Tis the Season, el B2B más navideño y especial de Ana Topete y Karla Cortina

Sus fundadoras son Karla Cortina, decoradora de interiores, y Ana Topete, una fan declarada de la temporada. Al unir sus mundos, crearon un espacio donde el árbol se convierte en el personaje principal de una historia, ofreciendo el servicio B2B (Business to Business) más memorable y emotivo de la temporada.

La chispa surgió cuando Karla fue contratada para montar el árbol de un restaurante y decidió invitar a Ana. Esa mezcla de ojo profesional y obsesión decembrina funcionó tan bien que armaron su primer árbol “formal”, marcando el inicio de un negocio que hoy atiende desde hogares y, crucialmente, grandes clientes corporativos como restaurantes, lobbies de hoteles y centros comerciales.

El negocio es estacional, pero no por eso improvisado. Ellas trabajan desde abril o mayo, cuando la mayoría aún ni piensa en Navidad.
(Jonathan Saldaña)

La magia de Tis the Season empieza con una entrevista al cliente para entender su esencia, que en el caso corporativo, significa capturar la identidad de la marca. Ellas insisten en que cada árbol tiene alma, identidad y nombre propio. Para ellas, no están decorando, están contando historias que nacen de recuerdos familiares o de momentos que el cliente quiere revivir. Esto se alinea con las tendencias: la American Christmas Tree Association ha reportado un aumento en la demanda de decoraciones temáticas y personalizadas porque las personas buscan ambientes emocionales, no simples adornos.

Karla Cortina y Ana Topete
Si algo define el impacto de su trabajo es la vibra que cambia en los lugares donde instalan sus árboles.
(Jonathan Saldaña)

Uno de sus mayores desafíos fue un árbol de más de ocho metros, pues no solo necesitaba decoración, sino también arquitectura, andamios y cálculos para ser un “cuento” sin colapsar. Este proyecto consolidó su estilo como una mezcla de diseñadoras, narradoras y curadoras de tendencias, una habilidad esencial para crear instalaciones impactantes en espacios comerciales.

Aunque el negocio es estacional, no es improvisado. Trabajan desde abril o mayo, viajando a ferias especializadas y comprando materiales con meses de anticipación, porque una buena historia nunca se improvisa. El impacto de su trabajo se ve en la vibra que cambia en los lugares, lo que se relaciona con estudios que confirman que la decoración navideña puede elevar el estado de ánimo, un valor intangible que ofrecen a sus clientes B2B.

Ana Topete
Al final, no están decorando, están contando historias. Historias que pueden venir de recuerdos familiares, colores que evocan la infancia o momentos que el cliente quiere revivir.
(Jonathan Saldaña)

El gran diferenciador y favorito de sus clientes es que todo funciona en renta. Rentan el árbol completo con su historia incluida, evitando que el cliente tenga que guardar cajas enormes o repetir el mismo estilo cada año. Karla y Ana se complementan a la perfección (una es más detallista, la otra más visual) y trabajan en equipo sin dividirse, las dos diseñan, montan y se suben a las escaleras.

Karla Cortina
Se complementan sin necesidad de dividirse como en una oficina corporativa. Las dos diseñan, las dos montan, las dos se suben a escaleras, y si hay dos árboles en puntos opuestos de la ciudad, cada quien se lanza al suyo.
(Jonathan Saldaña)

A futuro, planean abrir un showroom que les permita vender accesorios y tener una pequeña esquina navideña todo el año. Para ellas, Tis the Season es una mezcla de tradición convertida en profesión y saben que su negocio no va de esferas y luces, sino de momentos, memorias y emociones. Es la Navidad transformada en una historia, distinta para cada árbol y cada negocio.

Tis The Season
Ser socias no ha sido un obstáculo, al contrario, ha sido una manera bonita de compartir horas, risas, compras y caos.
(Jonathan Saldaña)

Cortesía de "quien.com"



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