Uno de los más grandes objetivos de Elon Musk es convertir a la humanidad en una especie multiplanetaria y llevarla a Marte a bordo de la nave Starship (lo cual asegura que pasará, a más tardar, en 2030). El dueño de SpaceX quiere hacer del planeta un “segundo hogar” en caso de que algún evento catastrófico azote la Tierra.
Sin embargo, no todos están de acuerdo con esta visión. El astronauta mexicano José Hernández dijo que al menos faltan 15 años para ir a Marte, y el astrofísico Adam Becker consideró que colonizar el planeta rojo es “una de las cosas más estúpidas que alguien podría decir” y que, incluso en los peores escenarios, la Tierra “siempre será la mejor opción“.
La Tierra siempre será un paraíso
En entrevista con Rolling Stone, Becker puso en duda lo que calificó como una de las “fantasías mesiánicas” de los magnates tecnológicos. En el caso del sueño de Musk, el científico lo desmontó con un argumento sencillo pero demoledor: Marte es un lugar mucho más hostil que cualquier versión catastrófica de la Tierra.
Becker ilustró su punto con tres escenarios extremos: un impacto de asteroide como el que acabó con los dinosaurios, la detonación de todas las armas nucleares o el peor desenlace posible del cambio climático. El autor de libros como More everything forever afirmó que, incluso si ocurriera cualquiera de estos sucesos, la Tierra seguiría siendo un refugio mucho más seguro.
En comparación, Marte es un desierto helado sin oxígeno respirable, con una atmósfera delgada y bombardeado por radiación cósmica constante. Becker aseguró que no duda de la capacidad técnica de SpaceX para construir un cohete funcional como Starship; sin embargo, considera que desviar recursos para colonizar Marte resta atención a los problemas urgentes de la Tierra.
Incluso devastada, la Tierra gana
Para entender cómo, incluso luego de una catástrofe, la Tierra seguiría siendo mejor que Marte, hay que considerar algunos datos. Si la atmósfera de nuestro planeta estuviera totalmente contaminada, aún mantendría la presión y oxígeno necesarios para la vida, además de que su campo magnético lo continuaría protegiendo frente a la radiación. Otro factor determinante sería el agua. Los océanos seguirían presentes y podrían purificarse.
En cambio, Marte posee el 0.6% de la presión de la Tierra y una atmósfera compuesta casi en su totalidad por dióxido de carbono, que es letal para los humanos. El planeta rojo apenas guarda hielo en los polos y reservas subterráneas difíciles de acceder. A esto se suma que el suelo marciano está cargado de percloratos tóxicos, lo que complica cualquier intento de cultivar alimentos.

¿Se puede terraformar Marte?
Transformar Marte en un mundo habitable implicaría liberar gases de efecto invernadero, fundir los casquetes polares y espesar la atmósfera. En teoría, esto sería posible con suficiente tiempo y recursos. Sin embargo, lo cierto es que tendría que movilizar millones de toneladas de material para construir una ciudad donde la humanidad pueda vivir.
Becker cree que el sueño de colonizar Marte es una distracción peligrosa, a pesar de las espectaculares imágenes que muestran ciudades bajo enormes domos. Para él, lo lógico es invertir todo esfuerzo y recursos en preservar y, si fuera necesario, reparar la Tierra, el único sistema de soporte vital que tienen los humanos y que funciona a la perfección.
Imagen de portada | SpaceX.
Cortesía de Xataka
Dejanos un comentario: