
Muy cerca de la Minerva, prácticamente a la vuelta de donde Helados Bing inició, sobre calle Morelos antes de calle Arcos, y desde hace 36 años, se encuentra este puesto de calle que, desde muy temprano, ofrece tacos de barbacoa y otras delicias muy a su estilo. Con tres cazuelas de barro sobre una plancha, donde tienen a la vista una hilera de tacos de diferentes carnes dorándose. Tienen arrachera, adobada, barbacoa, chicharrón, labio, chorizo y tripa, entre otros, así como consomé. Tomas una ficha y esperas paciente tu turno. Tienen algunas mesas de metal, con sus salsas, y sillas donde puedes acompañarte de un refresco para disfrutar tus tacos. Todo muy bien organizado. Miguel, hijo de Don Miguel, es quien está al frente de la preparación y confección de todas las delicias aquí, y demás familiares conforman el grupo de trabajo.
La calle es poco transitada, por lo que bien puedes dejar tu auto en doble fila y moverlo si se necesita. En compañía de mis hijos, y a petición de ellos de desayunar unos tacos que no conocieran, los llevé a Tacos Miguelito, y aquí te platico qué tal.
Inicié con un taco de labio ($25), de muy buen sabor, muy jugoso. Saca la pieza de la olla de barro, la parte y la pasa por la plancha para dejarle esos doraditos que tanto me gustan y disfruto. Tenían unos tropiezos de nervio que estaban de otro mundo de buenos y que le aportan ese sabor delicado y suave. Servido en tortilla con copia y de tamaño normal, que ahora es poco usual encontrarlos así.
Seguí de antojo con un buen taco de barbacoa ($25), que desde que llegué y me tocó mi turno pedí que lo fueran dorando en plancha para que quedara crujiente, y de esa manera disfrutar de los dos mundos: el tronido que alimenta el alma y el sabor jugoso de una buena barbacoa. Muy cumplidor. Lo pedí solamente dorado de un lado, muy dorado, y resultó una buena elección por la suavidad y la textura.
Seguí con un taco de tripa ($25). Aquí la tripa es semisuave, digamos, es decir, no es súper dorada ni blandita, sino media, con un poco de dente al morder y un poco de suavidad. Este se me hizo normal, no sobresaliente, digamos, solo cumplidor.
Por último, pedí uno de chingadera, o también llamado escombro ($25), que es lo que los puso en el mapa. Es el sobrante de cada picada de proteína que queda en la tabla y que van poniendo en una ollita y revolviendo con jitomate, cebolla y cilantro en una especie de guiso, que lleva cuerito, buche, chicharrón, maciza y chorizo, entre otras carnes. Estos son los que más sabor tienen: sorprende el primer bocado y otro sabor en el segundo, y así vas reconociendo las diferentes carnes.
Tacos Miguelito es lo que hace de México un lugar especial para disfrutar en calle y comprometerte a romper la dieta. Larga vida.
¡Sé feliz!
TOMA NOTA
Tacos Miguelito (puesto de calle)
- Comida 4.5
- Lugar 4
- Servicio 4
D: Av. José María Morelos 2367, Vallarta, Guadalajara, Jal.
H: Lunes a sábado de 7:30 am a 12:30 pm.
IG @tacos_miguelito.
Tel: 3318484623.
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Cortesía de El Informador
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