El presidente estadounidense, Donald Trump, anunció este jueves el nombramiento de Mike Waltz como embajador de Estados Unidos ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), después de que los medios de comunicación locales informaran que el magnate republicano planeaba expulsar de su gobierno al hasta entonces asesor de Seguridad Nacional, tras el escándalo conocido como “Signalgate”, en el que Waltz compartió por error con un periodista planes de ataques aéreos contra los rebeldes huties en Yemen.
“Me complace anunciar que nominaré a Mike Waltz como el próximo Embajador de Estados Unidos ante las Naciones Unidas”, señaló Trump en una publicación en su red social, Truth Social. “Desde su experiencia en el campo de batalla, en el Congreso y como mi Asesor de Seguridad Nacional, Mike Waltz ha trabajado arduamente para priorizar los intereses de nuestra nación. Sé que hará lo mismo en su nuevo cargo”, expresó.
Trump había nominado anteriormente como embajadora ante la ONU a la legisladora republicana Elise Stefanik, pero dio un paso atrás a finales de marzo alegando la estrecha mayoría que los conservadores tienen en la Cámara Baja.
El mandatario también anunció Marco Rubio ocupará de forma interina el rol de asesor de Seguridad Nacional, mientras continúa con sus funciones en el Departamento de Estado. “Juntos, seguiremos luchando incansablemente para que Estados Unidos y el mundo vuelvan a ser seguros”, afirmó el republicano.
Tras la publicación del magnate, Waltz aseguró que recibió con gusto la noticia. “Me honra profundamente continuar mi servicio para el presidente Trump y nuestra gran nación”, mencionó Waltz en la red social X.
El “Signalgate”
El cambio de rol se produce después de que la prensa adelantara que Trump planeaba echar tanto a Waltz como a su adjunto, Alex Wong. El supuesto desencadenante fue el escándalo bautizado como “Signalgate”, pero según el diario Wall Street Journal (WSJ), tanto el presidente como otros funcionarios del Ejecutivo estaban descontentos con él ya antes de esa polémica. Altos cargos gubernamentales apuntan que a Waltz se lo había apartado ya de negociaciones clave, como la de la búsqueda de un acuerdo de paz entre Rusia y Ucrania, y aunque estaba previsto que el pasado martes acompañara a Trump en Míchigan en el acto para conmemorar los primeros 100 días de su segundo mandato, finalmente no acudió.
El “Signalgate” fue revelado por el editor jefe de la revista The Atlantic, Jeffrey Goldberg, a quien Waltz, incluyó por error a un chat grupal de la aplicación Signal en la que durante cuatro días varios miembros del gabinete hablaron sobre los preparativos de un ataque militar realizado en Yemen el 15 de marzo. Entre los 18 participantes de la conversación se encontraban el vicepresidente, JD Vance; el secretario de Estado, Marco Rubio; el secretario de Defensa, Pete Hegseth; y el director de la CIA, John Ratcliffe.
Mientras que en un principio Trump mininimó la situación, The Atlantic publicó un segundo artículo, en el que dio a conocer capturas de pantallas de mensajes exactos compartidos por Hegseth en los que detalla los horarios del ataque, momentos antes de producirse. “El tiempo es favorable. Acabo de confirmar con CENTCOM que vamos con el lanzamiento de la misión”, explicaba el secretario de Defensa sobre el Comando Central.
Con los tiempos de cada suceso, Hegseth indicó: “12:15: F-18s han sido lanzados” o “comienza la fase de ataque de los F-18”, “lanzado el ataque con drones”. En un momento, Hegseth detalló, a las 14:15: “Los drones están sobre el objetivo, este es el momento en que las primeras bombas van a caer, sin duda”. Poco después, Waltz envió información en tiempo real sobre las consecuencias de un ataque: “Edificio colapsado. Tuve múltiples identificaciones positivas. Trabajo increíble”. Según los rebeldes hutíes yemeníes, el hecho causó 53 muertos y 98 heridos.
“Asumo toda la responsabilidad”
Al conocerse los detalles de las conversaciones, Waltz se hizo cargo de los mensajes enviados en el chat. “Asumo toda la responsabilidad. Yo hice el grupo. Es vergonzoso. Vamos a llegar al fondo del asunto”, expresó en una entrevista con el canal de noticias Fox News. También indicó que solo conoce a Goldberg “por su horrible reputación” y afirmó que es “la mayor escoria de entre los periodistas”: “Lo conozco en el sentido de que sé que odia al presidente, pero no le envío mensajes. No estaba (agendado) en mi teléfono”, sostuvo.
Waltz negó además, en la red social X, que se compartieran en el chat de altos funcionarios ubicaciones, fuentes, métodos ni planes de guerra antes de que se produjera el ataque a los rebeldes hutíes de Yemen. También señaló que, en el momento de la conversación, los aliados extranjeros de Washington ya habían sido notificados de que los bombardeos eran inminentes y reivindicó que el presidente, Donald Trump, está protegiendo a Estados Unidos.
Trump, por su parte, restó en su momento importancia a la filtración de los planes de bombardeo y respaldó a Waltz frente a las acusaciones de incompetencia por parte de los demócratas. “Es la única falla en dos meses, y resultó no ser grave”, declaró a NBC News, remarcando que Waltz ha “aprendido la lección” y que el periodista Jeffrey Goldberg es un “completo depravado”.
Cortesía de Página 12
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