En medio de los últimos ataques, Rusia y Ucrania pusieron fin hoy a la segunda ronda de negociaciones de paz en Estambul, tras poco más de una hora de conversaciones. Los representantes de ambas partes acordaron reunirse nuevamente en el futuro para continuar con las discusiones.
La ronda anterior, celebrada también en la ciudad turca el 16 de mayo, se prolongó durante tres horas y resultó en un intercambio de 1000 prisioneros de guerra por cada bando. El objetivo principal de la reunión de hoy fue el intercambio de memorando sobre el arreglo pacífico del conflicto y las condiciones para un alto el fuego.
El encuentro, que tuvo lugar en el Palacio Ciragan, un antiguo palacete otomano convertido en hotel de lujo, fue inaugurado por el jefe de la diplomacia turca, Hakan Fidan. “Creemos que aprovecharemos al máximo esta oportunidad”, afirmó Fidan, destacando que “todo el mundo está observando” las negociaciones. Además, subrayó que “la determinación del presidente Donald Trump en lograr la paz ha abierto una nueva ventana de oportunidad”.
Avances y acuerdos
La delegación rusa, liderada por el jefe negociador y asesor del Kremlin, Vladímir Medinski, recibió el memorando de arreglo del conflicto preparado por Kiev unas doce horas antes de la reanudación de las conversaciones directas.
Medinski confirmó a la cadena RT que la parte ucraniana entregó su visión del fin del conflicto en dos idiomas, ucraniano e inglés, aunque no comentó si la delegación rusa había trasladado ya su visión a los negociadores de Kiev.
Exigencias y propuestas
Según filtraciones a la prensa, Moscú exige que la OTAN se comprometa por escrito a no expandirse hacia las fronteras rusas, renunciando así a admitir a Ucrania, Georgia y Moldavia en su seno. Por su parte, Kiev aboga por un alto el fuego duradero y defiende su derecho a ingresar en la Unión Europea y la Alianza Atlántica.
El encuentro de hoy se produce en medio de continuos combates. El Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) destruyó este domingo más de cuarenta aviones de combate rusos con un ataque con drones contra la retaguardia enemiga, y se produjo el descarrilamiento de dos trenes en regiones fronterizas rusas.
Anoche, el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, y el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, conversaron por teléfono para abordar la situación en Ucrania.
Rubio expresó sus condolencias por las víctimas civiles causadas por la voladura de la infraestructura ferroviaria en las regiones rusas de Briansk y Kursk el 1 de junio. Lavrov, por su parte, señaló que las autoridades competentes están llevando a cabo una investigación exhaustiva y que los resultados se publicarán próximamente.
“Los responsables serán identificados y castigados”, prometió el ministro ruso.
“Operación telaraña”: Ucrania sorprendió a Rusia con un ataque a gran escala
Las autoridades rusas denunciaron hoy el primer ataque con drones contra una base militar en Siberia, a más de 6.000 kilómetros de la capital ucraniana. El ataque tuvo como objetivo una guarnición militar en la región de Irkutsk, informó en su canal de Telegram el gobernador regional, Ígor Kobzev.
“Es el primero en Siberia“, añadió el gobernador, quien no quiso precisar el número de aparatos no tripulados utilizados. Tampoco acusó directamente a Ucrania, aunque sí desveló que el ataque fue realizado desde una camioneta.
“La fuente desde la que fueron lanzados los drones ya ha sido bloqueada. Lo importante es no caer presa del pánico. No hay amenaza para la vida y salud de los civiles”, dijo. Kobzev, quien se desplazó al lugar de los hechos, aseguró que efectivos del Servicio Federal de Seguridad, del Ministerio para Situaciones de Emergencia y de la Guardia Nacional participan en la operación policial.
Hasta el momento los drones ucranianos únicamente habían golpeado objetivos en la Rusia europea y raramente más al norte de la capital rusa.
Cortesía de Ámbito
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