
Tras la tormenta del fin de semana que provocó el desbordamiento del Arroyo de Osorio y dejó severos daños en el Parque Luis Quintanar, el Ayuntamiento de Tonalá aseguró que sí realizó labores preventivas antes del temporal.
Consultado sobre las acciones fuera del área recreativa, el municipio respondió por escrito que llevó a cabo trabajos de desazolve y retiro de basura, y que entregó el informe correspondiente a la Unidad Estatal de Protección Civil y Bomberos de Jalisco.
“Sí se hicieron trabajos de desazolve. Ambos operados en tiempo… y se entregó un informe a Protección Civil de Jalisco para su supervisión, como marca la norma. Fuimos el primer municipio del Área Metropolitana de Guadalajara en terminar su plan específico de lluvias”, aseguró la autoridad municipal.
Tonalá también informó que intervino el Arroyo Ciprés, que baja desde Loma Dorada y desemboca en el parque. Pero aclaró que la red de descarga de esa zona corresponde al SIAPA.
Sin embargo, el Ayuntamiento evitó pronunciarse sobre si las obras afuera y adentro del parque fueron suficientes para evitar el desastre. Por su parte, la Unidad Estatal de Protección Civil señaló que apoya con maquinaria para retirar escombros, sin detallar más.
La Comisión Estatal del Agua (CEA) reportó que ha colaborado con excavadoras y camiones de volteo para liberar el puente principal del parque y las compuertas de la Presa de Osorio, obstruidas por residuos sólidos.
Se solicitó entrevista al SIAPA sobre las obras realizadas en general, pero no hubo respuesta.
Durante la administración pasada se invirtieron 864 millones de pesos en la rehabilitación del parque. Aun así, el lugar quedó cubierto de lodo, el puente peatonal colapsó, los juegos, canchas y parte de la presa quedaron destruidos.
Para Fernando Rueda, del Consejo Consultivo del Agua en Jalisco, los trabajos de rehabilitación ignoraron una pieza clave: más espacios de almacenamiento hidráulico. “Se debió considerar almacenamientos, que ya no van a ser naturales, tienen que ser depósitos construidos de manera expresa que te permitan romper el flujo del agua, particularmente en los picos del escurrimiento”.
Recomendó un estudio hidrológico integral en la Cuenca de Osorio —donde nace el arroyo— para dimensionar correctamente la magnitud del riesgo y evitar futuras catástrofes.
CT
Cortesía de El Informador
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