Las Fuerzas Conjuntas de Sudán, una alianza del Ejército y grupos armados, acusaron este martes al grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) de matar a “más de 2.000 civiles desarmados”, la mayoría mujeres y niños, entre este domingo y lunes durante la captura de Al Fasher, en el oeste del país.
La acusación fue respaldada por organismos internacionales y por imágenes satelitales del lugar, en las que pueden advertirse manchas de sangre en las calles.
El domingo, las FAR tomaron el control total de El Fasher, la última gran ciudad de Darfur que no estaba bajo su dominio. Durante la captura se produjeron “ejecuciones sumarias, ataques a civiles en las rutas de escape y redadas casa por casa”, así como varios casos de violencia sexual contra mujeres y niñas, denunció la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).
Desde entonces, al menos 33.000 personas huyeron de la ciudad, según informó la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). “Las cifras son preliminares y podrían variar debido a la persistente inseguridad”, aclaró el organismo.
En Sudán, la situación es crítica desde abril de 2023, cuando estalló una guerra por el poder entre el general Abdel Fatah al Burhan, jefe del ejército regular y líder de facto tras el golpe de Estado de 2021, y el general Mohamed Daglo, comandante de las FAR.
Cortesía de Página 12
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