Trump intensifica su retórica represiva con la amenaza de una “guerra” en Chicago

El presidente Donald Trump volvió este sábado a amenazar con una intervención militar en Chicago, la tercera ciudad de Estados Unidos, a través de su “Departamento de Guerra”, y la oposición demócrata lo denunció como un “dictador en potencia”.

La medida busca replicar la operación ya realizada en la capital estadounidense, Washington, donde el gobierno federal envió tropas de la Guardia Nacional y aumentó el número de agentes federales para realizar detenciones con miras a deportación, pese a las protestas de las autoridades locales.

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“Chicago a punto de descubrir por qué se llama Departamento de GUERRA”, publicó Trump el sábado en su cuenta de Truth Social.

La publicación incluía una imagen de Trump aparentemente generada por inteligencia artificial y la cita: “Me encanta el olor de las deportaciones por la mañana“, referencia verbal a la película de 1979 “Apocalipsis ahora”.

El viernes, el mandatario republicano firmó una orden que cambia el nombre del Departamento de Defensa a Departamento de Guerra para, afirmó, enviar “un mensaje de victoria” al mundo.

El gobernador demócrata de Illinois, estado donde se encuentra Chicago, expresó su indignación por la publicación de Trump.

“El presidente de Estados Unidos amenaza con declarar la guerra a una ciudad estadounidense. Esto no es una broma. Esto no es normal”, escribió el gobernador J.B. Pritzker en una publicación en X.

“Illinois no se dejará intimidar por un aspirante a dictador”, añadió.

Los despliegues de tropas y agentes federales de Trump, que comenzaron en junio en Los Ángeles y continuaron Washington, han provocado impugnaciones legales y protestas, y sus críticos los han calificado de demostración de fuerza autoritaria.

El jefe de Estado republicano ha amenazado con operaciones similares en Baltimore y Nueva Orleans, ciudades también gobernadas por demócratas.

El sábado, una gran marcha de protesta recorrió el centro de Washington reclamando el fin de la “ocupación”.

Cortesía de El Economista



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