La deshidratación no siempre da señales claras. Muchas veces, cuando sentimos sed, ya hemos comenzado a perder funciones fisiológicas esenciales. Este fenómeno se agrava en contextos como el ejercicio intenso o el ayuno prolongado, donde la pérdida de líquidos puede afectar el rendimiento, la salud cardiovascular y la función cognitiva. ¿Y si un gesto tan simple como tocar la pantalla del teléfono móvil pudiera advertirnos a tiempo?
Esa es la propuesta de un grupo de científicos del King Abdullah University of Science and Technology (KAUST), quienes desarrollaron un sistema no invasivo para detectar el nivel de hidratación a partir de sensores capacitivos, como los que ya existen en los smartphones. El estudio fue publicado en IEEE Sensors Journal en mayo de 2025 y demuestra cómo un pequeño cambio en la respuesta eléctrica de la piel podría revelar cuánto líquido hemos perdido, sin necesidad de agujas, tatuajes electrónicos ni dispositivos externos.
El equipo, liderado por el ingeniero Tareq Al-Naffouri, evaluó el sistema en dos grupos vulnerables a la deshidratación: personas en ayuno durante el Ramadán y deportistas después del esfuerzo físico. Los resultados muestran una alta precisión al clasificar distintos estados de hidratación, lo que podría traducirse pronto en una herramienta accesible y masiva, integrable incluso en nuestros teléfonos móviles actuales.
Tecnología capacitiva: lo que tu piel dice al tocar una pantalla
El estudio parte de una premisa conocida en bioelectrónica: la piel actúa como un dieléctrico cuya capacitancia cambia según el nivel de agua en el cuerpo.
Cuanto más deshidratada está una persona, menor es la capacidad de su piel para almacenar carga eléctrica. Esta propiedad puede ser medida con sensores, como los que ya existen en las pantallas de los teléfonos inteligentes.
Los investigadores utilizaron una placa FDC2114 equipada con dos sensores para simular la superficie de un teléfono móvil. Cada vez que un participante presionaba la yema de su dedo sobre el sensor, este registraba su capacitancia, generando datos que posteriormente se analizaron con modelos estadísticos y de aprendizaje automático.
La idea de transformar una pantalla común en un instrumento biomédico no invasivo representa una evolución significativa frente a otros métodos más complejos y costosos, como tatuajes biosensores o dispositivos portables. Esto democratiza el acceso a la información sobre el estado de hidratación, eliminando barreras tecnológicas.
Dos contextos distintos, un mismo riesgo: deshidratación en ayuno y en deporte
Para validar su sistema, los científicos analizaron a 35 personas que practicaban ayuno durante el Ramadán y a 10 deportistas sometidos a esfuerzos físicos intensos. En ambos grupos, la deshidratación se manifiesta por mecanismos distintos: falta de ingesta hídrica en el primer caso y sudoración excesiva en el segundo.
En el caso de las personas en ayuno, se realizaron cinco mediciones al día desde la mañana hasta el atardecer, mientras que los atletas fueron evaluados antes y después del ejercicio. Los datos recopilados incluyeron capacitancia dérmica y variables personales como peso y sexo, lo que permitió ajustar los modelos a cada perfil.
El enfoque demostró diferencias claras entre los patrones de deshidratación en ambos grupos, destacando la necesidad de desarrollar modelos personalizados según el contexto. Por ejemplo, la pérdida hídrica por sudor tiende a ser más brusca y variable, mientras que en el ayuno la deshidratación es progresiva y predecible.
“También es razonable esperar que el enfoque pueda algún día beneficiar a otros grupos vulnerables, incluidos los muy ancianos, los muy jóvenes y los que tienen enfermedad renal”, dice Al-Naffouri.
Inteligencia artificial que traduce señales eléctricas en alertas de salud
El análisis de datos se realizó con diferentes modelos de clasificación: desde binarios (hidratado vs. deshidratado) hasta de cinco niveles de hidratación. El modelo de regresión logística lineal fue el que mostró mejores resultados, alcanzando hasta 92 % de precisión en el grupo de atletas y 87 % en el grupo en ayuno.
