¿Cuántos secretos históricos se ocultan aún bajo el suelo que pisamos? Una reciente campaña arqueológica en la antigua ciudad de Cauno, situada en la provincia turca de Muğla, ha logrado desvelar uno de ellos. El equipo de investigadores ha localizado los restos de un hospital romano de los siglos II-III d.C. sobre el que, posteriormente, se construyó una iglesia bizantina en el siglo VI. Este hallazgo, además de aportar nuevos datos sobre las prácticas médicas en el Imperio romano, también muestra la capacidad de los espacios urbanos para reinventarse y adaptarse a lo largo de los siglos.
Un hospital romano en Anatolia
El edificio identificado como hospital —o valetudinarium— presenta una disposición característica de los complejos sanitarios romanos. Las habitaciones se organizan en torno a un patio central, con corredores bien delimitados y una serie de accesos dispuestos simétricamente que facilitaban el tránsito del personal y los pacientes. Su diseño sugiere una planificación funcional, pensada para agilizar tanto las prestaciones médicas como el aislamiento de los enfermos, algo coherente con la tradición romana de ubicar los hospitales junto a las murallas, lejos del centro urbano.
Durante las excavaciones, además, se hallaron instrumentos quirúrgicos y otros utensilios médicos que confirman el uso sanitario del edificio. Entre ellos, destacan pinzas, bisturíes y pequeñas herramientas metálicas para llevar a cabo intervenciones quirúrgicas básicas. La presencia de fragmentos cerámicos y restos de ungüentarios refuerzan la interpretación de que el lugar cumplía funciones ligadas a la salud.
Los arqueólogos han señalado que el complejo pudo haber funcionado, en un principio, como hospital militar para los soldados romanos. Con el paso del tiempo, sin embargo, se abrió también a la población civil. La estructura, pues, refleja la progresiva integración de las instituciones sanitarias en la vida urbana.

La iglesia bizantina, un caso de reapropiación arquitectónica
Ya en el siglo VI d.C., sobre los restos del hospital romano se levantó una iglesia bizantina, cuya estructura reutilizó los cimientos y parte de los muros romanos. En la antigüedad tardía resultaba habitual reinterpetar los espacios vinculados a la salud física en clave espiritual. Así, los lugares para curar el cuerpo podían transformarse en un ámbito dedicado a la sanación del alma y a la devoción cristiana.
La iglesia muestra una planta basilical sencilla, con ábside semicircular y muros reforzados con sillares romanos reaprovechados. Durante la excavación, se identificaron fragmentos de mosaicos, restos de pintura mural y bases de columnas que pudieron pertenecer a un altar o un iconostasio. Este hallazgo, por tanto, confirma que la comunidad cristiana de Cauno contó con un espacio de culto relevante en el periodo bizantino medio, cuando la ciudad mantenía aún cierta prosperidad económica y religiosa.

Continuidad de uso: de la era romana al periodo islámico
Uno de los aspectos más fascinantes del hallazgo es la larga secuencia de ocupación documentada en el mismo edificio. Tras sus etapas como hospital e iglesia, el lugar siguió en uso durante la Edad Media. Durante las excavaciones, se recuperó una moneda del beylik de Aydın, fechada entre los siglos XIII y XIV, que apunta a que el complejo también se reutilizó durante el periodo turco-islámico. En total, los arqueólogos han identificado al menos cinco fases de ocupación: romana, bizantina temprana, bizantina media, medieval e islámica.
Cauno, un yacimiento con muchos rostros
Enclavada en la antigua región de Caria, Cauno fue una ciudad estratégica entre el mar Egeo y el interior de Anatolia. Su puerto, activo desde el periodo helenístico, facilitaba el intercambio comercial y cultural con el Mediterráneo oriental. Durante la época romana alcanzó un notable desarrollo urbano, tal y como muestran sus teatros, baños, ágoras, templos y necrópolis monumentales excavadas en la roca. El hallazgo del hospital-iglesia se suma a este rico patrimonio y aporta una nueva dimensión a la comprensión de la vida cotidiana en la antigua ciudad. Hasta elahora, se conocían edificios cívicos, religiosos y funerarios, pero no se había documentado una estructura dedicada a la asistencia médica.

Implicaciones arqueológicas y patrimoniales
El descubrimiento del hospital romano de Cauno permite seguir la continuidad funcional y simbólica de un mismo edificio a lo largo de más de mil años. Pocas estructuras del Mediterráneo ofrecen una secuencia tan completa de transformación. Desde un punto de vista arqueológico, el complejo ofrece la oportunidad de estudiar cómo las distintas comunidades que ocuparon la ciudad resignificaron los espacios construidos y los adaptaron a nuevas necesidades sin destruir por completo su memoria. El hospital convertido en iglesia representa, en este sentido, una metáfora tangible del tránsito cultural entre el mundo romano y el bizantino.
Asimismo, los instrumentos médicos hallados brindan información valiosa sobre las prácticas sanitarias en la Anatolia romana, donde la medicina combinaba los conocimientos teóricos griegos con la experiencia práctica militar. Estos objetos permiten inferir la existencia de un personal especializado —posiblemente médicos itinerantes o esclavos formados en medicina— y de pacientes que acudían al hospital para recibir cuidados sistemáticos.
Por su parte, la iglesia bizantina revela la importancia de Cauno como enclave cristiano. Su arquitectura, aunque modesta, muestra rasgos del arte bizantino temprano. Su posición dentro del recinto fortificado sugiere, además, que pudo estar asociada a un pequeño monasterio o comunidad clerical establecida en torno al siglo VI en la zona.

El valor simbólico de la transformación
Más allá de su relevancia histórica y material, el conjunto de Cauno ejemplifica la capacidad de las sociedades antiguas para transformar los lugares de curación corporal en espacios de sanación espiritual. En este sentido, el paso de hospital a iglesia no representa una ruptura, sino una continuidad conceptual entre dos formas de cuidado: la del cuerpo y la del alma.
Referencias
Cortesía de Muy Interesante
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