Una bomba lanzada por Rusia sobre Ucrania terminó con la vida de al menos 24 jubilados que estaban haciendo fila para recibir su pago. El “brutal ataque” fue sobre la región de Donetsk y lo confirmó el mandatario Volodimir Zelenski.
“Un brutal ataque aéreo ruso con una bomba aérea sobre el asentamiento rural de Yarova, en la región de Donetsk. Directamente sobre la gente. Civiles comunes. Justo en el momento en que se abonaban las pensiones“, comenzó detallando el presidente ucraniano en X (ex Twitter), quien destacó que los primeros correspondieron a 20.
Un bombardeo ruso dejó 20 muertos: eran jubilados
Además, agregó que “estos ataques rusos no deben quedar sin una respuesta adecuada del mundo. Los rusos siguen destruyendo vidas mientras evitan nuevas sanciones y nuevos golpes contundentes”. En el video que compartió el mandatario, se ve el área afectada con los cuerpos de las víctimas.
“El mundo no debe permanecer en silencio (…) de brazos cruzados. Se necesita una respuesta de EEUU (…) de Europa. Se necesita una respuesta del G20. Se necesitan medidas contundentes para que Rusia deje de sembrar la muerte“, finalizó Zelenski.
Previo a este ataque, Rusia lanzó su mayor ataque aéreo en lo que lleva la guerra con Ucrania, durante la noche del sábado al domingo. En el mismo desplegó más de 800 drones y atacó por primera vez un edificio gubernamental en Kiev.
Al menos dos personas murieron durante estos ataques con drones, entre ellos un bebé. La ofensiva fue a varios edificios residenciales en la capital, que estuvo bajo alerta aérea durante 11 horas.
Polémica: EEUU no financiará más la defensa de los países limítrofes con Rusia
La decisión de la administración de Donald Trump de suspender la ayuda militar a países que comparten frontera con Rusia sacudió a las cancillerías europeas. Los programas alcanzados, que movían cientos de millones de dólares al año, eran una pieza clave en la estrategia de disuasión contra Moscú.
En el terreno diplomático, el anuncio dejó más preguntas que respuestas. Mientras el Pentágono guarda silencio, los gobiernos bálticos temen quedar expuestos en un escenario que ya de por sí es frágil. Estonia, Letonia y Lituania, con presupuestos de defensa limitados, dependían de esos fondos para infraestructura y entrenamiento militar.
En paralelo, en Washington tampoco hay claridad. Legisladores de ambos partidos aseguran que el Departamento de Defensa no explicó cómo se ejecutarán los recortes, ni qué programas específicos quedarán congelados. Algunos temen que la maniobra abra la puerta a un “reprogramming” de recursos, es decir, redirigir dinero aprobado por el Congreso hacia otras prioridades.
Cortesía de Ámbito
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