sobrevolaba el mar Caspio a raíz de los desvíos, podría haber sido derribado por un sistema de defensa aérea ruso, dedicado a repeler un ataque de drones ucraniano en el Cáucaso Norte, reportado el miércoles. Esta versión, impulsada por los medios de Azerbaiyán, implica que la aeronave habría sido alcanzada por la metralla de un misil tierra-aire, al encontrarse en el espacio aéreo de Grozni. 

Según la agencia progubernamental azerí Caliber.Az, el misil utilizado contra el avión sería un Pantsir-S, de elaboración rusa. En las redes sociales circularon videos del exterior de la aeronave, cuyo fuselaje mostraba agujeros que los expertos señalaron como resultado de fuego de metralla. El diario estadounidense The New York Times, la cadena de televisión Euronews y la agencia de prensa oficial turca Anadolu, publicaron informaciones similares.

Los primeros indicios sobre el accidente apuntan hacia la responsabilidad de un sistema ruso de defensa antiaérea, afirmó el jueves un funcionario de Estados Unidos bajo condición de anonimato. El jefe del Centro de Lucha contra la Desinformación del Consejo de Seguridad Nacional y Defensa de Ucrania, Andri Kovalenko, escribió en Telegram que “la explosión de un misil de defensa aérea dañó el avión y desactivó sus sistemas”.

Las autoridades rusas, por su parte, instaron a no sacar conclusiones precipitadas antes de que la investigación concluya. El vocero del Kremlin, Dimitri Peskov, insistió en que era preciso “esperar al final de la investigación” antes de formular hipótesis sobre el caso. 

El avión debía aterrizar en la república rusa de Chechenia, donde en las últimas semanas se habían reportado ataques de drones ucranianos, un país en guerra con Rusia. Las autoridades rusas informaron el miércoles de ataques de drones en Osetia del Norte e Ingusetia, dos regiones vecinas de Chechenia, a cientos de kilómetros de la línea del frente ucraniano.

Expertos militares y de aviación ya habían señalado la teoría de un misil ruso, señalando principalmente los agujeros visibles en el fuselaje del avión. “Los rastros que se ven en el avión sugieren que es bastante probable” que fuera derribado por un misil, declaró a la agencia AFP Jean-Paul Troadec, exdirector de la agencia francesa de investigación de accidentes aéreos (BEA).

Lo que se sabe del accidente

El vuelo 8432 de Azerbaijan Airlines (AZAL) despegó de Bakú, capital de Azerbaiyán, con destino a Grozni, la capital de la república rusa de Chechenia en la noche del miércoles. Durante el trayecto, el avión experimentó un desvío de ruta debido a malas condiciones meteorológicas en Grozni, lo que lo llevó a intentar aterrizar en el aeropuerto de Majachkalá en Daguestán, y finalmente en Aktau, donde se estrelló a unos tres kilómetros del aeropuerto.

La aeronave transportaba a 67 personas, incluidos cinco miembros de la tripulación, de los cuales sólo 32 sobrevivieron. El ministerio de Asuntos Exteriores de Azerbaiyán confirmó que, entre los pasajeros, además de azerbaiyanos, viajaban ciudadanos rusos, kazajos y kirguises. El viceprimer ministro de Kazajistán, Kanat Bozumbayev, informó de la muerte de 38 personas, que aún no fueron identificadas debido al estado de los cuerpos, aunque sí confirmó que los dos pilotos del avión perdieron la vida.

Duelo nacional en Azerbaiyán

El presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, quien se encontraba en Rusia para asistir a una cumbre en San Petersburgo, volvió a Bakú tras conocerse la noticia del accidente. “Expreso mi más sentido pésame a las familias de los fallecidos en el accidente (…) Deseo a las víctimas una pronta recuperación”, manifestó el mandatario a su llegada. “Una gran tragedia se ha abatido sobre el pueblo de Azerbaiyán”, dijo Aliyev, quien decretó para este jueves 26 de diciembre día de luto nacional.

Aliyev dió la orden de poner en marcha una comisión para investigar lo ocurrido y envió una delegación a viajar al lugar del siniestro. “La información que se me ha facilitado, es que el avión desvió su rumbo debido al empeoramiento de las condiciones meteorológicas y comenzó a volar hacia el aeropuerto de Aktau, donde se produjo el accidente”, contó el presidente, quien aseguró que aún es “demasiado pronto” para sacar conclusiones ante las “diferentes versiones” de lo ocurrido.

El accidente generó una gran conmoción tanto en Azerbaiyán como en la comunidad internacional. El gobierno de Kazajistán, que expresó su plena disposición a colaborar para establecer los hechos, denunció las “especulaciones” sobre el accidente, sobre el que no hay ninguna hipótesis oficial.

El presidente del Senado kazajo, Maulen Ashimbayev, afirmó que, de momento, “no es posible determinar la causa” del accidente, y subrayó que los expertos serán quienes lleguen a la conclusión final. “Ni Kazajistán, ni Rusia, ni Azerbaiyán tienen interés en ocultar información”, afirmó Ashimbayev, según recogió la agencia oficial rusa TASS.

Cortesía de Página 12



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