
El presidente estadounidense Donald Trump recibirá el domingo a su homólogo ucraniano Volodymyr Zelenski para intentar concretar un acuerdo de paz, el cual pondría fin a casi cuatro años de guerra en Ucrania tras la invasión por parte de Rusia.
Los dos se reunirán en Mar-a-Lago, el club privado de Trump en Palm Beach, Florida, donde el presidente de Estados Unidos pasa las vacaciones navideñas y disfruta de rondas diarias de golf. Zelenskyy indicó que ambos planean hablar sobre acuerdos de seguridad y económicos, y que él planteará “cuestiones territoriales”, ya que Moscú y Kiev siguen en total desacuerdo sobre el destino de la región del Donbás, en el este de Ucrania.
En los días previos a la reunión, Rusia ha intensificado su ofensiva contra la capital de Ucrania, utilizando misiles y drones para atacar Kiev e intentar aumentar la presión sobre Zelenski.
“Ucrania está dispuesta a hacer lo que sea necesario para detener esta guerra”, publicó Zelenski el sábado en la red social X. “Necesitamos ser fuertes en la mesa de negociaciones”.
En respuesta a los ataques, escribió: “Queremos la paz, y Rusia demuestra un deseo de continuar la guerra. Si todo el mundo —Europa y América— está de nuestro lado, juntos detendremos” al presidente ruso Vladimir Putin.
En una reunión el sábado con el primer ministro canadiense Mark Carney en Halifax, Nueva Escocia, Zelenski dijo que la clave para la paz es “presión sobre Rusia y un apoyo suficiente y fuerte para Ucrania”. Con ese fin, Carney anunció 2 mil 500 millones de dólares canadienses (mil 800 millones de dólares estadounidenses) más en asistencia económica de su gobierno para ayudar a los ucranianos a reconstruirse.
Carney denunció la “barbarie” de los ataques más recientes de Moscú a Kiev, y dio crédito a Zelenski y a Trump por crear las condiciones para una “paz justa y duradera” en un momento crucial.
La reunión cara a cara entre Trump y Zelenski también pone de relieve el aparente progreso realizado por los principales negociadores de Trump en las últimas semanas, ya que las partes intercambiaron borradores de planes de paz y continuaron dando forma a una propuesta para poner fin a los combates. Zelenski dijo a los periodistas el viernes que la propuesta de borrador de 20 puntos que los negociadores han discutido está “lista en aproximadamente un 90%”, reflejando una cifra y el optimismo que los funcionarios estadounidenses transmitieron cuando los principales negociadores de Trump se reunieron con Zelenski en Berlín hace unas semanas.
Durante las recientes conversaciones, Estados Unidos acordó ofrecer ciertas garantías de seguridad a Ucrania similares a las ofrecidas a otros miembros de la OTAN. La propuesta surgió cuando Zelenski dijo que estaba preparado para abandonar la candidatura de su país para sumarse a la alianza de seguridad si Ucrania recibía una protección similar a la que otorga la OTAN, la cual estaría diseñada para salvaguardarla de futuros ataques rusos.
Zelenski también habló el día de Navidad con el enviado especial de Estados Unidos, Steve Witkoff, y con Jared Kushner, yerno de Trump. El gobernante ucraniano declaró en una publicación en X que conversaron sobre “ciertos detalles sustanciales del trabajo en curso”, y en una publicación posterior advirtió que “todavía hay trabajo por hacer en temas delicados” y que “las próximas semanas también podrían ser intensivas”.
El presidente de Estados Unidos ha estado trabajando para poner fin a la guerra en Ucrania durante gran parte de su primer año de regreso en el cargo, mostrándose irritado tanto con Zelenski como con Putin, y a la vez reconociendo públicamente la dificultad de poner fin al conflicto. Lejos quedaron los días en que, cuando era candidato presidencial en 2024, se jactaba de que podría resolver los combates en un día.
Después de recibir a Zelenski en la Casa Blanca en octubre, Trump exigió que Rusia y Ucrania dejaran de pelear y “se detuvieran en la línea de batalla”, implicando que Moscú debería poder conservar el territorio ucraniano que ha capturado.
Antes de la reunión del domingo, Zelenski dijo que las cuestiones clave que siguen sin resolverse entre Kiev y Washington incluyen cuestiones sobre el territorio, la planta de energía nuclear de Zaporiyia y el financiamiento para la recuperación de Ucrania después de la guerra. Indicó que también hay asuntos técnicos pendientes relacionados con las garantías de seguridad y los mecanismos de monitoreo.
Ucrania ha transmitido su posición a Estados Unidos, señaló Zelenski, y añadió que funcionarios del gobierno de Trump le transmitirían eso a Rusia.
Zelenski también señaló la semana pasada que estaría dispuesto a retirar soldados del corazón industrial del este de Ucrania como parte de un plan para poner fin a la guerra, si Moscú también se retira y el área se convierte en una zona desmilitarizada, monitoreada por fuerzas internacionales.
El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, dijo a los periodistas el viernes que el gobierno ruso ya había estado en contacto con Estados Unidos.
“Se acordó continuar el diálogo”, expresó.
Putin ha dicho públicamente que quiere que todas las áreas en cuatro regiones clave que han sido capturadas por sus fuerzas, así como la península de Crimea —anexada ilegalmente en 2014—, sean reconocidas como territorio ruso. También ha insistido en que las fuerzas ucranianas se retiren de algunas áreas en el este de Ucrania que las fuerzas de Moscú no han capturado. Kiev ha rechazado públicamente todas esas exigencias.
El Kremlin también quiere que Ucrania abandone su candidatura para sumarse a la OTAN. Advirtió que no aceptaría el despliegue de soldados de miembros de la alianza militar y, de ocurrir, los consideraría un “blanco legítimo”.
Putin también ha dicho que Ucrania debe limitar el tamaño de su ejército y dar estatus oficial al idioma ruso, exigencias que ha efectuado desde que el conflicto comenzó.
El asesor de Putin en asuntos exteriores, Yuri Ushakov, declaró este mes al diario de negocios Kommersant que la policía rusa y la guardia nacional permanecerían en partes de Donetsk —una de las dos áreas principales, junto con Luhansk, que conforman la región del Donbás— incluso si se convierten en una zona desmilitarizada bajo un posible plan de paz.
Ushakov advirtió que tratar de llegar a un acuerdo podría llevar mucho tiempo. Dijo que las propuestas de Estados Unidos que tomaban en cuenta las exigencias rusas habían sido “empeoradas” por las alteraciones propuestas por Ucrania y sus aliados europeos.
Trump ha sido algo receptivo a las exigencias de Putin, argumentando que se puede persuadir al presidente ruso para que ponga fin a la guerra si Kiev acepta ceder territorio ucraniano en la región del Donbás y si las potencias occidentales ofrecen incentivos económicos para reintegrar a Rusia a la economía global.
Cortesía de El Informador
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