Suben a 15 los muertos por la explosión de la pipa de gas en el puente de la Concordia de Iztapalapa

La Secretaría de Salud Pública de Ciudad de México ha actualizado este lunes la cifra de fallecidos que ocasionó la explosión de una pipa de gas en la alcaldía Iztapalapa, la pasada semana. La dependencia ha dado a conocer que los fallecidos por el accidente ahora suman 15. Todavía 39 personas permanecen hospitalizadas, mientras que 30 han sido dadas de alta.

El siniestro, uno de los más graves de la última década en la capital, ocurrió el pasado miércoles en el puente de La Concordia, cerca de los límites de Ciudad de México con Nezahualcóyotl, en el Estado de México, en la salida a Puebla. De acuerdo con el primer informe de la Fiscalía capitalina, dado a conocer este viernes, el accidente ocurrió cuando un “objeto sólido” golpeó el tanque de gas de la pipa, rompiendo la cubierta, lo que derivó en la fuga de gas y su posterior ignición.

Tras la última actualización de la mañana de este lunes, en la que el número de fallecidos incrementó en uno respecto a los 13 anunciados el sábado, la Secretaría de Salud ha dado a conocer que la muerte más reciente se trata de una persona que no fue identificada. Hasta el momento, la dependencia no ha logrado establecer contacto con algún familiar.

Asimismo, se ha dado a conocer que Azulet, la niña de dos años que fue salvada por su abuela, Alicia Matías, quien falleció entre la noche del viernes y la madrugada del sábado, ha sido trasladada al Hospital infantil Shriners, en Texas, Estados Unidos, para recibir una atención médica de “alta especialidad”. La menor abandonó el Hospital Siglo XXI acompañada de su madre gracias a un esfuerzo de la Fundación Michou y Mau.

Las fuertes imágenes, grabadas por transeúntes y conductores, de las llamas, que alcanzaron más de 30 metros, evidencian la magnitud del siniestro. A pesar de los avances en el peritaje, la polémica rodea lo ocurrido. Apenas un día después del incidente, vecinos y conductores criticaron el estado del pavimento en la zona donde se volcó el tráiler, lleno de baches y hoyos.

“Los baches llevaban meses sin atención. Tuvo que pasar una tragedia para que el arreglo llegara a la velocidad de la luz”, se quejó hace unos días un conductor que transita a diario por el lugar. La Fiscalía ha informado, sin embargo, de que las inspecciones de los servicios periciales en el lugar concluyeron que “no se encontró ningún bache, ni daños en el asfalto”.

Personas observan el lugar de la explosión.

Otra de las aristas sospechosas del siniestro apunta a las posibles irregularidades de la empresa que gestionaba la pipa, Transportadora Silza, que forma parte del Grupo Tomza. Primero, la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA) dijo el martes que el semirremolque no había ingresado ninguna solicitud para registrar pólizas de seguros de responsabilidad civil o por daño ambiente. La compañía respondió aclarando que sí contaba con pólizas de seguro vigentes. ASEA contestó más tarde que si esto era cierto, la compañía no había actualizado su información ante ellos.

Carlos Rius, académico de la Facultad de Química de la UNAM, advierte de que cuando se trata de material altamente inflamable hay que“extremar las precauciones”. De acuerdo con sus cálculos, los casi 50.000 litros de gas en estado líquido que transportaba el tráiler, se convirtieron en más de 700.000 litros de gas en estado gaseoso. “Pudo haber daños severos en al menos 500 metros a la redonda”, advirtió sobre el suceso el académico vía telefónica.

El accidente ha puesto sobre la mesa el debate acerca de la prudencia en el transporte de materiales peligrosos en horarios de alto tráfico vehicular y en zonas con alta densidad poblacional. Sobre este tema, la jefa de Gobierno capitalina, Clara Brugada, planteó que se elaborara un protocolo sobre qué tipo de mercancía pueden transitar por las calles de la ciudad y de qué manera.

Cortesía de El País



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