Trump y Von der Leyen acuerdan aranceles del 15 por ciento para productos europeos

Estados Unidos y la Unión Europea alcanzaron este domingo un acuerdo arancelario que establece tarifas del 15 por ciento a productos europeos, así como compras de energía y equipamiento militar estadounidense, según anunció el presidente Donald Trump, que lo valoró como el “mejor acuerdo de la historia. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, defendió el pacto por aportar “certidumbre y estabilidad” a la economía, y destacó que se establecieron “aranceles cero” para determinados productos.

Tras una reunión de poco más de una hora en el complejo de golf de Trump en Turnberry, Escocia, Von der Leyen tampoco ahorró elogios y calificó el entendimiento como “el mayor acuerdo comercial de la historia”. El nuevo marco reemplaza la amenaza de Washington de imponer aranceles del 30 por ciento desde el 1 de agosto, fijando un tope del 15 por ciento para la mayoría de las exportaciones europeas, incluyendo automóviles, semiconductores y productos farmacéuticos, a pesar de que Trump había afirmado que estos últimos quedarían excluidos del acuerdo. 

Von der Leyen también anunció la eliminación mutua de aranceles en sectores estratégicos como el aeroespacial, determinados químicos y materias primas. Según explicó, la lista podría ampliarse en futuras rondas de negociación. Aunque no se publicaron todos los detalles del acuerdo, este aún debe ser aprobado por los demás Estados miembros de la UE.

Trump, por su parte, dijo que el resultado era beneficioso “para todos”, y aportó que, en paralelo a los aranceles, la UE se comprometió a comprar energía estadounidense por un valor de 750 mil millones de dólares, además de invertir otros 600 mil millones en equipamiento militar producido en su país. El mandatario republicano señaló que Europa aceptará aranceles cero para ciertas importaciones estadounidenses, aunque no ofreció precisiones.

La protección del mercado único europeo

La reunión entre Trump y Von der Leyen culminó con un anuncio que sorprendió a los periodistas, quienes habían sido advertidos sobre una probabilidad del “50 por ciento” de éxito previo al encuentro. “Hemos llegado a un acuerdo”, proclamó Trump, calificándolo como el mayor jamás alcanzado en materia comercial, y una muestra de “unidad y amistad” entre ambos bloques.

Von der Leyen, a su tiempo, coincidió en valorar el acuerdo de forma positiva, y señaló que las compras de energía a Estados Unidos ayudarán a sustituir los suministros de Rusia. “Sustituiremos el gas y el petróleo rusos por gas licuado y combustible nuclear estadounidense”, dijo la presidenta de la Comisión, quien resaltó que esto reforzará la seguridad energética europea, especialmente afectada por la guerra en Ucrania.

Según Von der Leyen, el acuerdo ofrece “certidumbre y estabilidad” al sector empresarial desde ambas posiciones, tras meses de crecientes tensiones comerciales. La diplomática alemana agradeció a Trump su “compromiso y liderazgo” y reconoció que, aunque es un “negociador duro”, sabe “cerrar acuerdos”.  A su vez el republicano enfatizó la importancia de haber logrado un entendimiento “satisfactorio para ambas partes”.

Von der Leyen enfatizó que el acuerdo busca proteger al mercado único europeo, con 450 millones de consumidores, en un contexto global volátil. Si las negociaciones con Washington hubieran fracasado, Bruselas estaba preparada para aplicar represalias comerciales. Países como Francia incluso propusieron restringir el acceso estadounidense a licitaciones públicas europeas o bloquear inversiones estratégicas. Estas medidas podrían haber escalado en una crisis comercial sin precedentes entre ambos bloques.

Con un volumen de comercio bilateral de 1,7 billones de dólares, 800 millones de consumidores y el 44 por ciento del PBI mundial, Von der Leyen subrayó que el pacto involucra a “las dos mayores economías del mundo”. “Creo que ambos queríamos llegar a un acuerdo. Esta negociación empezó hace meses, así que sabíamos en qué nos metíamos”, afirmó Trump, tras darse un apretón de manos con la representante de los Veintisiete.

Trump, que construyó su imperio en el sector inmobiliario y es autor del libro “El arte del trato”, aseguró estar negociando desde una posición de fuerza, a pesar de una creciente falta de confianza en su estrategia comercial. Una reciente encuesta de Gallup muestra que la confianza en su gestión cayó al 37 por ciento, 10 puntos menos que en enero. 

Antes de iniciar las conversaciones, Von der Leyen había elogiado al magnate neoyorquino como “un formidable negociador” y reivindicado la necesidad de “reequilibrar” las relaciones transatlánticas. En reiteradas ocasiones, el republicano acusó a la UE de haber sido creada para “perjudicar” a Estados Unidos en materia comercial.

El lunes, Trump se reunirá en Turnberry, otra cancha de golf en tierra escocesa, con el primer ministro británico, Keir Starmer, para tratar sobre el acuerdo. El republicano, de 79 años, se había fijado como fecha límite el 1 de agosto para aplicar aranceles del 30 por ciento si no se lograba un acuerdo.

“Todos se benefician”

Cabe recordar que, desde abril, la administración de Trump aplica un arancel mínimo del 10 por ciento a las exportaciones europeas, inicialmente anunciado como del 20 por ciento y luego reducido como “gesto de buena voluntad”. Sin embargo, Von der Leyen considera que lograr un aumento de tan solo 5 por ciento es “un acuerdo enorme”.

El presidente del Consejo Europeo, António Costa, celebró el entendimiento ya que “da prioridad a la cooperación, protege los intereses de la UE y brinda certeza a las empresas” en un momento de necesidad. Costa también instó a “reforzar la competitividad” del bloque y expandir su red comercial. “Aprovechemos este resultado para seguir fortaleciendo la competitividad de la UE y ampliando nuestra red comercial global”, agregó.

Desde Alemania, el canciller Friedrich Merz destacó que se evitó un conflicto que habría golpeado a su economía exportadora y se logró salvaguardar los intereses fundamentales del bloque. “Todos se benefician de relaciones comerciales estables y predecibles”, dijo Merz. En cambio el primer ministro neerlandés, Dick Schoof, señaló que, aunque preferiría la eliminación completa de aranceles, el acuerdo “aporta claridad y estabilidad”.

En la misma línea crítica, el primer ministro irlandés, Micheál Martin, advirtió que el acuerdo podría “encarecer y complicar” el comercio con Estados Unidos, aunque consideró que inaugura “una nueva era de estabilidad” y “una relación más profunda” con la economía estadounidense. En Washington el secretario de Comercio, Howard Lutnick”, fue una de las primeras voces oficiales en celebrar el acuerdo. Aseguró que Europa “aceptará completamente nuestros estándares automotrices e industriales por primera vez” y aplaudió las promesas de inversión en energía y equipamento militar.

Cortesía de Página 12



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