
En los últimos años, un número creciente de familias ha optado por dejar la capital del país en busca de una mejor calidad de vida en zonas residenciales del Estado de México. Uno de los factores que más influyen en esta decisión es el equilibrio entre tiempo de traslado y calidad del entorno.
En este panorama, las Casas en Lomas de Tecamachalco se han posicionado como una de las opciones más atractivas por su cercanía con CDMX, su entorno tranquilo y la oferta de servicios de primer nivel. A su vez, otras zonas como Jardines de San Mateo también se están consolidando como alternativas viables para quienes priorizan comodidad y espacios amplios sin alejarse del dinamismo urbano.
Vivir mejor, aunque implique moverse más
Mudarse al Estado de México solía verse como una solución exclusiva para quienes buscaban precios más accesibles que en la capital. Sin embargo, hoy la conversación ha evolucionado: la prioridad ya no es únicamente económica, sino relacionada con el bienestar integral. Muchas familias están dispuestas a aumentar su tiempo de traslado con tal de acceder a entornos más verdes, calles más tranquilas, casas con mayor superficie habitable y un entorno comunitario más sano.
Lomas de Tecamachalco es un claro ejemplo de cómo un trayecto de 30 a 40 minutos puede ser una inversión diaria si a cambio se obtiene mayor privacidad, seguridad, menos ruido y mejores condiciones de vida para los hijos. Esta zona, además, destaca por sus accesos estratégicos a vialidades como Paseo de la Reforma, Periférico o Avenida de las Fuentes, lo cual permite que el sacrificio en tiempos de transporte no sea tan significativo.
Espacios amplios, servicios cercanos y calidad de vida
Uno de los principales diferenciadores entre vivir en la capital o en colonias como Jardines de San Mateo es el espacio. Mientras que en CDMX es común que las familias convivan en departamentos de menos de 100 metros cuadrados, en zonas de Naucalpan pueden acceder a casas con jardín, cochera para dos autos, áreas de esparcimiento y terrazas, a un precio considerablemente más razonable.
Además, esta colonia ha ido desarrollando una infraestructura de servicios que permite resolver la vida diaria sin grandes desplazamientos: supermercados, escuelas privadas, áreas verdes, centros deportivos y de salud, todos a distancias caminables o con trayectos mínimos. La vida en estas zonas permite disfrutar de actividades cotidianas sin el desgaste constante del tráfico capitalino.
Es aquí donde las Casas en Jardines de San Mateo se han vuelto cada vez más demandadas. Muchas de ellas ofrecen no solo mayor espacio, sino acabados de calidad, arquitectura tradicional y una sensación de hogar que resulta difícil de replicar en otras zonas.
El factor emocional: crecer en un ambiente más humano
Para muchas familias jóvenes, el hecho de crecer en una casa con patio, rodeados de vecinos conocidos y con acceso a parques y ciclovías no es un lujo, sino un valor emocional. La vida en colonias como Lomas de Tecamachalco o Jardines de San Mateo permite recuperar ese sentido de comunidad que en muchas partes de la capital se ha perdido por la densidad habitacional y el ritmo acelerado.
Además, estas zonas ofrecen una mezcla de modernidad con tradición. Si bien cuentan con servicios digitales, vigilancia privada y opciones de educación bilingüe, también mantienen la esencia de vecindarios tranquilos donde los niños pueden salir a jugar con libertad y los adultos pueden convivir con los vecinos sin barreras sociales o verticales.
Este entorno, aunque implique algunas horas de trayecto al trabajo o a la universidad, es visto por muchas familias como una inversión emocional y social que vale la pena. Después de todo, el tiempo de traslado se compensa con una vida más saludable y equilibrada.
¿Y el precio? La balanza entre lo que se paga y lo que se obtiene
Otro aspecto que influye notablemente es la relación entre costo y beneficios. Aunque zonas como Lomas de Tecamachalco pueden tener precios elevados en comparación con otras zonas del Estado de México, la calidad del inmueble, el nivel de servicios y la plusvalía hacen que muchos compradores e inquilinos lo consideren una mejor inversión que un departamento más pequeño en la CDMX por el mismo precio.
Por su parte, Jardines de San Mateo ofrece precios más competitivos sin sacrificar el estilo residencial. Esta zona representa una gran oportunidad para quienes buscan adquirir su primera casa, mejorar su calidad de vida o incluso invertir en un bien que pueda ser rentable a largo plazo, ya sea por renta o por apreciación.
La percepción general entre quienes se han mudado es que se obtiene más por cada peso invertido: más metros cuadrados, más tranquilidad, más privacidad, más comunidad y más calidad de vida. Y todo, sin renunciar del todo a la cercanía con la ciudad.
Conectividad y servicios en crecimiento
Finalmente, uno de los factores que refuerzan esta migración al Estado de México es el desarrollo constante de infraestructura vial y de servicios. Nuevas rutas de transporte público, ampliación de avenidas y mejora en la seguridad están volviendo más accesibles zonas que hace apenas unos años parecían alejadas.
En el caso de Naucalpan, su cercanía con zonas como Interlomas, Lomas Verdes o Santa Fe lo vuelve un punto estratégico tanto para quienes trabajan en la capital como en otras zonas corporativas del poniente. Incluso, con el crecimiento del teletrabajo, vivir a 40 minutos del centro financiero ya no representa un problema insalvable, sino una decisión lógica.
Así, colonias como Lomas de Tecamachalco y Jardines de San Mateo siguen creciendo no solo en oferta de vivienda, sino también en servicios, conectividad y reputación como lugares ideales para quienes quieren vivir mejor, aunque implique moverse un poco más.
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Cortesía de El Contribuyente
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