
Tras el voluminoso paquete de ayuda económica que Estados Unidos puso a disposición del Presidente Javier Milei con Estados Unidos, volvió a resurgir el interrogante respecto a cuál puede ser el costo de semejante gesto político. Uno de los puntos más calientes que busca Donald Trump es la obtención de las llamadas “tierras raras”.
La visita del Gobierno libertario que culminó con la nueva deuda que tomará Argentina tuvo como participante al ministro de Defensa, Luis Petri. Según informaron fuentes calificadas de esa cartera, uno de los temas que se charló en dicha reunión con Trump fue el de los minerales estratégicos conocidos como “tierras raras”.
Según fuentes calificadas que responden al ministerio, la minería en “tierras raras” es “un tema amplio dentro del cual hay un ángulo de defensa y estamos para escuchar cual es el interés de Estados Unidos”.
En este sentido, China tiene acceso a estas riquezas a través de sus explotaciones en distintos países africanos y en su propio territorio. Es necesario recordar que el propio Donald Trump, en diálogo con el ucraniano Vlodmir Zelensky, pidió acceso a estos recursos naturales a cambio de ayudarlo financieramente en su guerra con Rusia.
Las tierras raras usadas en defensa, como el itrio y el praseodimio, sirven para la fabricación de pantallas y motores de alta resistencia, respectivamente. Según información del Segemar (Servicio Geológico Minero Argentino), los minerales que posee Argentina son clave para industrias estratégicas.
Entre sus utilizaciones está el uso en imanes de alta potencia para turbinas eólicas y motores eléctricos, en catalizadores automotrices, en vidrio y cerámica de alta tecnología, y en aleaciones especiales para aplicaciones industriales y de investigación.
Aunque las tierras raras pesadas, necesarias para aplicaciones de última generación en defensa o energía, son escasas en Argentina, las concentraciones de elementos ligeros ofrecen oportunidades para abastecer sectores industriales locales y exportar concentrados minerales.
El principal desafío para el país es que, a pesar de contar con los recursos, todavía no dispone de plantas de separación y refinación a gran escala, por lo que la mayoría de las tierras raras se podrían comercializar inicialmente como concentrados
Argentina tiene yacimientos con alto potencial de estos y otros elementos como el lantano y cerio en provincias como Salta, Jujuy y San Luis, aunque la explotación es limitada por falta de infraestructura y estudios. Las zonas con mayor documentación son Rodeo de los Molles (San Luis) y el Distrito Rangel (Salta/Jujuy), que contienen latano y cerio respectivamente.
En Molles hay un depósito carbonatítico/veiniforme con minerales portadores de REE (britholita, bastnasita/xenotima asociada), además anomalías de torio/uranio. Se registran principalmente tierras raras ligeras (La, Ce, Nd, etc). En el Distrito Rangel hay complejos alcalinos/carbonatíticos con mineralizaciones de REE (predominan tierras raras ligeras – La, Ce, Nd; y itrio en partes). En estos casos, la explotación industrial no está en marcha, y la titularidad depende de concesiones provinciales vigentes, lo que hace que la propiedad real de las tierras raras sea fragmentada y sujeta a permisos de exploración y explotación.
Cortesía de El Economista
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