Trump indultó a Giuliani y a 76 aliados que intentaron instalar el relato del fraude

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, concedió este domingo indultos “totales, completos e incondicionales” a 77 aliados políticos involucrados en los disturbios resultantes de los esfuerzos por revertir el resultado de las elecciones de 2020, que dieron la victoria al demócrata Joe Biden. La medida, que no tiene efectos inmediatos, busca blindar a exfuncionarios y asesores de eventuales cargos federales relacionados con aquellas maniobras.

La lista de beneficiados fue difundida por Ed Martin, el abogado “águila” del gobierno encargado de los indultos presidenciales, a través de la red social X. Entre los nombres más destacados en recibir un perdón figuran el exalcalde de Nueva York y exabogado personal de Trump, Rudy Giuliani; el exjefe de gabinete de la Casa Blanca, Mark Meadows; y los abogados Sidney Powell, John Eastman y Kenneth Chesebro, todos ellos protagonistas de las gestiones para desconocer la derrota electoral del republicano hace cinco años.

 “Esta proclamación pone fin a una grave injusticia nacional perpetrada contra el pueblo estadounidense tras las elecciones presidenciales de 2020 y continúa el proceso de reconciliación nacional”, señala el texto firmado por Trump y fechado el 7 de noviembre. La medida, sin embargo, no alcanza al propio mandatario, quien mantiene abiertas causas judiciales a nivel estatal por sus intentos de alterar los resultados de aquellos comicios.

Los indultos abarcan “toda conducta relacionada con el asesoramiento, la organización, la ejecución o la defensa de las listas de electores presidenciales” y con los “esfuerzos por exponer el fraude electoral” en 2020, según la orden oficial.

Un perdón simbólico

El comunicado difundido por la Casa Blanca califica los procesos judiciales contra estos dirigentes como “una persecución política” impulsada por la administración de Joe Biden y sostiene que los indultos buscan “restaurar la confianza en la democracia estadounidense” anulando los mismos. “Estos grandes estadounidenses fueron perseguidos por cuestionar una elección, que es el pilar de nuestra democracia”, señaló la vocera presidencial, Karoline Leavitt.

En la práctica, se trata de un perdón preventivo, ya que ninguno de los beneficiarios enfrenta actualmente procesos federales, el único ámbito sobre el que el presidente puede ejercer su poder de clemencia. Los cargos estatales, como los que enfrentan Giuliani, Meadows o Powell en Georgia y Arizona, no se ven afectados por esta decisión.

Giuliani, que durante décadas fue una figura central de la política neoyorquina, vio su carrera derrumbarse en los últimos años. En 2023 fue condenado a pagar 148 millones de dólares a dos trabajadoras electorales de Georgia por difundir falsedades sobre ellas, y perdió su licencia para ejercer la abogacía en Nueva York y Washington D.C. El exalcalde enfrenta además un juicio en Arizona por interferencia electoral.

Sidney Powell, una de las abogadas más visibles del equipo legal de Trump, se declaró culpable en 2023 de intentar revertir los resultados en Georgia, mientras que John Eastman y Kenneth Chesebro fueron señalados como los arquitectos de la trama de “electores falsos”, con la que se intentó reemplazar a los delegados legítimos del Colegio Electoral por representantes republicanos dispuestos a certificar una victoria inexistente.

El perdón también beneficia a varios dirigentes republicanos de estados clave como Georgia, Arizona y Nevada, que actuaron como “electores alternativos” en 2020 y enfrentan causas por falsificación de documentos oficiales. El texto los incluye bajo la misma justificación: “participación en esfuerzos por revelar vulnerabilidades en las elecciones presidenciales”.

El anuncio de los indultos fue acompañado por referencias al lema “Make America Great Again” (MAGA), que Martin reforzó en mayo al decir “ningún MAGA quedará atrás“, y por mensajes de agradecimiento de varios beneficiados. Ted Goodman, portavoz de Giuliani, afirmó que el exalcalde “nunca solicitó el perdón, pero está profundamente agradecido”. Otros, como Jeffrey Clark, exfuncionario del Departamento de Justicia que también figura en la lista de perdonados, aseguraron que la decisión de Trump “pone fin a una caza de brujas de cuatro años”.

La medida fue interpretada como una continuidad de la política de indultos masivos que Trump aplicó desde su regreso a la Casa Blanca tras las elecciones de 2024. En su primer día de mandato, el republicano perdonó a unos 1.600 condenados por delitos vinculados al asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021, cuando una multitud intentó impedir la certificación de la victoria de Biden.

Analistas políticos y juristas coinciden en que el gesto tiene un alcance más simbólico que jurídico, pero refuerza la estrategia de Trump de reescribir el relato sobre los comicios de 2020 y consolidar su control sobre el Partido Republicano. Cinco años después del ataque a los poderes en Washington, Trump vuelve a dar un paso para cerrar judicial y políticamente el ciclo abierto tras su derrota electoral, y lo hace del mismo modo en que comenzó su segundo mandato: a golpe de perdones.

Cortesía de Página 12



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