Tenemos nuevos datos sobre el comportamiento ritual de los neandertales: hallan acumulaciones intencionales de cráneos animales en la cueva de Des-Cubierta (Madrid)

Durante décadas, las capacidades simbólicas del Homo neanderthalensis se ha situado en el centro del debate de la paleoantropología europea. Las pruebas más recientes obtenidas en la cueva Des-Cubierta, situada en el yacimiento madrileño de Pinilla del Valle, reconfiguran esa discusión al aportar evidencias geológicas y arqueológicas sólidas de las prácticas rituales neandertales. La acumulación intencional de cráneos de grandes mamíferos en esta gruta, especialmente de aquellos dotados de apéndices como cuernos o astas, constituye uno de los hallazgos más significativos del Paleolítico medio peninsular.

El contexto geológico de la cueva Des-Cubierta

La cueva Des-Cubierta forma parte del complejo arqueológico del Calvero de la Higuera. Se ubica en el valle alto del río Lozoya, al norte de la Comunidad de Madrid, dentro del sistema montañoso de la Sierra de Guadarrama. Esta formación kárstica, que se desarrolló en dolomías del Cretácico superior, conserva tres niveles de galerías horizontales. De estos, el más alto, a 1111 m s. n. m., corresponde a la cueva Des-Cubierta.

La evolución de la gruta se entiende a partir de las fases de sedimentación fluvial, el colapso estructural del techo y la formación de espeleotemas. Estos procesos han permitido reconstruir una cronología detallada de uso y transformación de este espacio subterráneo.

En este ambiente, un equipo de investigación liderado por David Manuel Martín-Perea, ha identificado hasta 12 unidades litoestratigráficas. Entre ellas, destaca la Unidad 3, que contiene los restos arqueológicos vinculados a los neandertales, entre ellos, herramientas del musteriense y una notable acumulación de cráneos animales. El depósito se formó durante un periodo frío correspondiente al Estadio Isotópico Marino (MIS) 4, hace unos 70 000 años, en un contexto de sucesivos colapsos del techo de la cueva que sellaron los materiales arqueológicos bajo gravas y bloques de dolomía.

Pinilla del Valle. Fuente: Google Earth/Wiley Online Library/Martín-Perea et al. 2025

Evidencias arqueológicas y simbólicas

La Unidad 3 ha revelado un conjunto único de artefactos y restos faunísticos que sugieren una ocupación neandertal recurrente y, sobre todo, una actividad simbólica prolongada en el tiempo. Entre los instrumentos líticos, se han identificado núcleos, lascas, martillos y yunques de piedra.

Lo más destacado del hallazgo, sin embargo, ha sido la acumulación de 35 cráneos de grandes mamíferos, seleccionados de forma sistemática por su tamaño y la presencia de apéndices cefálicos (es decir, cuernos o astas). Esta colección, compuesta, sobre todo, por bisontes (Bison priscus), uros (Bos primigenius), ciervos (Cervus elaphus) y rinocerontes esteparios (Stephanorhinus hemitoechus), no puede explicarse únicamente por motivos alimenticios.

Los análisis tafonómicos, anatómicos y taxonómicos indican una selección deliberada de los cráneos, en contraposición a otras partes esqueléticas ausentes o mal representadas. Además, muchos de estos restos aparecen en asociación directa con herramientas de percusión, lo que sugiere que se manipularon in situ. No obstante, la ausencia de huellas de consumo, despiece o fractura de huesos para la extracción de médula refuerza la idea de que la presencia de los restos no respondía a un comportamiento funcional, sino ritual.

Cueva Des-Cubierta
Excavación en el sector monumental. Fuente: Wiley Online Library/Martín-Perea et al. 2025

La acumulación de cráneos: un comportamiento simbólico

La organización espacial, el tipo de animales seleccionados y la disposición de los cráneos en Des-Cubierta permiten hablar de una conducta simbólica por parte de los neandertales. Todos los cráneos corresponden a animales grandes y con apéndices prominentes, un rasgo que parece indicar una preferencia estética o ritual vinculada a la representación del poder o la ferocidad.

