
El presidente Donald Trump exigió este lunes que los controladores aéreos regresaran al trabajo, mientras que los recortes de vuelos y las ausencias del personal de control de tráfico aéreo debido al cierre del Gobierno continúan causando estragos en el transporte aéreo.
Trump añadió que recompensará a quienes no se ausentaron del trabajo durante los 41 días del cierre del Gobierno federal, pero no está claro cuántos controladores podrían ser elegibles. Trump dijo que aceptaría la renuncia de quienes sí se ausentaron.
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“¡Todos los controladores aéreos deben regresar al trabajo, AHORA MISMO! Quien no lo haga sufrirá una importante reducción de sueldo”, escribió Trump en redes sociales. “¡PRESÉNTENSE A TRABAJAR INMEDIATAMENTE!”.
El cierre ha provocado escasez de controladores aéreos que, al igual que otros empleados federales, no han recibido sueldo durante semanas.
La semana pasada, el director de la Administración Federal de Aviación (FAA), Bryan Bedford, afirmó que entre el 20% y el 40% de los controladores no se presentaban a trabajar diariamente en los 30 aeropuertos más grandes de Estados Unidos desde que comenzó el cierre.
Los problemas de personal se agravaron durante el fin de semana y el sábado fue el peor día en cuanto a personal desde que comenzó el cierre del Gobierno, declaró el domingo el secretario de Transporte, Sean Duffy.
Las aerolíneas cancelaron el lunes más de 1,660 vuelos en Estados Unidos, y se prevé que la situación empeore esta semana después de que la FAA ordenara recortes de vuelos que aumentarán al 10% para el viernes.
FlightAware, un sitio web de seguimiento de vuelos, dijo que a las 13:30 GMT del lunes habían sido cancelados más de 1,666 vuelos y 3,300 habían sido retrasados. El domingo no partieron 2,950 vuelos y casi 10,800 sufrieron aplazamientos, en el peor día de interrupciones de vuelos desde que comenzó el cierre del Gobierno el 1 de octubre.
Una tormenta invernal en Chicago, en noviembre, también perturba el transporte aéreo.
La FAA anunció a última hora del domingo la suspensión del tráfico de aviación general en 12 aeropuertos con problemas de personal de control aéreo, entre ellos Chicago O´Hare y Reagan Washington National.
El Senado votó a última hora del domingo a favor de un proyecto de ley para poner fin a la paralización del Gobierno.
La FAA ordenó a las aerolíneas que redujeran el 4% de los vuelos diarios a partir del viernes en 40 de los principales aeropuertos por motivos de seguridad en el control del tráfico aéreo. Las reducciones de vuelos deberán alcanzar el 6% el martes y llegar al 10% el 14 de noviembre.
Una de las grandes preguntas que se hacen las compañías aéreas es cuándo levantará la FAA los recortes de vuelos exigidos por el gobierno. El secretario de Transporte, Sean Duffy, indicó que lo primero que quiere es que mejore la dotación de personal de control del tráfico aéreo y los datos sobre seguridad.
Cortesía de El Economista
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