Según un reporte de People, Tom Brady reveló que su nueva perra Junie no es simplemente una mascota adoptada, sino un clon genético de su difunta Lua, la mezcla de pitbull que compartía con su exesposa Gisele Bündchen y sus hijos.
Lua falleció en diciembre de 2023, pero Brady decidió conservar una muestra de su sangre antes de su muerte. Dos años después, esa decisión resultó en el nacimiento de Junie, su copia genética. El proceso fue llevado a cabo por Colossal Biosciences, una empresa texana de biotecnología en la que el exjugador es inversionista y asesor. Brady explicó:
“Hace unos años, trabajé con Colossal y utilicé su tecnología de clonación no invasiva mediante una simple extracción de sangre de nuestra perra anciana antes de que falleciera, En pocos meses, Colossal le dio a mi familia una segunda oportunidad con un clon de nuestra querida perra”
El anuncio coincidió con otra noticia, pues Colossal adquirió a Viagen Pets and Equine, la empresa responsable de clonar a las mascotas de Barbra Streisand y Paris Hilton y que posee los derechos de la tecnología usada para clonar a la oveja Dolly en 1996.
Clonar no es resucitar: el perro se parece, pero no es el mismo
Aunque Junie sea genéticamente idéntica a Lua, eso no significa que sea la misma perra. The New York Times explicó que un clon solo comparte el ADN, pero no los recuerdos, el temperamento o las experiencias que definían al animal original. El filósofo Samuel Gorovitz declaró para el citado medio: “el mayor riesgo de la clonación es la autoengaño: el nuevo perro no será el anterior, aunque lo parezca”.
La ciencia detrás es compleja, pero el principio es el mismo desde Dolly: se extrae el núcleo de una célula del animal original, se inserta en un óvulo vacío y se estimula para crear un embrión que luego es implantado en una madre sustituta. El resultado es un gemelo genético, no una resurrección.
Aun así, Brady se mostró entusiasmado con el futuro de esta tecnología y aseguró que podría “ayudar tanto a las familias que pierden a sus queridas mascotas como a la conservación de especies en peligro de extinción”.
La empresa detrás de los lobos huargos
Colossal Biosciences no es una empresa cualquiera, como informamos antes en Xataka México, es la misma que anunció hace unos meses haber logrado “desextinguir” a tres lobos huargos, los gigantescos cánidos prehistóricos popularizados por Game of Thrones. Y su siguiente objetivo es todavía más ambicioso, revivir al mamut lanudo, especie extinta hace miles de años.
La compañía combina ADN antiguo con biología sintética en un proceso que llama “rescate genético”. Según su fundador, Ben Lamm, “jugamos a ser Dios todos los días; ya hemos cruzado ese umbral”. Para él, la clonación no solo es una herramienta para traer de vuelta especies extintas, sino también una forma de combatir la pérdida de biodiversidad.
Sin embargo, los críticos no están tan convencidos. The New York Times recordó que solo el 2% de los intentos de clonación de perros resultan en cachorros vivos y que por cada nacimiento exitoso hay decenas de embriones y animales que mueren en el proceso. PETA fue aún más tajante: “Tener el dinero para clonar un perro pero no el sentido común para no hacerlo es indefendible”, dijo a Decrypt.

¿Y si Tom Brady ya era un clon?
Hasta aquí, todo suena a una historia de amor y ciencia. Pero hay un giro curioso y cómico: Tom Brady ya había aparecido en una serie de Netflix sobre clonación. En Cómo vivir contigo mismo, protagonizada por Paul Rudd, el exjugador hace un cameo interpretándose a sí mismo saliendo de un misterioso spa donde las personas se “renuevan”, aunque en realidad el procedimiento consiste en matar al original y dejar al clon perfecto viviendo su vida.
La serie es una comedia negra sobre identidad, tecnología y la obsesión humana con mejorar lo que ya tiene. Y ahora, con la revelación de que Brady clonó a su propio perro, el cameo parece menos ficción y hace más importante el debate sobre la clonación que la misma serie critica.
Con todo lo que este laboratorio esta haciendo, no es tan descabellado, ni tan difícil de imaginar, que, si hoy Tom Brady tiene un clon de Lua, quizá mañana alguien tenga un clon de Tom Brady.
Cortesía de Xataka
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