Un nuevo estudio publicado en Nature adviertió que el agua subglacial, es decir, el agua que fluye bajo la capa de hielo de la Antártida, podría estar jugando un papel mucho más importante en el aumento del nivel del mar del que se había estimado hasta ahora. Según la investigación realizada por científicos de la Universidad de Tasmania, no incluir estos sistemas de agua en los modelos climáticos puede llevar a proyecciones erróneamente optimistas sobre el impacto del derretimiento polar. Los investigadores considera esta situación alarmante, ya que este fenómeno no solo acelera la pérdida de hielo, sino que también afecta la capacidad del planeta de absorber calor.
De acuerdo con el estudio liderado por Chen Zhao, la presencia de ríos y lagos ocultos bajo el hielo antártico actúa como un lubricante que facilita el movimiento de las gigantescas masas de hielo hacia el océano. Al no considerar correctamente estos sistemas en los modelos actuales, las estimaciones del aumento del nivel del mar podrían estar subvalorando el riesgo real. En el peor de los casos, la contribución de la Antártida al aumento del nivel del mar podría ser hasta tres veces mayor de lo que se preveía y llegar a sumar 2.2 metros adicionales para el año 2300.
Los ríos ocultos que podrían cambiar la historia del clima
El hallazgo más importante de este estudio es que la base de la capa de hielo antártica no es una estructura sólida e inmutable, sino un sistema dinámico alimentado por agua que se genera a partir del calor geotérmico, la fricción del hielo y el contacto con agua oceánica templada. Según un comunicado de la Universidad de Tasmania, esta red subglacial facilita el desplazamiento del hielo hacia el mar, acelera la pérdida de masa y con ello, el aumento del nivel del mar.
De acuerdo al comunicado, si no se incorporan correctamente estos mecanismos, las predicciones actuales podrían estar subestimando la magnitud de los cambios futuros. Esto implica no solo un riesgo para las comunidades costeras del mundo, sino también una amenaza para la estabilidad climática general, ya que la criosfera (las zonas congeladas del planeta) juega un papel importante en la absorción de calor. A medida que se reduce el volumen de hielo, disminuye también la capacidad de la Tierra para moderar el aumento de temperatura global.
Simulaciones avanzadas revelan que ignorar la hidrología subglacial distorsiona las proyecciones climáticas
El equipo científico utilizó un modelo computacional de alta resolución llamado Elmer/Ice para analizar cómo diferentes tratamientos del agua subglacial pueden modificar las proyecciones del nivel del mar desde el año 2015 hasta el 2300. Se ejecutaron seis simulaciones con distintos supuestos sobre la presión del agua en la base del hielo. Según el estudio, cuando se integran mecanismos hidrológicos más realistas, las proyecciones muestran una aceleración drástica del flujo de hielo.
En el escenario más alarmante, la inclusión de estos factores puede duplicar o incluso triplicar la descarga de hielo en comparación con los modelos que los omiten. Además, el estudio señala que algunas regiones de la Antártida, como los glaciares Pine Island y Thwaites, así como la Cuenca Subglacial de Wilkes, podrían alcanzar puntos de inflexión irreversibles hasta 40 años antes de lo previsto. Estos puntos marcan el inicio de una pérdida de hielo que ya no puede detenerse.

Una parte crucial de la investigación comparó dos modelos de deslizamiento basal: la clásica ley de Weertman y la más actualizada ley de Coulomb regularizada (RC), que toma en cuenta la presión del agua subglacial. Según el estudio, esta última produce resultados mucho más alarmantes, ya que refleja con mayor fidelidad la forma en que el hielo responde al entorno subterráneo cambiante. También se evaluó el método de escalado por altura sobre flotación (HAF), que simula cómo la presión disminuye cerca del punto de flotación del hielo, lo que ofrece una aproximación más sensible y dinámica al comportamiento del sistema.
Según el comunicado de la Universidad de Tasmania, actualmente se conocen más de 140 lagos subglaciales activos bajo la Antártida, aunque vastas regiones permanecen inexploradas. Acceder a esta información es costoso y complejo, ya que implica perforaciones profundas o el uso de tecnologías como el radar de penetración de hielo y la altimetría láser. A pesar de estas dificultades, avanzar en el conocimiento del sistema subglacial es importante para prever y al menos, tratar de detener las consecuencias más graves del cambio climático.
Cortesía de Xataka
Dejanos un comentario: