Luego de los sismos de 1985 y 2017, autoridades de CDMX buscan integrar a la mochila de vida como un nuevo elemento en la cultura de prevención y protección civil de la población capitalina.
Se trata de una mochila común y corriente cuyo armado y colocación estratégica puede garantizar que en caso de emergencia los habitantes cuenten con un botiquín para urgencias médicas, artículos de primera necesidad y objetos que faciliten su búsqueda en caso de quedar atrapados.
La señora Alma, habitante de la colonia Atlampa, alcaldía Cuauhtémoc, cuenta que tanto en 1985 como en 2017 logró evacuar a tiempo su vivienda. Sin embargo, en ambas ocasiones salió con las manos vacías. Ahora, en cambio, ya cuenta con su mochila de vida.
¿Qué es y cómo se arma una mochila de vida?
Alma y su esposo, Antonio, forman parte de los miles de vecinos que participaron el programa “Mochilas de vida”, impulsado de manera conjunta por la Secretaría de Vivienda y por la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil de CDMX.

En el marco del 40 aniversario del sismo del 19 de septiembre de 1985, personal de ambas dependencias recorrió unidades habitacionales de diversas alcaldías de la capital para impartir pláticas de protección civil y repartir a la población mochilas de vida. Estas contienen un botiquín de primeros auxilios, artículos de higiene personal, un silbato y una linterna. También una memoria USB para almacenar documentos importantes y una tarjeta para escribir sus datos personales.
“La idea es que la gente pueda tomar su mochila en caso de un siniestro y que estén preparados para salir”, cuenta en entrevista con Chilngo la subsecretaria de Atención a Unidades Habitacionales de la Secretaría de Vivienda de CDMX, Guadalupe Chávez.
El botiquín de la mochila de vida contiene alcohol, agua oxigenada, algodón, guantes quirúrgicos y vendas para atender heridas en caso de ser necesario.

Por su parte, entre los artículos de primera necesidad se encuentra papel higiénico, un cepillo de dientes y una manta.

En cuanto al silbato y la linterna, se busca que, en caso de que haya personas atrapadas en escombros, alguien pueda escuchar el pitido o ver la luz para ayudar a que le localicen o ubicar a otras personas.
Respecto a la USB, la funcionaria agrega que “es importante que ahí tengan escaneados sus documentos importantes“.
La mochila también incluye una ‘tarjeta de vida’. En ella, las personas pueden escribir los números de sus contactos de emergencia, así como su tipo de sangre e indicar si tienen alguna enfermedad o si padecen alergia a algún medicamento. Se trata de datos vitales en caso de que se requiera atención médica.

De acuerdo con la subsecretaria, en la mochila de vida las personas también pueden incluir una muda de ropa, botellas de agua y alimentos.
“Lo veo muy bien, porque casi nadie se preocupa por tener algo así. Nosotros no teníamos algo así armado”, reconoce al respecto la señora Alma.
Hay mochilas de vida para infancias y para animales de compañía
Alma también cuenta que una de sus preocupaciones cada que suena la alerta sísmica es su perro, Jack.
“Mis hijos ya no viven conmigo, pero tengo a mi perro. Cuando suena la alerta él se espanta mucho y empieza a ladrar”, explica.

Durante las jornadas de activismo por el 40 aniversario del sismo del 19 de septiembre de 1985, Alma también recibió una mochila de vida para su animal de compañía.
Con el tamaño de una cangurera, estas contienen una manta, una pechera y un plato para que los animales puedan comer y beber. Sus tutores deben encargarse de agregar agua y alimento a la mochila.

“Los animales nos acompañan, son parte de nuestra familia y nos dan felicidad. Por eso es importante que también podamos rescatarlos y protegerlos”, comenta la subsecretaria de Vivienda, Guadalupe Chávez.

Además, durante sus visitas a unidades habitacionales para repartir 3,500 mochilas de vida en este mes de septiembre de 2025, las autoridades capitalinas también incluyen versiones para infancias:
“Es importante que los niños tengan una cangurera donde lleven también una USB, un silbato y una lámpara cuando van a la escuela”, recomienda Chávez.

Una en la casa y otra en el lugar de trabajo
Chávez explica que la mochila de vida debe colocarse en algunas de las entradas o salidas de las viviendas.
“Es importante tenerla a la mano para que cuando salgamos en caso de emergencia, podamos llevarla con nosotros”, recomienda.

Asimismo, ora recomendación es tener una mochila de vida en el lugar de trabajo:
“Muchas veces pensamos en nuestra vivienda, pero a veces estamos en nuestra oficina y también tenemos que estar preparados”, comenta.
“Cualquier mochila nos sirve. No debe ser una maleta. Tiene que ser pequeña para que podamos tomarla de manera rápida y cargarla sin que nos pese”, agrega.
Finalmente, de ser posible, la funcionaria invita a la ciudadanía a llevar consigo en todo momento una tarjeta de vida, una USB con sus datos, un silbato y una linterna. “Podemos llevarlos en cualquier bolsa, la que usemos en nuestro día a día”.

Recomendaciones de Protección Civil en caso de sismo
Durante las jornadas de activismo en conmemoración por el 40 aniversario de 1985, a las unidades habitacionales de CDMX también acude personal de Protección Civil para dar recomendaciones a la población sobre qué hacer en caso de sismo.
“Les enseñamos primeros auxilios, cómo hacer una evacuación, cómo hacer un correcto repliegue y qué hacer en caso de incendios”, comenta a Chilango el director general de Resiliencia en la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil, Norlan García.

El funcionario explica que al activarse la alerta sísmica, quienes se encuentren un primer o segundo piso deben proceder a realizar la evacuación del inmueble:
“Si están en un primero o un segundo piso, comúnmente sí les da el tiempo de evacuar. El tiempo de anticipación con el que avisa la alerta sísmica no es del todo fijo. Depende de las características del sismo, pero en promedio pueden ser 80 segundos”.
En cambio, para quienes se encuentren en un tercer piso o en un más alto, la recomendación es colocarse en los lugares seguros del inmueble.
“Los lugares de menor riesgo pueden ser los marcos de las puertas o donde se ubique una columna o una trabe. Generalmente también puede ser el baño. Son espacios donde se tiene la mayor densidad de muro por metro cuadrado. Esos pueden ser lugares seguros en caso de que suene la alerta y no puedan evacuar. El repliegue también es importante. Te debes alejar de cosas que puedan caer y que puedan dañarte al interior de tu vivienda”, detalla Norlan.
Finalmente, la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civll también imparte talleres de primeros auxilios.
“La intención es formar a una población con capacidades para la autoprotección, pero también para que en caso de emergencia, también cuenten con los conocimientos para ayudar a sus vecinos”, concluye García.
Cortesía de Chilango
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