Trump, en parodia

Un poco de historia: en octubre de 2024, Donald Trump presentó una demanda contra la cadena de televisión CBS por 10,000 millones de dólares porque supuestamente manipularon imágenes y diálogos del programa “60 Minutos” para favorecer a Kamala Harris.

CBS pertenece a Paramout, compañía que estaba en negociaciones para hacer una fusión con Skydance media, operación con valor aproximado de 8,400 millones de dólares. A base de serenidad y paciencia Paramout negoció con el magnate quien bajó sus pretensiones económicas y subió las políticas al imponer a un analista del contenido de la programación para denunciar los sesgos ideológicos —eufemismo de censura—, a cambio la empresa televisiva sólo pagó 16 millones de dólares para la biblioteca de Trump. (Quien entre paréntesis no ha leído ni la biblia que durante su campaña vendió al módico precio de 59.99 dólares el ejemplar).

Otra petición que CBS/Paramount debe cumplir es abandonar los temas de diversidad, equidad e inclusión en sus espacios. Así como terminar con The Late-Night el programa conducido por Stephen Colbert, quien noche a noche critica y se burla del interno de la Casa Blanca. Colbert quien en la autorizada opinión del humorista involuntario Donald Trump, es aburrido, dejará su emisión en mayo próximo.

Una paradoja: Trey Parker y Matt Stone, apenas la semana pasada, firmaron un contrato de 1,500 millones de dólares por los derechos para streaming de su paródica y gustada serie South Park. ¿Con quién cree? ¡Con el Corporativo Paramout!

Durante sus 26 temporadas anteriores South Park no ha dejado títere con cabeza, se ha pitorreado de actores y actrices, de políticos, de instituciones, de cultos, de religiones y de ellos mismos. Por supuesto Trump no podía ser la excepción. Para mantenerse al día sus episodios los produce durante la misma semana de su transmisión; así sucedió en el programa del pasado 23 de julio, al inaugurar su temporada número 27, donde hace alusión a lo sucedido entre Trump y CBS.

Cartman (uno de los niños protagonistas) se queja que el presidente ha cancelado la Radio Pública Nacional. En la escuela el director ha cambiado su actitud ‘progre buena ondita’ por la del fundamentalismo cristiano. Invita a Jesucristo a dar una conferencia en la que dice que Trump es un gran hombre. Los padres de los escolares protestan y Jesús, en voz baja, les dice que él tampoco está de acuerdo con lo que dice pero teme le pase lo que a Colbert.

En contraste con los dibujos animados a Trump lo representan con fotografías, él está en la Casa Blanca. El primer ministro canadiense le reclama: ¿por qué le está imponiendo tarifas a Canadá? ¿Qué es usted un dictador del oriente medio? En un pasillo están pintado un cuadro donde se ve al presidente desnudo, su miembro es de pequeño tamaño. ¡Saquen a este tipo de aquí! Vocifera el del retrato. ¡Los voy a demandar a todos! Entra a su habitación y en su cama está Satanás, Trump se acuesta y se muestra cariñoso. Satán lo aborrece.

El capítulo termina con un video hecho con inteligencia artificial, en el que se ve a Trump gordo, caminando por el desierto. Se escucha una voz: ¿Quién camina por el desierto por ti? Mismo escenario corre sin saco: Voz: ¿Cuándo las cosas se ponen calientes quien nos libra de la tentación? Trump acalorado, en calzones y camisa que se va desgarrando. Voz: Donald Trump, sin importar que tan calientes se pongan las cosas el no teme pelear por América. Trump sudoroso, en calzones, a punto de desfallecer. Voz: Con convicción, disciplina y confianza en Dios. Donald va desnudo, muy cansado y sudoroso. Voz: Sobrevivió al desierto, Trump cae desnudo, su cara a la cámara en primer termino sus rodillas, en medio de éstas un diminuto pene se yergue y habla: “Soy Donald Trump y apruebo este mensaje”. Voz: Trump, su pene es pequeñísimo, pero su amor por nosotros es enorme.

Cortesía de El Economista



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