¿Un bebé dinosaurio corriendo por tu jardín? La verdad científica detrás del impactante video

El reciente video de una cámara de seguridad que captó lo que algunos insisten en llamar “dinosaurio” ha causado un revuelo inesperado en redes sociales y en la comunidad científica. La escena, tomada en Palm Coast, Florida, ha dado lugar a intensos debates que recuerdan a clásicos casos de criptozoología y misterios no resueltos. Sin embargo, más allá de las bromas y teorías conspirativas que circulan, el video presenta una oportunidad para explorar temas fascinantes sobre cómo nuestro cerebro interpreta lo que ve y la relación entre ciencia, cultura y creencias.

La misteriosa aparición en Florida

Cristina Ryan, una residente de Palm Coast, notó algo extraño en su cámara de seguridad. En la grabación, capturada alrededor de las 3:40 de la madrugada, se observa una criatura corriendo rápidamente por el jardín. La figura, vista de perfil, parece desplazarse de una manera que algunos espectadores han interpretado como el movimiento de un pequeño dinosaurio bípedo, similar a los velociraptores popularizados por la franquicia Jurassic Park.

Es un dinosaurio o simplemente una ilusión
¿Es un dinosaurio o simplemente una ilusión? Foto: Dall-e/Christian Pérez

“Cualquier animal que conozcamos no caminaría de esa forma”, declaró Ryan a la estación de noticias local. Mientras algunos sugirieron que podría ser un ave grande, ella lo rechazó diciendo: “No tiene sentido, ya que parece tener patas delanteras”.

La historia, recogida por medios locales y replicada en plataformas como YouTube y TikTok, rápidamente atrajo la atención de internautas. Muchos se lanzaron a las teorías más descabelladas, especulando que el video mostraba un dinosaurio o un ser de otra dimensión. Sin embargo, algunos espectadores mantuvieron una postura escéptica, sugiriendo que lo que la cámara había captado era en realidad un perro con un arnés reflectante arrastrando una correa.

El cerebro y los “falsos dinosaurios”

Aunque para muchos la imagen de un “dinosaurio” parece absurda, no es raro que las personas perciban cosas inusuales en grabaciones de mala calidad. Este fenómeno se explica en parte por la pareidolia, un sesgo cognitivo que lleva a las personas a ver patrones familiares en objetos o imágenes abstractas. En este caso, la baja resolución de la grabación y la oscuridad de la noche pueden hacer que el cerebro complete la información faltante con formas que le son familiares, como un dinosaurio.

Los estudios sobre la pareidolia revelan que este fenómeno ocurre en parte porque nuestro cerebro está programado para buscar rostros y formas conocidas como una forma de autoprotección. Esta tendencia innata podría explicar por qué algunas personas ven un dinosaurio, mientras que otras simplemente ven un perro corriendo.

Sea como fuere, no hay duda de que el caso de Palm Coast se suma a una larga lista de avistamientos que, según los creyentes, muestran seres extintos o nunca antes catalogados por la ciencia. En 1933, por ejemplo, se popularizó la supuesta existencia del Monstruo del Lago Ness en Escocia, que muchos interpretaban como un plesiosaurio sobreviviente. En Estados Unidos, Bigfoot o Pie Grande ha sido objeto de leyendas y avistamientos esporádicos, generalmente respaldados por fotografías borrosas o videos de mala calidad.

En todos estos casos, la ciencia tiende a responder con escepticismo, argumentando que las pruebas suelen ser demasiado endebles o que existen explicaciones más razonables. Los supuestos videos de dinosaurios o criaturas míticas suelen interpretarse como malas identificaciones de animales conocidos, efectos ópticos o, en ocasiones, elaborados fraudes.

Captura de pantalla del vídeo original publicado en YouTube. Foto: YouTube

La búsqueda de explicaciones: ¿Perro, ave o algo más?

Volviendo al caso de Florida, las teorías más realistas señalan que lo captado por la cámara es, de hecho, un perro corriendo con un arnés reflectante. Al analizar el video, los escépticos han argumentado que la forma alargada del “dinosaurio” podría ser en realidad la combinación de la sombra del perro y la correa siendo arrastrada, creando la ilusión de un pequeño reptil con extremidades delanteras.

