Un hombre-bomba sacude Brasil

Desde Río de Janeiro

Fue todo muy rápido, y sigue muy alta la marea de dudas.

Al principio de la noche del miércoles, a eso de las siete, un coche estaciona en la Plaza de los Tres Poderes, que en Brasilia reúne el Congreso, el Supremo Tribunal Federal (STF), instancia máxima de la Justicia en el país, y el Congreso.

El coche, con matrícula de la ciudad de Rio do Sul, en la provincia de Santa Catarina – considerada reducto de bolsonaristas, por reunir un enorme número de seguidores do desequilibrado ultraderechista que presidió Brasil entre 2019 y 2022, Jair Bolsonaro. Se estaciona cerca de la Cámara de Diputados y baja un hombre que camina rumbo al STF.

En la mano, carga dos paquetes.

Al acercarse a la corte suprema de Justicia, lanza el primero, que explota pero sin provocar mayores daños. Ya el segundo explota en sus manos, causando lo que después la Policía describiría como un acto de “auto-exterminio”. O sea, no se sabe si fue accidente o suicidio.

Los jueces de la corte suprema, que en Brasil son llamados de “ministros”, fueron retirados a toda prisa por la Seguridad. Y poco después diputados y senadores abandonaron el Congreso. Había el temor de que otros explosivos hubiesen sido puestos en su interior.

Lula da Silva estaba lejos, en la residencia de campo de la presidencia, a unos cuatro kilómetros de distancia.

A partir de ese momento empezó la tempestad de inquietudes que están barriendo el país.

Quedó claro que el hombre, Francisco Wanderley Luiz (foto), de 59 años, actuó solo. No hay registro de imágenes de algún otro vehículo de apoyo o de colaboradores en las veredas. Pero todo lo demás está envuelto por una gruesa frazada de dudas.

Por ejemplo: ¿de dónde vinieron las armas y los explosivos encontrados en su automóvil? ¿Cómo él, que vivía de hacer llaves que vendía en un quiosco callejero, logró dinero para trasladarse a unos 1.600 kilómetros de distancia, y luego alquilar una casa cuando eran mediados de julio y donde se mantuvo hasta ahora?

En vísperas del atentado puso en sus redes sociales fotos suyas dentro del Supremo Tribunal Federal y de la Cámara de Diputados. ¿Cómo ingresó? ¿Autorizado por quien, invitado por quién?

Si no hay indicio alguno, al menos hasta el momento, de que Bolsonaro tenga algún tipo de vínculo con el fracasado atentado, no queda duda de que su discurso sigue incendiando seguidores dispuestos lo que sea con tal de rescatarlo de su condición de “inelegible” que le fue impuesta precisamente por el Supremo Tribunal Federal.

Queda pendiente de respuesta, por fin, otra duda: si desde mediados de julio Francisco Wanderley Luiz circulaba libremente por Brasilia llenando sus páginas en la internet de amenazas y anuncios de atentados, ¿por qué razón la policía no lo detuvo?

Y pendiente queda una seria advertencia: más atentados vendrán. Los seguidores de Bolsonaro están y estarán siempre dispuestos de lo que sea.

Cortesía de Página 12



Dejanos un comentario: