
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró ayer que su Gobierno contará “muy pronto” con “una mayoría” en la Junta de Gobernadores de la Reserva Federal (Fed), lo que, según él, permitirá una rebaja en los tipos de interés que ha promovido durante meses. Con esta declaración, el mandatario subraya su intención de influir directamente en una institución que, por ley, debe actuar con independencia.
“Tendremos una mayoría muy pronto. Y eso va a ser genial. Una vez que la tengamos, el sector inmobiliario va a repuntar porque la gente está pagando un tipo de interés demasiado alto”, afirmó Trump durante una reunión con su Gabinete. En el encuentro también abordó la situación del presidente de la Fed, Jerome Powell, y de la gobernadora Lisa Cook, a quien notificó por carta su despido.
Cook, acusada por Trump de fraude inmobiliario sin que medie investigación formal, anunció que no abandonará su puesto y que llevará la decisión presidencial ante los tribunales. Su abogado, Abbe Lowell, indicó que “el presidente Trump no tiene autoridad para destituirla” y calificó la acción como “ilegítima”, anunciando una demanda para impugnar el despido.
Trump evitó dar detalles sobre su posible reemplazo, pero mencionó que participarán en la decisión tanto el secretario de Comercio, Howard Lutnick, como el del Tesoro, Scott Bessent. Este último defendió la intromisión del Ejecutivo en la Fed, asegurando que la independencia de la institución “proviene de un acuerdo político con el pueblo estadounidense” y que Trump “está restaurando la confianza en el gobierno”, respaldado por un “mandato abrumador del pueblo estadounidense”.
El presidente volvió a criticar a Powell, apodado por él “tardón”, por mantener los tipos de interés entre 4,25% y 4,5%, argumentando que ello frena el crecimiento del sector inmobiliario. Trump señaló que “no es mala persona, pero tiene motivos” para no flexibilizar la política monetaria y aseguró que “vamos a solucionar esto muy rápido”, recordando que el mandato de Powell concluye en mayo de 2026.
El conflicto con Cook se agrava tras acusaciones recientes del director de la Agencia Federal de Financiamiento de la Vivienda, Bill Pulte, quien solicitó al Departamento de Justicia investigar a la economista por dos hipotecas a su nombre. Hasta el momento, no se ha abierto ninguna investigación oficial. Lowell calificó estas acusaciones como infundadas y anunció que defenderá a Cook en tribunales, argumentando que el intento de despido carece de fundamento fáctico y legal.
La situación evidencia la tensión entre la Casa Blanca y la Reserva Federal, mientras Trump busca influir en la política monetaria estadounidense para favorecer su agenda económica y fortalecer el sector inmobiliario, desafiando la independencia tradicional de la institución.
CT
Cortesía de El Informador
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