Un eclipse, tres lluvias de estrellas y dos superlunas: todos los eventos astronómicos de este otoño

El otoño meteorológico empezó el 1 de septiembre pasado. Pero el equinoccio de septiembre, que da paso al otoño astronómico en el hemisferio norte y a la primavera en el sur, no dará comienzo hasta este domingo, día 22, a las 14.44 horas, hora peninsular, según cálculos del Observatorio Astronómico Nacional. Esta estación durará aproximadamente 89 días y 21 horas y terminará el 21 de diciembre, con la llegada del invierno.

El inicio del otoño es la época del año en que la longitud del día se acorta más rápidamente. En las latitudes de la Península, el sol sale por las mañanas más de un minuto después que el día anterior, y por la tarde se pone más de un minuto antes. Como consecuencia, al inicio del otoño el tiempo en que el sol está por encima del horizonte disminuye casi tres minutos cada día.

El inicio del otoño en el hemisferio norte está definido por el instante en que la Tierra pasa por el punto de su órbita desde el cual el centro del sol cruza el ecuador celeste en su movimiento aparente hacia el sur. El día en que esto sucede, la duración del día y la noche prácticamente coinciden. A esta circunstancia se la llama también equinoccio de otoño.

En el momento en que el otoño comienza en el hemisferio norte, en el hemisferio sur comienza la primavera.

1.- Eclipse de sol

“Cada año hay al menos dos eclipses solares y dos lunares”, apunta Miguel Querejeta, astrónomo del Observatorio Astronómico Nacional. Y el verano ha finalizado con un eclipse parcial de luna. Como lo normal es que los eclipses se acompañen entre ellos -es decir, que uno se produzca media lunación después que el otro- justo al empezar el otoño tendremos uno: un eclipse anular de sol, que sucederá el 2 de octubre y se verá en el Pacífico y Sudamérica.

En un eclipse anular o de fuego la luna pasa directamente por delante del sol, pero no lo cubre completamente, creando la apariencia de una aureola brillante alrededor de ella, aunque apenas tenga unos minutos de duración.

Eclipse anular en Madrid en octubre de 2005. / Archivo / Agustín Catalán

2.- El triángulo de verano y otras estrellas

En cuanto a las estrellas y constelaciones visibles al anochecer en otoño, destacará el triángulo de verano, que ha sido visible durante toda la estación estival. Formado por las estrellas Vega (de la constelación Lyra o Lira), Deneb (de la constelación Cygnus o Cisne) y Altair (de la constelación Aquila o Águila), que son las principales de sus respectivas constelaciones, seguirá siendo visible durante la primera parte de la estación, aunque gradualmente a menor altura sobre el horizonte oeste.

Para ver la tríada estelar, basta mirar al cielo hacia el este, donde aparecerá Vega, una gran estrella a 25 años luz del sistema solar. Por debajo y a la derecha se puede ver Altair, la duodécima estrella más brillante del cielo, a 17 años luz de nosotros. Al noreste, algo más elevada y para completar el triángulo, Deneb, una estrella supergigante con 20 veces la masa y unas 200 veces el radio del sol. Esta última es una de las estrellas más lejanas que pueden verse a simple vista.

A medida que avancen los meses, veremos surgir por el este las constelaciones de Pegaso, Andrómeda y Perseo, y al final de la estación aparecerán las constelaciones de Tauro y Orión, que alcanzarán su máximo esplendor durante las noches de invierno.

3.- Lluvia de dracónidas

Otros fenómenos de interés astronómico durante este otoño serán las lluvias de meteoros de las dracónidas, visible en el hemisferio norte entre el 6 y el 10 de octubre y cuyo máximo se espera hacia 8 de octubre.

La lluvia de estrellas provocada por las dracónidas se producen cuando la órbita de la Tierra se cruza con las nubes de partículas que deja en su trayectoria el cometa 21P/Giacobini-Zinner. Salvo excepciones, esta lluvia no resulta espectacular por el número de meteoros que se pueden ver en el cielo, aunque sí destaca la lentitud con que dibujan su trazado, ya que van a solo 20 kilómetros por segundo, frente a los 70 de otros meteoros, lo que permite, si las condiciones son favorables, ver cómo esa ‘estrella fugaz’ se desliza suavemente por el cielo.

