Rusia lanzó este domingo su ataque aéreo más intenso contra Ucrania desde el inicio del conflicto en febrero de 2022, con una andanada de drones y misiles que dejó al menos cinco muertos y múltiples heridos en distintas regiones del país. En Kiev, un incendio provocado por el ataque alcanzó por primera vez la sede del gobierno, ubicada en el distrito de Pechersk.
Horas después, el presidente estadounidense, Donald Trump, afirmó que su gobierno analiza la imposición de nuevas sanciones contra Moscú, en respuesta a la escalada de violencia. El ataque contra la sede diplomática es el primero de este tipo en tres años y medio de conflicto, y el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, advirtió de que la arremetida solo prolongará la guerra.
Por su parte, el jefe de la región rusa de Voronezh, Alexander Gusev, confirmó ataques ucranianos en su territorio, que dejaron un hombre herido tras la caída de restos de un dron. Según detalló, seis drones fueron interceptados por las autoridades rusas.
El ataque más grave a la capital
El jefe de la Administración Militar de Kiev, Timur Tkachenko, confirmó el incendio en la sede del gobierno nacional, aunque informó que no hubo víctimas en el edificio. Además del edificio gubernamental, el ataque dañó varios rascacielos en la capital, informaron los servicios de emergencia. De acuerdo con la fuerza aérea ucraniana, Rusia lanzó más de 800 drones y 13 misiles en esta ofensiva, lo que la convierte en la mayor desde el inicio de la guerra.
En Kiev al menos dos personas murieron, una mujer y su bebé de dos meses, cuando un misil impactó en un edificio de nueve plantas en el oeste de la ciudad. Más de 20 personas resultaron heridas, entre ellas una mujer embarazada que tuvo un parto prematuro tras el ataque y lucha por su vida y la del recién nacido.
Otras tres muertes fueron confirmadas: una mujer en Zaporiyia (sur), otra víctima en la región fronteriza de Sumi, y una persona fallecida en Dnipropetrovsk, en el centro del país. Las autoridades estiman que Rusia controla actualmente alrededor del 20 por ciento del territorio ucraniano.
Desde Moscú, el Ministerio de Defensa negó haber atacado objetivos civiles y aseguró que el operativo fue un ataque “masivo y de precisión” contra fábricas de drones y bases aéreas militares en el centro, sur y este de Ucrania.
Presiones contra Moscú
El bombardeo ocurre en un momento en que el presidente de Estados Unidos intentaba empujar negociaciones entre Zelenski y su par ruso, Vladímir Putin. También se produce tras la cumbre celebrada en París, donde 35 países prometieron garantías de seguridad para Ucrania en caso de alto el fuego o acuerdo de paz. Estas medidas incluyen el despliegue de fuerzas internacionales e inversiones millonarias para el fortalecimiento de las defensas ucranianas.
Zelenski pidió una “respuesta contundente” de sus aliados. “Es importante que el mundo reaccione con firmeza a este ataque. Confiamos en Estados Unidos”, dijo en su mensaje diario por redes sociales.
Este domingo, Trump se mostró dispuesto a impulsar una nueva ola de sanciones económicas en respuesta a la nueva ofensiva militar sobre Kiev. Interrogado en la Casa Blanca por un periodista acerca de si estaba dispuesto a avanzar a una “segunda fase” contra Rusia, Trump respondió “si, lo estoy“. No dio detalles.
A su vez, el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, confirmó que Washington evalúa sanciones adicionales, especialmente dirigidas a países que compren petróleo ruso. “Estamos en una carrera entre lo que puede resistir el Ejército ucraniano y lo que puede resistir la economía rusa”, dijo.
Bessent añadió que se necesita coordinación con los socios europeos para maximizar el impacto. “Estamos dispuestos a aumentar la presión sobre Rusia, pero necesitamos que nuestros aliados europeos nos acompañen”, expresó en una entrevista con NBC.
Zelenski también mantuvo una llamada con el presidente francés, Emmanuel Macron, quien se comprometió a reforzar la defensa ucraniana. También expresaron su repudio el primer ministro británico, Keir Starmer, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. “Todo ataque ruso es una opción deliberada y un mensaje: Rusia no quiere la paz”, escribió esta última.
Desde el Vaticano, el papa León XIV realizó un nuevo llamado por la paz en Ucrania y en Tierra Santa. “Las aparentes victorias logradas con armas que siembran muerte y destrucción son, en realidad, derrotas. Dios no quiere la guerra, Dios quiere la paz”, afirmó al concluir la ceremonia de canonización de los jóvenes italianos Pier Giorgio Frassati y Carlo Acutis, ante unas 80.000 personas en la plaza de San Pedro.
“Encomendamos nuestra oración constante por la paz a la intercesión de los santos y de la Virgen María, especialmente en Tierra Santa y Ucrania, y en todas las tierras ensangrentadas por la guerra”, dijo el pontífice antes del rezo del Ángelus.
Cortesía de Página 12
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