Tutankamón y la maldición del faraón: ¿realidad o fantasía?

La figura de Tutankamón, el faraón niño de la dinastía XVIII del Antiguo Egipto, sigue siendo un enigma fascinante desde que se descubrió su tumba en 1922. Hito indiscutible de la egiptología y la cultura popular, junto con la fascinación por los tesoros de su tumba y la brevedad de su reinado, se forjó una leyenda oscura y persistente: la supuesta maldición del faraón. ¿Es esta maldición un fenómeno real o simplemente una construcción de la imaginación popular alimentada por la superstición y el sensacionalismo? En este artículo, exploraremos la cuestión, analizando los hechos históricos, las interpretaciones culturales y los posibles factores que contribuyeron a la creación y perpetuación de esta leyenda.

El contexto histórico: Tutankamón y su época

Tutankamón, cuyo nombre original, Tutankhaton, significa “Imagen viva de Atón”, nació en un período de grandes cambios religiosos y políticos en Egipto. Su padre, Akhenatón, había revolucionado la religión egipcia al introducir el culto monoteísta a Atón, el dios del disco solar, en detrimento de los dioses tradicionales.

Tutankamón ascendió al trono en un momento de gran inestabilidad, y su reinado se caracterizó por un intento de restaurar el antiguo orden religioso y el poder del clero de Amón. Por ello, cambió su nombre a Tutankamón en un gesto simbólico que buscaba retornar a las tradiciones.

La vida de Tutankamón fue corta: murió alrededor de los 19 años. Las causas de su muerte siguen siendo objeto de debate entre los historiadores y los científicos. Algunas teorías sugieren que pudo haber sufrido una enfermedad genética, como el síndrome de Marfan, mientras que otras apuntan a una posible fractura en la pierna que se infectó. Su tumba, aunque modesta en comparación con las de otros faraones, se preparó apresuradamente en el Valle de los Reyes, el lugar sagrado donde se enterraban los faraones del Nuevo Reino.

Howard Carter y Tutankamón
Howard Carter examina uno de los sarcófagos de Tutankamón. Fuente: Wikimedia

El descubrimiento de la tumba: un hito en la egiptología

El descubrimiento de la tumba de Tutankamón (KV62) por Howard Carter en noviembre de 1922 supuso un evento sin precedentes en la historia de la arqueología. Después de años de búsqueda infructuosa, Carter finalmente encontró la entrada a la tumba, que resultó estar casi intacta. El descubrimiento fue financiado por Lord Carnarvon, un aristócrata británico que compartía la pasión de Carter por la egiptología.

La tumba contenía un tesoro impresionante de objetos funerarios, entre los que se incluían sarcófagos, joyas, muebles, armas y estatuas. El impacto del hallazgo fue tal que la máscara funeraria de oro de Tutankamón acabó por convertirse en un símbolo icónico del Antiguo Egipto. La tumba del faraón niño generó un enorme interés público en la egiptología y contribuyó a popularizar la cultura del Antiguo Egipto en todo el mundo.

Recreación ficticia de la máscara de Tutankamón
Recreación fantasiosa de la máscara de Tutankamón. Fuente: Midjourney/Erica Couto

El origen de la leyenda: la muerte de Lord Carnarvon

La leyenda de la maldición del faraón surgió poco después del descubrimiento de la tumba de Tutankamón. La muerte de Lord Carnarvon en abril de 1923, apenas unos meses después de la apertura de la tumba, fue el detonante de la leyenda. Carnarvon murió en El Cairo por una infección causada por la picadura de un mosquito que se complicó con una neumonía.

La coincidencia de la muerte de Carnarvon con el descubrimiento de la tumba fue interpretada por muchos como una prueba de la existencia de una maldición que castigaba a aquellos que perturbaban el descanso eterno del faraón. La prensa sensacionalista, además, alimentó la leyenda al publicar historias exageradas y especulaciones sobre las posibles causas sobrenaturales de la muerte de Carnarvon.

Análisis crítico: ¿superstición o realidad?

A pesar de la popularidad de la leyenda, no hay evidencia científica que respalde la existencia de la mencionada maldición del faraón. La mayoría de las personas involucradas en el descubrimiento y la excavación de la tumba de Tutankamón vivieron vidas largas y saludables. Howard Carter, por ejemplo, murió en 1939 a la edad de 64 años, sin mostrar signos de haber sido víctima de una maldición.

Es probable que la leyenda de la maldición del faraón sea una combinación de superstición, coincidencia y sensacionalismo mediático. La cultura del Antiguo Egipto estaba impregnada de creencias religiosas y mágicas, y es comprensible que la gente de la época creyera en la posibilidad de que los faraones pudieran proteger sus tumbas mediante maldiciones.

Además, es posible que algunos de los miembros de la expedición de Carter estuviesen expuestos a hongos o bacterias presentes en la tumba, lo que podría haber contribuido a su enfermedad o muerte. Sin embargo, no hay evidencia que sugiera que estos factores fueran la causa de una maldición sobrenatural.

Recreación ficticia de una tumba egipcia maldit
Recreación fantasiosa de un tumba egipcia. Fuente: Midjourney/Erica Couto

El legado cultural: más allá de la maldición

A pesar de su falta de fundamento científico, la leyenda de la maldición del faraón ha tenido un impacto cultural significativo. Ha inspirado numerosas obras de ficción, incluyendo libros, películas y videojuegos. La leyenda ha contribuido a mantener el interés del público en la egiptología y ha generado un debate sobre la ética de las excavaciones y el respeto por los restos humanos de las culturas antiguas.

En última instancia, la historia de Tutankamón y su tumba es un testimonio del ingenio y la creatividad de la civilización del Antiguo Egipto. La leyenda de la maldición del faraón es una parte integral de esta historia, pero no debe eclipsar el significado histórico y cultural del descubrimiento de la tumba de Tutankamón.

En resumen, la maldición del faraón es una leyenda fascinante que ha capturado la imaginación del mundo, pero no hay evidencia que la respalde. La historia de Tutankamón y su tumba sigue siendo un tema de gran interés. La verdadera maldición, en este caso, procede, más bien, de la forma en que esta leyenda ha eclipsado, en parte, el significado histórico y cultural del descubrimiento de la tumba de Tutankamón.

Referencias

  • Barba Colmenero, Vicente y Alberto Fernández Ordóñez. 2021. Todo lo que hay que saber de arqueología. Una introducción a la ciencia del pasado. Madrid: Pinolia.
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Cortesía de Muy Interesante



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