Gran parte de Ucrania quedó sin electricidad este miércoles, tras nuevos ataques rusos que dejaron al menos seis muertos, un día después de conocerse el aplazamiento de la cumbre entre Donald Trump y Vladimir Putin. Además, el Departamento del Tesoro estadounidense anunció sanciones contra las dos principales petroleras rusas, al alegar falta de compromiso del Kremlin con un proceso de paz para poner fin a la guerra.
En las últimas semanas, Rusia multiplicó los bombardeos contra la red eléctrica y las infraestructuras gasísticas ucranianas, provocando cortes de red antes del invierno Los servicios de rescate contabilizaron al menos 22 heridos en el ataque más reciente, mientras que el presidente Volodimir Zelenski lamentó el hecho. “Una nueva noche que demuestra que Rusia no siente suficiente presión para poner fin a la guerra”, denunció el presidente antes de su viaje a Noruega y Suecia.
Tras el bombardeo, las autoridades ucranianas y empresas del sector energético informaron de impactos en infraestructuras gasísticas de la región de Poltava, en el centro del país, y en instalaciones eléctricas de la región sureña de Odesa. También ha habido interrupciones de suministro en la capital, Kiev, otra de las zonas del país afectadas. El jefe de la diplomacia ucraniana, Andrii Sibiga, pidió a los aliados de Kiev el suministro de fondos, sistemas de defensa antiaérea y equipos para reparar los daños producidos.
Las fuerzas ucranianas resisten los avances rusos en Kúpiansk, un nudo ferroviario vital en el noreste de Ucrania, en la región de Járkov, cuya eventual captura intensificaría la presión sobre la capital regional hacia el oeste y sobre Izium, puerta de entrada a la provincia de Donetsk, al sur. La situación de los defensores ucranianos en la ciudad, una prioridad máxima para la actual ofensiva rusa, se ha deteriorado recientemente, según analistas militares e informes del campo de batalla.
En los últimos meses, varios pequeños grupos de tropas rusas se infiltraron el área, donde vivían unas 56.000 personas antes de la invasión, incluso a través de grandes gasoductos que les permitieron cruzar el río Oskil cercano sin ser detectados por drones ucranianos. A pesar de que las fuerzas especiales ucranianas y los drones han ralentizado el avance ruso, la superioridad numérica de Rusia ha permitido que sus tropas penetren cada vez más en la ciudad y lleguen a sus zonas centrales.
Las sanciones
Mientras tanto, las dos principales petroleras rusas, Rosneft y Lukoil, son las afectados por las sanciones estadounidenses. “Dada la negativa del presidente Putin a poner fin a esta guerra sin sentido, el Tesoro está sancionando a las dos mayores empresas petroleras de Rusia que financian la maquinaria bélica del Kremlin”, declaró el secretario del Tesoro, Scott Bessent, según un comunicado del Departamento.
El funcionario afirmó que las sanciones se hacían con el objetivo de mermar la capacidad del Kremlin y defendió la voluntad de Washington de encontrar una resolución pacífica de la guerra. “El Tesoro está dispuesto a tomar nuevas medidas si es necesario para apoyar los esfuerzos del presidente Trump por poner fin a otra guerra más. Animamos a nuestros aliados a que se unan a nosotros y se adhieran a estas sanciones”, añadió Bessent.
Por su parte, Estados Unidos aseguró que se trata de “sanciones masivas”: “Producen mucho petróleo esperemos que (las sanciones) ejerzan presión y que él (Putin) se vuelva más sensato. Igual que Zelenski”, declaró Trump en el Despacho Oval. También dijo que sus conversaciones con el líder del Kremlin sobre acabar con el conflicto con Ucrania son buenas pero últimamente no van a ningún lado.
Las dos empresas están especializadas en la exploración y la comercialización de petróleo, gas natural y productos derivados del petróleo. Rosneft es una empresa estatal rusa que produce cerca del 6 por ciento del crudo mundial y casi la mitad del de Rusia. Junto a Lukoil exportan 3,1 millones de barriles de crudo al día.
Las petroleras ya están sancionadas por Estados Unidos, pero esta vez se extiende a las filiales y empresas vinculadas de las empresas sancionadas en las que posean más del 50 por ciento de la participación ya sea directa o indirectamente. Esta nueva penalización incluye el bloqueo a todos los bienes e intereses en territorio estadounidenses, prohíbe las transacciones por parte de personas o empresas de EE.UU. y las excluye del sistema financiero estadounidense.
Desde el inicio de la guerra, en febrero de 2022, Washington ha sancionado a más de 6.000 personas y entidades vinculadas a la maquinaria bélica rusa, acciones que ha ido ampliando y endureciendo en respuesta a nuevos ataques y las escaladas en el conflicto.
Medidas europeas
Un portavoz de la presidencia de la Unión Europea también informó que el bloque acordó imponer un nuevo paquete de medidas, el decimonoveno desde el comienzo del conflicto bélico, destinadas a cortar la financiación de Moscú proveniente del petróleo y el gas. Una de las medidas es la prohibición de importar gas natural licuado de Rusia durante un año. Asimismo, los países miembros incluirán en su lista negra a más de un centenar de petroleros de la flota fantasma, un ejército de buques que ayudan a Rusia a eludir las restricciones a la exportación de petróleo.
Más allá de los esfuerzos por cortar los ingresos de Moscú, la UE también restringirá los viajes en su territorio de diplomáticos rusos sospechosos de espionaje. Se espera que los 27 países adopten el paquete de sanciones el jueves, cuando está previsto que el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, participe en una reunión de los líderes de la UE en Bruselas.
Cortesía de Página 12
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