
Washington. El presidente Donald Trump dejó en el aire ayer 18 de junio, si Estados Unidos se sumará a los ataques israelíes contra Irán y afirmó que la república islámica contactó con Washington para negociar.
Trump dijo que su paciencia con Irán “ya se ha agotado”.
“Puede que lo haga, puede que no. Es decir, nadie sabe qué voy a hacer”, dijo a periodistas cuando le preguntaron si Estados Unidos bombardeará Irán.
Lo reiteró horas más tarde.
“Veremos qué sucede (…) Todos me lo han preguntado, pero no he tomado una decisión”, declaró el presidente estadounidense. Su situación es delicada ya que parte de su base se opone a que Estados Unidos participe en más guerras extranjeras y fue una de sus promesas de campaña.
Cuando un periodista le preguntó si el régimen iraní podía caer, Trump contestó: “Podría pasar cualquier cosa ¿verdad? Eso podría pasar”.
Después participó, por segunda vez en dos días, en una reunión en la sala de crisis, impermeable al espionaje, donde se toman las decisiones militares más delicadas.
Según el Wall Street Journal, Donald Trump informó a sus asesores el martes que ha aprobado planes para atacar a Irán, pero que los está retrasando para ver si Teherán da marcha atrás a su programa nuclear.
“Todas las opciones están sobre la mesa”, declaró a AFP un funcionario de la Casa Blanca al ser preguntado sobre el asunto.
Trump había dicho que Irán “quiere negociar” e incluso propuso enviar a funcionarios a la Casa Blanca. Pero es “muy tarde”.
Irán lo desmintió.
“Ningún funcionario iraní ha pedido jamás arrastrarse a las puertas de la Casa Blanca”, publicó la misión de Irán ante las Naciones Unidas en X.
Quien no logra cubrir su euforia es el primer ministro de Israel Benjamin Netanyahu. Anoche agradeció a Trump su “apoyo” a la “defensa del cielo israelí”.
“Quiero dar las gracias al presidente Trump, un gran amigo del Estado de Israel”, dijo Netanyahu. “Le agradezco que esté a nuestro lado y le agradezco el apoyo que Estados Unidos nos brinda en la defensa del cielo israelí”, apuntó.
Sin rendición
El líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Jamenei, advirtió ayer que su país “nunca se rendirá” ante Israel, hacia donde Teherán lanzó una nueva salva de misiles hipersónicos, en el sexto día de guerra entre los dos países.
“La nación iraní se opone firmemente a una guerra impuesta, como se opondrá firmemente a una paz impuesta. Esta nación nunca se rendirá a los dictados de nadie”, afirmó Jamenei en un discurso televisado.
También lanzó una advertencia a Estados Unidos: “Los norteamericanos deben saber que cualquier intervención militar por su parte implicará daños irreparables”.
Por su parte, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, alertó de las “enormes consecuencias” que supondría para Oriente Medio “cualquier intervención militar adicional” en el conflicto.
En Moscú, el presidente Vladimir Putin se ofreció como mediador en el conflicto y aseguró que es posible un acuerdo conveniente para ambas partes.
Trump, sin embargo, descartó una posible mediación de Putin y le recomendó ocuparse primero de poner fin al conflicto en Ucrania. “Vladimir, mediemos primero con Rusia, puedes ocuparte de esto más tarde”, dijo.
Cortesía de El Economista
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