Taibo II bajo fuego: el debate por el machismo en el FCE


Una sola frase bastó para encender la polémica en Palacio Nacional. El 23 de octubre, durante la presentación de la colección “25 para el 25” ante la Presidenta Claudia Sheinbaum, el director del Fondo de Cultura Económica (FCE), Paco Ignacio Taibo II, afirmó que “un poemario escrito por una mujer horriblemente asqueroso de malo no merece que se lo mandemos a una sala comunitaria en mitad de Guanajuato”.

El comentario surgió en el marco del lanzamiento de la colección destinada a regalar 2.5 millones de libros en 14 países de América Latina, dirigida a jóvenes de entre 15 y 30 años. La selección incluye 27 títulos del Boom latinoamericano, con autores como Gabriel García Márquez, Mario Benedetti y Nona Fernández, pero apenas siete libros son de autoras. Fue justamente la baja representación femenina la que llevó a una reportera a cuestionar el criterio editorial, momento en que Taibo II pronunció la frase que desató la controversia.

Como respuesta ante dicha declaración, ayer, un grupo de autoras, poetas y artistas se reunió frente a la sede del FCE en la Ciudad de México para realizar un “mitin poético” de protesta. Bajo el nombre “Las Horribles”, las participantes leyeron un pronunciamiento de “condena pública al machismo y misoginia institucional”, en el que pidieron a Taibo “tener dignidad y dejar la dirección” del organismo.

“Deje de usar la infraestructura del Estado para promover su misoginia o será señalado como el misógino institucional que intenta silenciar a la mitad de la población”, advirtieron.

Durante la jornada, las manifestantes colocaron en las puertas de la editorial los nombres y retratos de más de 100 escritoras mexicanas y latinoamericanas, entre ellas Cristina Pacheco, Carmen Ollé, Lydia Cacho e Isabel Allende. También leyeron poemas “horribles”, como el enviado por Denise Dresser, inspirado en Rosario Castellanos: “Para soportar al macho ilustrado… tómese una dosis diaria de paciencia, dos de ironía y tres de resistencia feminista”.

El acto culminó con un pase de lista: “Las horribles, presentes”. Las activistas entregaron además un pliego petitorio dirigido a Taibo y a la Presidenta Sheinbaum, en el que exigieron una disculpa pública, su destitución, capacitaciones en materia de género y transparencia en los criterios editoriales del FCE.

La respuesta de Taibo

Ante la controversia, ayer el escritor publicó un video en YouTube en el que reconoció que su expresión fue “desafortunada”, pero defendió su trayectoria.

“El Fondo ha mantenido una actitud anti machista y no discriminatoria del valor y las posibilidades de las mujeres en México”, afirmó. Agregó que el 70% de los clubes de lectura están coordinados por mujeres, que la mayoría de las jefaturas de librerías son femeninas y que la colección de poesía incluye “más poetas mujeres que antes, elegidas por su calidad y no por su condición femenina”.

Taibo sostuvo que su frase fue malinterpretada: “Hubiera usado el genérico, ‘poesía de baja calidad’. Pero de eso a decir que soy machista hay una distancia enorme”. Consideró que las reacciones provinieron de “dos sectores: uno de mala fe, que busca descabezar al Fondo, y otro de buena fe, que cayó en la finta”.

Aun así, reconoció que “el machismo es una enfermedad social que hay que combatir” y se mostró abierto a críticas “para mejorar”.

Un espejo de las tensiones 

Cabe señalar que la controversia ha expuesto una fractura en el ecosistema cultural mexicano: la distancia entre las políticas públicas de fomento a la lectura y las demandas de equidad y representación.

Mientras Taibo reivindica su gestión como incluyente y transformadora, los colectivos feministas lo acusan de reproducir un modelo patriarcal que invisibiliza a las creadoras.

El debate también plantea una pregunta de fondo: ¿cómo equilibrar la calidad literaria y la diversidad de voces sin caer en exclusiones o cuotas simbólicas?

Agencias

La posición del gobierno

La Presidenta Claudia Sheinbaum descartó remover a Taibo de su cargo. “Es un gran compañero”, declaró en su conferencia matutina. Sin embargo, anunció que su administración lanzará una colección especial de escritoras mexicanas y latinoamericanas, en respuesta a la polémica.

Por su parte, más de 120 académicas, artistas y escritoras -entre ellas Gabriela Jáuregui, Julieta Venegas y Martha Riva Palacio- dirigieron una carta a la mandataria titulada “No llegamos todas en la cultura”, en la que condenaron las declaraciones del director del FCE y denunciaron la persistente exclusión de las mujeres en las políticas editoriales del Estado.

Las firmantes subrayaron que, de los 27 títulos de la colección “25 para el 25”, solo siete corresponden a autoras -tres de ellas ya fallecidas-, mientras que figuras masculinas del Boom Latinoamericano dominan el catálogo. “Durante décadas, se ha borrado la literatura hecha por mujeres y disidencias”, señala la misiva.

La defensa editorial

Taibo ha defendido la colección como un esfuerzo por recuperar obras fundamentales del Boom latinoamericano y acercarlas gratuitamente a jóvenes de entre 15 y 30 años en toda la región.

“El equilibrio de género fue difícil de lograr porque el Boom fue lo que fue: mayoritariamente masculino”, explicó. Aun así, sostuvo que se incluyeron autoras de gran calidad -como Nona Fernández- y que la selección fue “acertada”.

El proyecto, que será distribuido a partir del 17 de diciembre, busca que nuevas generaciones lean textos de García Márquez, Mario Benedetti o Sergio Ramírez. “Estamos regalando libros. Si no lo hacemos, esta generación no tendrá acceso a ellos”, insistió.

Entre la palabra y la responsabilidad

Tras difundir sus mensajes, cada una de las partes involucradas, a través de diversos canales, Taibo cerró con la frase: “Estamos dispuestos a oír críticas para mejorar”. Las escritoras, sin embargo, le respondieron con ironía durante la manifestación: “Háganos un favor, deje el espacio a quien entienda que la igualdad nos viene bien a todos”.

Mientras tanto, el FCE busca mantener su prestigio en medio del fuego cruzado de redes sociales y protestas en las calles. En el fondo del conflicto hay algo más que una frase polémica: se trata de la lucha por definir quién tiene derecho a narrar y representar la cultura en México, un debate que enfrenta visiones distintas sobre la equidad, la tradición literaria y el papel de las instituciones culturales.

CT

Cortesía de El Informador



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