Santorini se ha vaciado. Más de 11.000 personas de las aproximadamente 17.000 que habitan la isla de forma permanente la abandonaron desde el domingo pasado por vía marítima y aérea. Tampoco hay turistas – en verano llegan más de tres millones – maravillados por las casas blancas encaladas y sus paisajes de postal. Más de 800 terremotos de una magnitud superior a 3 sacuden el triángulo que forman Amorgos, Íos y Santorini desde el 1 de febrero, en estado de emergencia hasta el 3 de marzo y con el miedo de que pueda suceder un gran terremoto.
La tierra sigue temblando en las islas griegas de Santorini y Ánafe, vestigios de una gigantesca caldera volcánica. Esta madrugada se han registrado nuevos temblores de hasta 4,5 de magnitud en la escala de Richter. El 5 de febrero se llegaron a registrar más de 1.200 temblores, pero al día siguiente se contabilizaron solo 90 sismos. Bajo la isla, confluyen las placas tectónicas euroasiática y africana, convirtiendo el lugar en un foco de actividad sísimica, generalmente de baja magnitud.
La protección civil griega decidió el sábado que las escuelas de Santorini, así como de las islas cercanas de Ios, Amorgos y Anafi, permanecerán cerradas hasta el 14 de febrero debido a la intensa actividad sísmica que sacude la zona desde hace días. Según el comité científico que se reunió el sábado se registraron más de 800 sismos de una magnitud superior a 3 desde el 1 de febrero entre Santorini y la isla vecina de Amorgos.
No relacionada con actividad volcánica
Los investigadores quisieron tranquilizar a la población, recordando en un comunicado que “la actividad sísmica actual no está relacionada con la actividad volcánica” y que “la actividad sísmica en la caldera permanece al mismo nivel bajo que en los días anteriores”. Hace unos 3.500 años, se desató en la isla una explosión volcánica mucho más devastadora que la de Pompeya.
El laboratorio de sismología de la universidad de Atenas también estimó el sábado que “los datos de los últimos días muestran que, aunque sigue habiendo una gran cantidad de sismos de magnitud 4, su frecuencia disminuye”.
Movimientos tectónicos inusuales
La secuencia de estos terremotos continúa siendo un misterio para los científicos, de acuerdo con el vulcanólogo David Pyle, en ‘Greek City Times’. A pesar de ser una isla volcánica activa, por el momento parece que estos terremotos están relacionados con movimientos tectónicos inusuales, que son impredecibles.
Los terremotos se desplazan dentro y fuera de Santorini, similares en magnitud aunque a veces aumentan en intensidad. Sin víctimas ni daños considerables hasta el momento, preocupa la posibilidad de que se desate un terremoto más fuerte que podría provocar deslizamientos de tierra o tsunamis locales.
Varios expertos explican que estos miles de pequeños terremotos han reavivado las preocupaciones sobre la seguridad de la turística isla griega, especialmente tras el auge de la construcción desde hace décadas en los acantilados volcánicos de Santorini.
El auge turístico, cuestionado
Algunos de los expertos cuestionan desde hace tiempo la sostenibilidad de convertir esta pequeña isla en uno de los destinos turísticos más populares de Europa.
“Querían desarrollar la isla y no prestaron atención a las cuestiones medioambientales y de seguridad”, afirmó Dimitris Papanikolaou, profesor de geología de la Universidad de Atenas y exdirector de la Organización de Planificación y Protección contra Terremotos de Grecia.
“No se debería haber construido nada en esta zona”, dijo Papanikolaou en relación con los hoteles de lujo con piscinas y jacuzzis que cuelgan de las laderas de Santorini, propensas a desprendimientos de tierra, donde el suelo volcánico es “blando e inestable”.
Cortesía de El Periodico
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