El 34º aniversario de la independencia de Ucrania, celebrado este domingo, estuvo lejos de ser una celebración de paz. En medio de ofensivas con drones y esfuerzos diplomáticos sin avances concretos, la guerra continúa dejando decenas de miles de muertos, y parece empantanada militar y diplomáticamente. Ante este escenario, el presidente Volodímir Zelenski volvió a insistir en que la única salida efectiva sigue siendo una cumbre cara a cara con su par ruso, Vladimir Putin.
Mientras los líderes intercambian declaraciones en los medios internacionales, la realidad sobre el terreno sigue marcada por el conflicto armado. Kiev celebró su independencia con una ceremonia encabezada por Zelenski, a la que asistieron el emisario estadounidense Keith Kellogg y el primer ministro canadiense, Mark Carney. “Juntos, ucranianos y aliados, empujamos a Rusia hacia la paz“, expresó el mandatario ucraniano.
Un aniversario atravesado por la guerra
En un video grabado desde el Maidán de Kiev, Zelenski dirigió un mensaje emotivo a la población, en el que apeló a la esperanza de alcanzar una “paz justa y duradera“, en contraste con los discursos más combativos de años anteriores. El presidente destacó la unidad nacional y la resistencia frente a las ocupaciones temporales, sin prometer una liberación inmediata de los territorios bajo control ruso.
En un contexto donde algunos actores internacionales plantean concesiones territoriales como parte de una eventual negociación, Zelenski se limitó a expresar: “Un día la distancia entre los ucranianos desaparecerá y estaremos juntos como país y familia. Solo es cuestión de tiempo”.
Advirtió, además, que Ucrania tiene capacidad para responder golpe por golpe a los ataques rusos, incluyendo ataques a infraestructuras estratégicas en territorio enemigo. “Nadie nos puede prohibir estos ataques porque son actos de justicia”, declaró.
Sin embargo, en el frente, la guerra no dio tregua. Ucrania lanzó una nueva serie de ataques con drones sobre territorio ruso, incluido uno que impactó en la planta nuclear de Kursk, provocando un incendio. Las autoridades locales aseguraron que no hubo víctimas ni alteraciones en los niveles de radiación. Por su parte, el jefe del ejército ucraniano, Oleksandr Sirski, informó que las fuerzas locales recuperaron tres aldeas en Donetsk.
Del lado ucraniano, Rusia atacó nuevamente regiones civiles, dejando al menos una mujer muerta en Dnipropetrovsk y varios heridos. La fuerza aérea ucraniana informó haber derribado 48 de los 72 drones Shahed lanzados por Moscú durante la madrugada. Esto últimos enfrentamientos ocurren cuando Ucrania celebra su día de la independencia, obtenida tras la disolución de la Unión Soviética en 1991.
En este contexto, la fecha patria adquiere otro significado para quienes combaten en el frente. “Tiene sabor a sudor y sangre“, dijo a la AFP Dobrii, un médico de combate. “Soy patriota, pero cuando el Día de la Independencia se convierte en un día de lucha, el sentimiento cambia”, añadió.
Intercambio de prisioneros y gesto humanitario
Zelenski confirmó este domingo un nuevo canje de prisioneros, anunciado previamente por Moscú, sin detallar la cantidad exacta. Finalmente, se supo que fueron liberados 146 militares de cada bando, además de ocho civiles rusos que estaban en manos ucranianas.
Entre los liberados ucranianos se encuentra el periodista Dmitro Jiliuk, secuestrado en Kiev en marzo de 2022, y el exalcalde de Jersón, Volodimir Mikolayenko, quien estuvo más de tres años en cautiverio. Según el asesor presidencial ucraniano, Andrii Yermak, Mikolayenko había postergado su canje para priorizar a compañeros heridos.
Los intercambios de prisioneros a gran escala han sido el único resultado tangible de tres rondas de conversaciones entre las partes desde el inicio del conflicto. La operación contó con la mediación de Emiratos Árabes Unidos y se suma a otros canjes previos que, pese al contexto de guerra, fueron posibles a través de negociaciones discretas.