Estos restos aparecieron en el sector Monumental de la cueva, justo en el punto donde el techo, al derrumbarse parcialmente, había generado un gran cono de derrubios. La disposición del sedimento en forma de abanico y la localización de los cráneos cerca del centro del depósito sugiere que el lugar se reutilizó durante varias generaciones, en distintos momentos dentro del mismo periodo frío (MIS 4). Por lo tanto, según los investigadores, la deposición de cráneos no respondería a un evento aislado, sino a una práctica repetida y sostenida en el tiempo. Esto implicaría una transmisión cultural intergeneracional.

Cráneos con cuernos
Recreación fantasiosa de cráneos animales. Fuente: Midjourney/Erica Couto

Detalles anatómicos y tafonómicos de los cráneos

Los cráneos recuperados en la Unidad 3 presentan una notable homogeneidad taxonómica y morfológica. Destacan aspectos como la selección por tamaño y la presencia de ornamentación craneal: la mayoría de los cráneos pertenecen a machos adultos, lo que sugiere una elección basada en criterios visuales o simbólicos.

Los investigadores también han verificado la ausencia de fragmentación intencional para consumo. No hay señales de procesamiento alimentario, como marcas de corte o fracturas de acceso al encéfalo. Los cráneos aprecieron asociaciados en el registro arqueológico con elementos líticos específicos. Así, muchos cráneos están situados junto a yunques o percutores, lo que podría indicar su colocación intencional en un contexto de actividad ceremonial.

Además, los restos óseos presentan un desgaste natural reducido. El buen estado de conservación y la mínima alteración postdepositacional indican que los cráneos se dispusieron y abandonaron en un entorno de relativa estabilidad: no fueron arrastrados ni alterados por el agua o los animales carroñeros. Este patrón de conservación refuerza la hipótesis de que se trata de una acumulación primaria, es decir, restos depositados deliberadamente por los propios neandertales en el lugar donde han sido hallados.

Cueva de Des-Cubierto
Restitución fotogramétrica de la cueva de Des-Cubierta. Fuente: Martín-Perea et al. 2025

Una entrada neandertal accesible

Una cuestión clave en la interpretación del contexto concierne el modo en que los neandertales accedían a la cueva. Si bien el cono de derrubios de la Unidad 3 se formó bajo un colapso del techo, resulta poco probable que esa apertura vertical de más de dos metros de altura pudiese haber funcionado como punto de acceso. En cambio, el estudio geológico ha identificado una posible entrada lateral en el sector sur de la cueva, generada por la erosión de una capa de margas cretácicas más blandas.

Esta entrada lateral habría podido transitarse de manera más fácil, lo que explicaría la repetida ocupación del espacio por parte de los neandertales. Las evidencias sedimentológicas indican que esta apertura existía ya en el estadio MIS 7, lo que coincide con la formación de espeleotemas en la zona sur, y seguiría activa durante el MIS 4, momento en que se depositaron los cráneos.

Ritual en una cueva
Receación fantasiosa de un ritual prehistórico. Fuente: midjourney/Erica Couto

Un acercamiento al comportamiento ritual de los neandertales

El estudio multidisciplinar de la cueva Des-Cubierta aporta una de las pruebas más convincentes hasta la fecha del comportamiento simbólico de los neandertales en la Europa occidental. Como ha podido verificar el equipo de investigación, la acumulación deliberada de grandes cráneos animales con apéndices no responde a necesidades de subsistencia, sino a una lógica simbólica o ritual. Los neandertales de Pinilla del Valle no solo cazaban y fabricaban herramientas, sino que también desarrollaron prácticas culturales complejas que pudieron implicar el cultivo de la memoria colectiva, la selección estética y las creencias sobre la muerte o el mundo animal.

Estos hallazgos invitan a reconsiderar las capacidades cognitivas y sociales de los neandertales. La cueva Des-Cubierta, gracias a su excelente preservación geológica y al riguroso trabajo estratigráfico, se convierte en un lugar clave para entender el universo simbólico de estos antiguos habitantes del Pleistoceno.

Referencias

  • Martín-Perea, D. M. et al. 2025. “Stratigraphy and geomorphology of Des‐Cubierta Cave (Pinilla del Valle, Madrid, Spain): Geological insights into a Neanderthal symbolic accumulation of large crania”. Journal of Quaternary Science, 1–19. DOI: https://doi.org/10.1002/jqs.3722

Cortesía de Muy Interesante



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