Este año, el máximo de esta lluvia se producirá dos días antes del cuarto creciente, por lo que su observación será más propicia después de la puesta de la luna. El pico del máximo será el día 8 de octubre hacia las 15 horas (hora peninsular española), aunque puede haber picos secundarios cerca de la salida del sol ese día, producidos por el filamentos de polvo emitidos por el cometa, por lo que la visión antes del crepúsculo matutino puede ser propicia.

4.- Lluvia de ‘estrellas fugaces’

También habrá lluvia de oriónidas, conocida comúnmente como ‘estrellas fugaces’, cuyo máximo será hacia el 21 de octubre. Las oriónidas proceden del famoso cometa Halley, que orbita alrededor del sol aproximadamente cada 76 años. Una de las peculiaridades de este rastro de partículas que deja el cometa Halley es que puede apreciarse en todas partes del mundo, ya que esta lluvia pasa muy cerca del Ecuador celeste. No obstante, el hecho de que este año el máximo ocurra cuando la luna está cambiando de llena a cuarto menguante dificultará su observación. Las oriónidas radian todos los años, entre el 2 de octubre y el 7 de noviembre, de la constelación de Orión, pasando muy cerca de la estrella supergigante roja Betelgeuse.

4.- Las famosas leónidas

Tras las oriónidas, llega el turno de las famosas leónidas, uno de los más conocidos del año junto a las Perseidas de agosto y cuyo máximo sucede hacia el 17 de noviembre. Este evento celeste se puede ver desde el 6 de noviembre hasta el día 30, una lluvia de estrellas especialmente visible en la constelación Leo. Sin embargo, este año el máximo de esta lluvia se producirá dos días después de la luna llena, por lo que su observación no será propicia. Su tasa de actividad es modesta -de entre 10 y 20 meteoros la hora-, pero cada 33 años, coincidiendo con el paso del cometa 55P/Tempel-Tuttle por el perihelio -el punto más cercano- de su órbita, las leónidas dan lugar a espectaculares tormentas de meteoros llegando a una frecuencia de miles de meteoros por hora. El mejor punto para verlas es en el ángulo comprendido entre los 0º y los 40º NE, cuando el radiante de las leónidas -la estela de luz que dejan a su paso- se sitúa por encima del horizonte desde la medianoche hasta el amanecer.

5.- Las gemínidas, estrellas inusuales

La última lluvia del otoño es la de las gemínidas, cuyo máximo será hacia el 14 de diciembre. Este grupo de estrellas debe su nombre a que provienen de la constelación de Géminis. Además, suelen ser visibles desde comienzos hasta mediados de diciembre, normalmente, los días como 13 o 14 de diciembre son los que muestran más de 100 meteoros por hora. Este año, no obstante, suceden uno o dos días antes de la luna llena de diciembre -que se dará el día 15-, lo que hará que sea casi imposible ver esta lluvia de estrellas.

Las gemínidas son un grupo de estrellas bastante inusual porque su origen no es un cometa, sino un asteroide, conocido como Phaethon 3200. Y existe una hipótesis, hecha por astrónomos, que dice que el asteroide Phaethon fue hace 2000 años un cometa y que, cuando estuvo muy cerca del sol, su gravedad creó un gran desastre que provocó un cambio en su órbita que hizo que dejara atrás unos grandes escombros, que fueron las gemínidas.

6.- Dos superlunas y el cambio de hora

Las lunas llenas de otoño tendrán lugar el 17 de octubre, el 15 de noviembre y el 15 de diciembre. Coincide que las dos primeras -la del 17 de octubre y la del 15 de noviembre- serán la tercera y cuarta superluna del 2024, tras la de agosto y la de septiembre. Y que la de diciembre, aunque no será superluna, será la última luna llena del año.

Aunque tanto el Parlamento Europeo como la Comisión se han pronunciado a favor de eliminar los cambios de hora en el futuro, todavía no existe una decisión definitiva al respecto. Por ello, este año sigue en vigor el tradicional cambio de hora, que tiene lugar el último domingo de octubre. Ese día, el 27 de octubre, a las 3 de la madrugada hora peninsular retrasaremos los relojes una hora, para volver a marcar las 2.

Cortesía de El Periodico



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