Negociaciones
En su discurso de este domingo, Zelenski insistió en que “el formato de las conversaciones entre líderes es la forma más eficaz de avanzar”. Sin embargo, Moscú descartó nuevamente la posibilidad de una reunión inmediata. El canciller ruso, Serguéi Lavrov, acusó a Zelenski de “empecinarse y poner condiciones“, mientras responsabilizó a las potencias occidentales “buscar un pretexto para impedir las negociaciones lanzadas por los presidentes” ruso y estadounidense.
En paralelo, el vicepresidente estadounidense, JD Vance, defendió los intentos de Trump por avanzar en una solución negociada. “Por primera vez en tres años y medio, Rusia ha hecho concesiones significativas“, aseguró. Según Vance, Moscú estaría dispuesta a reconocer la integridad territorial ucraniana y abandonar su intención de instalar un gobierno afín en Kiev
“Por supuesto, aún no lo han logrado del todo, y la guerra no ha terminado, pero estamos participando en un proceso diplomático de buena fe”, declaró el vicepresidente, quien considera que Trump está “intentando aplicar una diplomacia muy agresiva y contundente” contra Rusia. “La guerra no beneficia a nadie. Ni a Europa ni a Estados Unidos, y no creemos que Rusia ni Ucrania tengan interés alguno en seguir combatiendo”, concluyó.
No obstante, Lavrov minimizó las declaraciones de Vance y minimizó la posibilidad de una cumbre. En una entrevista con el canal público Rossia, Lavrov desestimó el impulso del presidente estadounidense Donald Trump para facilitar un acuerdo de paz, al considerar que aún no hay “una agenda concreta” para un encuentro entre los mandatarios. “Putin está listo para reunirse con Zelenski cuando la agenda esté lista para una cumbre. Y esta agenda no está lista en absoluto“, precisó Lavrov.
Además, Lavrov cuestionó la legitimidad del presidente ucraniano, alegando que tras la postergación de las elecciones por la ley marcial, Zelenski ya no es un interlocutor válido. “Para firmar un acuerdo, es necesario que quien lo haga sea legítimo. Según la Constitución ucraniana, Zelenski hoy no lo es“, afirmó. Sin embargo, reconoció un acercamiento entre Putin y Trump, a quienes describió como “líderes que desean la paz”.
Por su parte, el dirigente canadiense señaló que “no corresponde a Rusia decidir cómo garantizar la soberanía, la independencia y la libertad de Ucrania“, a la vez que reclamó un alto al fuego en el frente.
Una llamado global por la paz
Zelenski también agradeció públicamente las felicitaciones recibidas de líderes internacionales, entre ellos el Papa León XIV, el presidente estadounidense, el turco, Recep Tayyip Erdogan, el chino, Xi Jinping, y dirigentes de organismos multilaterales como la ONU. Las muestras de apoyo a Ucrania llegaron desde múltiples latitudes, incluyendo una sorpresiva declaración del presidente bielorruso Alexander Lukashenko, uno de los aliados más cercanos de Putin, quien manifestó su disposición al diálogo con Kiev.
Desde el Vaticano, el Papa León XIV envió una carta al mandatario ucraniano en la que expresó su esperanza de que el aniversario pueda abrir caminos hacia el diálogo. “Con un corazón herido por la violencia que asola su tierra, me dirijo a usted en este día de su fiesta nacional”, comienza la misiva.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, reaccionó rápidamente en su redes, donde agradeció al sumo pontífice por “sus profundas palabras, su corazón y su atención” al pueblo ucraniano. En ese mismo mensaje, Zelenski reafirmó que todas las esperanzas y esfuerzos de su nación están dirigidos a alcanzar “la paz tan esperada”, y sostuvo que el objetivo es que “prevalezcan el bien, la verdad y la justicia”.
Cortesía de Página 12
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