Hay festivales y luego está Burning Man. Cada año, en pleno desierto de Black Rock en Nevada, miles de personas levantan una ciudad que luego desaparece sin dejar rastro. No hay carteles de artistas ni zonas VIP, aquí la regla es simple: disfrutar.
Todo lo que debes saber del festival Burning Man
Más que un festival de música, Burning Man es una experiencia cultural, artística y espiritual que rompe con lo que conocemos de la vida cotidiana. Es un espacio donde te diviertes, bailas, te encuentras con diferentes tipos de arte y te vuelves parte de una comunidad.
(Pandora Pictures/Shutterstock / Pandora Pictures)
Hay esculturas gigantes que se prenden en fuego a la hora del sunset, te topas con instalaciones interactivas que parecen de película de ficción, puedes andar en bicicleta y el dress code no existe, desde trajes futuristas hasta algo que tu mismo inventes. Todo bajo el fuerte calor del día y un frío extremo de noche.
(Nikolay_Voronin/Shutterstock / Nikolay_Voronin)
Pero lo más interesante de Burning Man es su filosofía. Se forma por diez principios, entre ellos: no dejar rastro, regalar en lugar de vender y vivir en comunidad. Aquí no se paga con dinero, sino con trucos y experiencias compartidas. El “mercado” es de abrazos, conversaciones, random performances y hasta cafés preparados por extraños que se vuelven amigos.
(somsak nitimongkolchai/Shutterstock / somsak nitimongkolchai)
En esencia, Burning Man es un lugar de creatividad y convivencia que inspira a repensar cómo vivimos y cómo nos relacionamos. Es un recordatorio de que otra forma de vida (más libre, más consciente, más humana) sí es posible, aunque sea por unos días en medio del desierto.
Porque al final, el fuego no solo quema las esculturas, también enciende algo en quienes se atreven a vivirlo.
Cortesía de "quien.com"
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