
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, visitó el jueves a la policía y tropas de la Guardia Nacional desplegadas en las calles de Washington, donde aseguró que permanecerán “por un tiempo” pese a la oposición de muchos residentes.
El mandatario republicano desplegó cientos de miembros de la Guardia Nacional la semana pasada para lo que él describe como una ofensiva contra la delincuencia en la capital, gobernada por los demócratas.
“Vamos a hacerla más segura y luego vamos a ir a otros lugares, pero vamos a quedarnos aquí por un tiempo. Queremos hacerlo absolutamente perfecto”, dijo Trump a las afueras de las instalaciones de la Policía de Parques de Estados Unidos, en el histórico vecindario de Anacostia.
Estaba rodeado de agentes de varias agencias locales y federales, así como de efectivos de la Guardia Nacional.
Más temprano, el dirigente de 79 años había sugerido que patrullaría con la policía y el ejército. Pero, en cambio, dio un breve discurso y repartió pizzas y hamburguesas.
“Todos se sienten seguros”, apuntó, al tiempo que adelantó sus planes de que la capital sea “arreglada físicamente”.
“Una de las cosas que vamos a estar rehaciendo es la de sus parques. Soy muy bueno con el pasto, porque tengo muchos campos de golf en todos lados. Sé más de pasto que cualquier ser humano”, dijo el magnate.
“¡Liberen a DC!”
Trump habló un día después de que su vicepresidente, JD Vance, fuera recibido con abucheos y gritos de “¡Liberen a DC!” —en referencia al Distrito de Columbia, el distrito federal que incluye Washington— durante su propio encuentro con las tropas desplegadas en la ciudad.
La Guardia Nacional de Washington movilizó 800 efectivos para la misión, mientras que los estados republicanos de Ohio, Luisiana, Misisipi, Carolina del Sur, Tennessee y Virginia Occidental enviarán otros 1,200 en total.
Además de sacar a las tropas a las calles de la capital, Trump ha buscado tomar el control total del departamento de policía de Washington, al intentar marginar a su dirección.
El despliegue militar se produce después de que el presidente enviara en junio a la Guardia Nacional y a la Infantería de Marina para sofocar disturbios en Los Ángeles, California, provocados por las redadas migratorias.
Algunos residentes en la capital han aplaudido la represión, destacando los niveles de delincuencia en sus barrios, pero otros se han quejado de que la demostración de fuerza es innecesaria o no se ha visto en aquellas zonas donde se concentra la violencia.
Vance, el secretario de Defensa Pete Hegseth, y el subjefe de Gabinete de la Casa Blanca Stephen Miller visitaron a las tropas en la Estación Union de Washington el miércoles.
Cuando Vance ingresó en un restaurante de comida rápida en la estación de tren se escucharon fuertes abucheos. “¡Libertad para DC! ¡Libertad para DC!”, gritaron manifestantes.
Vance desestimó esas críticas y calificó a los protagonistas de la protesta de “banda de manifestantes locos”.
Caída de la delincuencia
Varios incidentes relacionados con el despliegue militar se han vuelto virales, como la detención de un hombre que fue grabado lanzándole un sándwich a un agente después de una noche de fiesta.
Carteles al estilo Banksy en honor al llamado “hombre del sándwich” han aparecido por toda la ciudad.
Políticos republicanos afirman que Washington está plagada de delincuentes y personas sin hogar y tiene una mala gestión financiera.
Sin embargo, los datos de la policía de Washington muestran descensos significativos en los delitos violentos entre 2023 y 2024, tras un aumento repentino después de la pandemia, en 2020.
Cortesía de El Economista
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