“Nuestra ingenua favorita de Hollywood está lista para su gran momento”, titulaba la revista W en junio poniéndola en la tapa con una banda de concurso de belleza con la frase ‘la chica dorada’ y adentro disfrazada de caperucita roja con un vestido de Alexander McQueen. No fue la única portada que eligió a la voluptuosa y talentosa Sydney Sweeney para representar a la estrella más prometedora del verano boreal.
Quiso ser actriz y a los 13 hizo que sus padres se mudaran a Los Ángeles presentándoles un plan de cómo iba a triunfar en 5 años. Ellos terminaron divorciados, pero Sydney Sweeney consiguió su objetivo y ahora le pondrá el cuerpo a Barbarella, la icónica y erótica astronauta que cimentó la fama de Jane Fonda en 1968.
A sus 27, la actriz de Euphoria es clara referente de la generación Z y por eso es embajadora de muchas marcas que miden su influencia en términos de algoritmo. Desde la moda con Miu Miu, hasta un jabón que incorpora el agua de su baño y por supuesto los jeans American Eagle que la envolvieron en las últimas semanas en una guerra cultural de la que opinó hasta el presidente de los Estados Unidos, contento de que la actriz se haya registrado para votar como republicana.
“Si es republicana amo su publicidad, los jeans vuelan de las estanterías, vamos Sydney”, la alentó Donald Trump. Su vice aprovechó a criticar a los demócratas porque “espantan a los Jóvenes diciendo que quienes la encuentran atractiva son nazis”. Y un conductor de Fox acaba de pedir que se case con Barron, el hijo de Donald de 19 años, “dando comienzo a una dinastía de belleza y poder”.
En la publicidad, con gráficas en la calle y videos para las redes se la escucha hablar de cómo los padres les pasan los genes a sus hijos y que eso determina el color de cabello y de ojos y termina diciendo “mis jeans son azules”. En inglés las palabras genes y jeans se pronuncian igual.
En las redes (que suelen ponerla nerviosa) se inició una controversia luego de que alguien se quejara de que la referencia a los genes, tratándose de una rubia de ojos azules, representaba a la supremacía blanca.
Eso comenzó una guerra entre influyentes, por derecha y por izquierda, que llegó a la radio y la TV, con cantantes como Doja Cat y Lisso subiéndose al carro, en el caso de Lisso posando con jeans similares al aviso de AE y diciendo: “Mis jeans son negros”.
Dada la cantidad de marcas que representa le habían sugerido a Sidney que contrate un equipo que maneje su imagen mediática. Hasta ahora se resistió, quizás esta sobreexposición la haga cambiar de idea. Aunque todos coinciden en que esta polémica ha subido su cotización y también las acciones de la empresa American Eagle ¡en un 30 por ciento!.
En 2022, Sydney Sweeney fue nominada a dos premios Emmy como actriz de reparto en sus dos series de HBO, por su hipersexual y emocionalmente vulnerable Cassie en Euphoria y su cínica estudiante universitaria Olivia en la primera temporada de The White Lotus.
Luego vino su comedia romántica con Glen Powell, Con todos menos contigo, que recaudó 200 millones de dólares. Y en 2023, los Rolling Stones la eligieron como protagonista de Hungry, el primer corte de difusión de último disco Hackney Diamonds.
Ahora se conocerá una interpretación dramática que puede llevarla a ser nominada a su primer Oscar como la primera boxeadora estadounidense exitosa en los 90, Christy Martin, que sufriera violencia doméstica a cargo de su esposo. Para el papel tuvo que entrenar durante 4 meses mientras aumentaba 15 kilos, que debió bajar luego en 7 semanas.
Coleccionista de autos vintage, dueña de una mansión a 30 kilometros de Key West en Florida, filmando junto a Zendaya en Los Ángeles o poniéndose en los zapatos de Jane Fonda, Sidney Sweeney tiene cuerda para rato, más allá de una campaña de jeans.
Cortesía de Clarín
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