Otra explicación posible es que se tratase de un ave grande como un pavo o una garza, que podría generar una figura similar en la cámara dependiendo del ángulo y la velocidad a la que se movía.

Lo interesante de estos casos es que las percepciones de los testigos suelen estar influenciadas por la cultura popular. Desde películas como Jurassic Park hasta programas de televisión y videojuegos, los dinosaurios se han grabado en la conciencia colectiva como figuras de misterio y asombro. Es por ello que, cuando vemos algo inesperado en una grabación, nuestro cerebro puede buscar en su “archivo mental” una figura conocida, y para muchos, un dinosaurio encaja perfectamente.

Investigadores han señalado cómo las películas de ciencia ficción y los relatos de criptozoología han moldeado nuestra interpretación de lo extraño. Por ejemplo, la exposición constante a ciertos arquetipos puede predisponernos a interpretar lo desconocido a través de esos filtros. Es decir, si has crecido viendo películas de dinosaurios, probablemente veas un raptor antes que un perro en un video borroso.

Al igual que las fotos borrosas del famoso Monstruo del Lago Ness, las grabaciones de criaturas extrañas suelen despertar más preguntas que respuestas y nos invitan a reflexionar sobre cómo nuestro cerebro interpreta lo desconocido. Foto: Wikimedia

La ciencia detrás de la percepción: un fenómeno complejo

La ciencia sugiere que cuando el cerebro se enfrenta a una imagen borrosa o confusa, combina la información sensorial incompleta con las expectativas culturales y personales del individuo. Sabemos que, en condiciones de baja luz, el cerebro se vuelve más propenso a completar las formas faltantes con figuras familiares. De hecho, en situaciones de incertidumbre visual, nuestra mente busca activamente llenar los vacíos con lo que considera más lógico o conocido, basándose en experiencias previas.

En el caso de Palm Coast, la combinación de baja iluminación, la limitada calidad de la cámara y la predisposición cultural para interpretar criaturas extrañas como dinosaurios pueden haber jugado un papel fundamental en la percepción del fenómeno.

Los científicos insisten en la importancia de no apresurarse a sacar conclusiones basadas en videos de baja calidad o testimonios anecdóticos. Las ciencias cognitivas nos enseñan que el cerebro humano no es un simple receptor pasivo de información, sino que interpreta, distorsiona y a menudo crea ilusiones. Por eso, ante casos como el de Palm Coast, la investigación rigurosa y el escepticismo son esenciales para evitar caer en conclusiones erróneas.

Básicamente, es natural que queramos encontrar explicaciones fantásticas a cosas que no entendemos, pero es importante recordar que el primer paso en la ciencia es descartar todas las opciones mundanas antes de aceptar una conclusión extraordinaria.

¿Por qué seguimos viendo dinosaurios?

El caso de Palm Coast es un recordatorio de la profunda fascinación humana por lo desconocido. A lo largo de la historia, los avistamientos de criaturas míticas han reflejado no solo nuestra curiosidad, sino también nuestros miedos y deseos de creer en un mundo más mágico y menos comprendido. Ya sea el Monstruo del Lago Ness, Bigfoot o el “dinosaurio” de Florida, estos fenómenos nos invitan a cuestionar nuestra percepción y a explorar los límites entre la ciencia, la cultura y la imaginación.

Referencias:

  • B. Dave. ‘Baby Dinosaur’ Filmed Running Through Yard By Security Camera. iHeart. Consultado el 21 de octubre de 2024
  • Pavlova MA, Romagnano V, Fallgatter AJ, Sokolov AN. Face pareidolia in the brain: Impact of gender and orientation. PLoS One. 2020;15(12):e0244516. Published 2020 Dec 31. doi:10.1371/journal.pone.0244516
  • Akdeniz G, Toker S, Atli I. Neural mechanisms underlying visual pareidolia processing: An fMRI study. Pak J Med Sci. 2018;34(6):1560-1566. doi:10.12669/pjms.346.16140
  • Camenzind M, Göbel N, Eberhard-Moscicka AK, et al. The phenomenology of pareidolia in healthy subjects and patients with left- or right-hemispheric stroke. Heliyon. 2024;10(5):e27414. Published 2024 Feb 29. doi:10.1016/j.heliyon.2024.e27414

Cortesía de Muy Interesante



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