Tapi apuesta por resolver el rezago en la cobranza

En México, cobrar sigue siendo un desafío operativo y estructural. Aunque el país ha avanzado en la digitalización de pagos, la mayoría de las empresas, en especial las financieras no bancarias, las aseguradoras y las instituciones educativas, enfrentan procesos de cobro lentos, costosos y fragmentados, de acuerdo con la tecnológica de pagos, Tapi.

A ello se suma que 85% de las transacciones menores a 500 pesos aún se realizan en efectivo, según cifras del INEGI.

Ante este panorama, Tapi busca atacar el problema mediante una infraestructura de cobros que integre lo digital y lo físico bajo una sola red. Su nueva plataforma, Tapipay, apunta a ofrecer a empresas de cualquier tamaño la posibilidad de automatizar sus procesos de cobranza, conectar distintos medios de pago y reducir costos operativos, según datos de la compañía.

El proyecto se apoya en la red que Tapi consolidó tras la compra de Arcus, una firma que formaba parte del portafolio de Mastercard y que contaba con conexiones con bancos y puntos de pago físicos en todo México. Con esa integración, Tapi amplió su alcance a más de 15 bancos y fintech, 50,000 puntos presenciales de cobro y una cobertura potencial de 70 millones de personas.

“Si ayudamos a las empresas a cobrar, los primeros beneficiados son las que otorgan crédito; y si ellas cobran mejor, hay más acceso al crédito para todos”, explica Tomás Mindlin, cofundador y director ejecutivo de Tapi.

El desarrollo de Tapipay busca simplificar una tarea que hasta ahora requería el uso de múltiples plataformas y herramientas. Las empresas pueden cargar sus referencias de pago, incluso desde una hoja de cálculo, y el sistema envía automáticamente recordatorios y ligas de pago por distintos medios de contacto.

“Muchas empresas pequeñas no tienen equipos de operaciones grandes para gestionar cientos de cobros”, señala Mindlin.

La red de Tapipay abarca tanto los canales digitales como los puntos físicos de recaudación, que incluyen sucursales bancarias, cadenas de conveniencia y farmacias, donde los usuarios pueden realizar pagos en efectivo.

Compra de Arcus

La adquisición de Arcus marcó un punto de inflexión para la empresa. Mindlin explica que, incluso antes de la adquisición, la empresa ya buscaba formas de ampliar el acceso a los cobros digitales mediante la red bancaria. Con la integración de Arcus, dijo, el proceso se aceleró, ya que la infraestructura existente se ajustó de manera inmediata al desarrollo de tapipay y permitió escalarlo con rapidez.

Esa combinación permitió a Tapi ofrecer a las empresas medianas y pequeñas un nivel de conectividad que antes solo estaba disponible para las grandes corporaciones.

“Las únicas que podían cobrar desde las aplicaciones bancarias eran las empresas más grandes. Las demás estaban fuera. Lo que hicimos fue democratizar ese acceso”, afirma.

Fundada en el 2022 por emprendedores argentinos, Tapi opera hoy en Argentina, México, Chile, Colombia y Perú. Su modelo busca funcionar como una infraestructura común que conecte bancos, fintech, comercios y usuarios, reduciendo la fricción en pagos de servicios, recargas o depósitos en efectivo.

Cortesía de El Economista



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