Este rendimiento se debe a la capacidad del modelo de detectar pequeñas variaciones en la capacitancia de la piel asociadas con cambios en el contenido hídrico del cuerpo. Además, se aplicaron técnicas de domain adaptation para afinar los modelos cuando se usaban con diferentes tipos de población.
Los autores destacan que entrenar modelos específicos para cada grupo de riesgo mejora significativamente la precisión, algo clave si se quiere implementar esta tecnología en contextos clínicos o de autocuidado.
También resaltan que la herramienta tiene potencial de ampliarse a otros grupos vulnerables, como personas mayores, niños o pacientes con enfermedades renales.
Hidratación en tiempo real, sin dispositivos externos ni molestias
El objetivo a futuro es integrar esta tecnología en una aplicación móvil accesible que utilice los sensores existentes y proporcione alertas personalizadas sobre el estado de hidratación, fomentando hábitos saludables sin requerir intervención médica constante.
Una de las contribuciones más importantes del estudio es la simplicidad de uso. A diferencia de los métodos tradicionales que requieren extracción de sangre, sensores adhesivos o equipos especializados, aquí basta con tocar la pantalla de un móvil.
Esta facilidad representa una ventaja crítica para su implementación en poblaciones de difícil acceso, entornos calurosos o situaciones de emergencia.
Además, el hecho de que los sensores utilizados ya estén integrados en millones de dispositivos móviles hace que su adopción sea inmediata, sin necesidad de desarrollar hardware nuevo.
Implicaciones clínicas y preventivas: más allá del bienestar personal
Más allá del interés académico, esta investigación tiene relevancia práctica en salud pública y medicina preventiva. La deshidratación crónica o recurrente está vinculada con problemas renales, cardiovasculares y cognitivos. Detectarla antes de que se manifiesten síntomas puede marcar una diferencia significativa.
Aplicaciones clínicas podrían incluir el monitoreo de pacientes con tratamientos diuréticos, adultos mayores con alteraciones del reflejo de sed, o personas en recuperación de enfermedades gastrointestinales. Incluso podría integrarse en programas de salud ocupacional para trabajadores expuestos al calor.
“Prevemos un monitoreo de hidratación en tiempo real, diario y fácil de usar, donde los usuarios simplemente colocan el dedo en la pantalla de su teléfono inteligente para evaluar su estado de hidratación”, dijo la autora del estudio Soumia Siyoucef.
Los investigadores plantean que esta herramienta también podría mejorar el rendimiento deportivo y reducir lesiones asociadas con la fatiga por deshidratación, facilitando intervenciones más precisas durante entrenamientos o competencias.
Una gota de sudor digital: el futuro del monitoreo de hidratación está al alcance del dedo
En una época donde los dispositivos móviles forman parte de la vida cotidiana, convertir una simple pantalla táctil en un sensor de salud representa una innovación potente.
No solo permite monitorear una variable crítica como la hidratación, sino que lo hace sin esfuerzo, sin agujas, y sin necesidad de tecnología nueva.
Los autores del estudio, vislumbran un futuro donde cada persona pueda controlar su estado hídrico a diario, con solo apoyar un dedo sobre su teléfono. Este enfoque no reemplaza a la medicina tradicional, pero sí se alinea con las tendencias hacia el autocuidado digital y la salud personalizada.
Beber agua cuando toca será tan fácil como revisar un mensaje. Y esa simple acción podría salvar vidas.
Referencias
- S. Siyoucef, M. Adnane, M. M. U. Rahman, T. -M. Laleg-Kirati and T. Y. Al-Naffouri, Noninvasive Monitoring of Dehydration of Fasting and Sportspeople Subjects via Skin Capacitance, in IEEE Sensors Journal, (2025). doi: 10.1109/JSEN.2025.3538758
Cortesía de Muy Interesante
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