
Dwayne Johnson, mundialmente conocido como “La Roca”, sorprendió al mundo del cine con un giro inesperado en su carrera. Lejos de los grandes éxitos de taquilla y las comedias familiares que lo convirtieron en una estrella global, el actor presentó en el Festival de Venecia “The Smashing Machine”, el drama dirigido por Benny Safdie en el que se sumerge en la piel del luchador y artista marcial mixto, Mark Kerr. Su transformación no sólo dejó boquiabierto al público, sino que ya lo ha colocado en la conversación más codiciada de la industria: la de los futuros nominados al Oscar.
Un estreno con peso dramático
La proyección mundial tuvo lugar ayer en la competición oficial de Venecia, un escenario que en los últimos años se ha convertido en trampolín para actores que más tarde conquistaron la estatuilla dorada de la Academia. Brendan Fraser en “The Whale” y Adrien Brody con “The Brutalist” encontraron allí la plataforma ideal para relanzar sus carreras y llevarse la estatuilla. Para muchos críticos, Johnson podría seguir esa misma ruta gracias a una interpretación visceral y profundamente transformadora.
El propio director artístico del Festival de Cine de Venecia, Alberto Barbera, no dudó en calificar su trabajo como “absolutamente asombroso” y sugirió que tanto Johnson como su compañera de reparto Emily Blunt podrían estar entre los nominados el próximo año. Palabras que, viniendo de la máxima autoridad de Venecia, dispararon las expectativas.
En la rueda de prensa previa al estreno, Johnson habló con sinceridad sobre lo que lo llevó a aceptar un desafío tan distinto de lo que venía haciendo en Hollywood:
“Durante mucho tiempo he querido esto. Tenía una voz interior que me decía: ‘¿Y si puedes hacer más?’. He tenido la suerte de hacer películas divertidas y exitosas, pero sentía que aún no había tocado fondo en lo que podía ofrecer”.
Conocido por franquicias multimillonarias como “Fast & Furious” o “Jumanji”, el actor reconoció que la taquilla puede encasillar a los intérpretes: “Nuestro negocio es muy ruidoso y a veces te empuja a un rincón del que parece imposible salir”. Este papel, en cambio, lo obligó a despojarse del héroe indestructible y entrar en un terreno más frágil y humano.
El respaldo de Emily Blunt
Johnson no dudó en señalar que una parte esencial de este paso fue el apoyo de Emily Blunt, con quien había trabajado en “Jungle Cruise” y que en la cinta interpreta a Dawn Staples, la pareja de Kerr en los años más turbulentos de su vida.
“Cuando alguien que quieres y respetas te dice que puedes, lo crees”, confesó. Blunt, por su parte, destacó lo complejo de dar vida a una relación marcada por la intensidad emocional: “No queríamos mostrar un romance edulcorado, sino el espectro completo de lo que significa amar a alguien que vive en medio del caos”.
Para preparar su papel, la actriz pasó tiempo con la verdadera Dawn, quien le compartió recuerdos y heridas de una relación atravesada por la adicción y la violencia emocional. Blunt subrayó que lo más valioso fue poder mostrar a esas mujeres que, en la vida real, suelen quedar invisibles en las historias de luchadores.
Agencias
La visión de Safdie
El director Benny Safdie, conocido por codirigir junto a su hermano Uncut Gems y más recientemente por su aparición en “Oppenheimer”, explicó que lo que le atrajo fue el contraste del mundo de la lucha libre en aquella época: “Era una comunidad pequeña, todos se conocían, se apoyaban y a la vez competían con ferocidad. Esa tensión me parecía hermosa”.
Para él, el título “The Smashing Machine” funciona como metáfora de dominación y destrucción, pero también como reflejo de un hombre que se quebraba por dentro mientras el público lo veía como invencible. “Mark cambió nuestras vidas al compartir su historia. Fue un regalo inmenso”, declaró el cineasta.
La metamorfosis de Johnson
El cambio físico de Johnson en “The Smashing Machine” fue tan radical que resultó inquietante incluso para sus colegas.
El responsable fue el maestro de prótesis Kazu Hiro, célebre por su trabajo en la transformación de Gary Oldman en Winston Churchill y de Bradley Cooper en Leonard Bernstein. Gracias a su pericia, la corpulencia carismática de “La Roca” se convirtió en un retrato casi fantasmagórico de Kerr, marcado por el desgaste físico y las cicatrices de la adicción.
Blunt admitió que en ocasiones resultaba “espeluznante” ver cómo su compañero desaparecía bajo el personaje. Para Johnson, en cambio, fue liberador: “He tenido miedo de ir profundo y crudo hasta ahora. Esta película me dio la oportunidad”.
Un cierre de ciclo
Antes de ser una estrella de cine y empresario, Johnson fue luchador profesional en la WWE, donde conquistó ocho campeonatos mundiales. Su padre y su abuelo también fueron luchadores, lo que convierte a este proyecto en un círculo completo en su vida. Él mismo conoció a Kerr a finales de los noventa, cuando recién comenzaba su camino en el ring: “Era un héroe para nosotros. Admiro lo que representaba”.
La historia de “The Smashing Machine” abarca de 1997 a 2000, cuando Kerr brillaba como campeón de peso pesado en la UFC, pero también lidiaba con una dependencia destructiva de los analgésicos y opioides que lo llevó a dos sobredosis. El filme muestra tanto sus victorias en la jaula como la fragilidad de su intimidad con Dawn.
Johnson reconoció que en el guion encontró paralelismos con su propia vida: “Sé lo que es ver a una mujer sacrificar sus sueños por estar al lado de un hombre absorbido por la lucha. Eso me tocó profundamente”.
Estreno internacional
Tras su paso por los festivales, “The Smashing Machine” llegará a los cines de Estados Unidos y Canadá el 3 de octubre; para México aún no hay fecha. La expectativa es alta: el público verá a un Dwayne Johnson irreconocible, dispuesto a dejar atrás etiquetas para mostrarse vulnerable, intenso y humano.
“Ahora vivo mis sueños”, dijo emocionado al presentar la película. Si esos sueños incluyen levantar la codiciada estatuilla dorada, será la Academia quien lo decida. Pero en Venecia, al menos, Johnson ya consiguió algo que parecía imposible: convencer al mundo de que “La Roca” puede quebrarse… y brillar como nunca en el drama.
Venecia, trampolín al Oscar
El estreno del filme se dio en un contexto competitivo: títulos como “Frankenstein”, “Bugonia”, “The Voice of Hind Rajab”, “La Grazia” o “No Other Choice” buscan los premios y, principalmente el León de Oro, que se anunciarán el 6 de septiembre. Sin embargo, la conversación en los pasillos giraba en torno a la sorprendente reinvención de Johnson.
El festival italiano ha demostrado en la última década ser el lugar donde nacen las campañas rumbo a la temporada de premios en Hollywood. Y aunque aún falta el recorrido por Toronto y Nueva York, el impacto inicial en Venecia ha sido decisivo: la crítica especializada ya lo perfila como candidato fuerte para el Oscar a Mejor actor.
CT
Cortesía de El Informador
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