Un Papa estadounidense pero un poco latinoamericano

Desde El Vaticano

Después de cuatro votaciones de los 133 cardenales electores, el Papa número 267 de la Iglesia fue elegido este jueves. Se trata del cardenal estadounidense Robert Francis Prevost, que optó por el nombre de León XIV para su Papado. El nuevo Pontífice se asomó al balcón central de la Basílica de San Pedro muy sonriente y saludó con la mano a las más de 100.000 personas que estaban en la Plaza. Luego impartió la bendición Urbi et Orbi (a la ciudad y al mundo) haciendo inmediata referencia a la paz. Y recordó la bendición de Papa Francisco el día de Pascua. “Aun conservamos en nuestros oídos esa voz débil pero siempre corajuda de Papa Francisco que bendecía a Roma pero también al mundo entero esa mañana de Pascua”, dijo. “El mal no prevalecerá. Sin miedo, unidos, con Dios y entre nosotros, iremos adelante. El mundo tiene necesidad de su luz, la humanidad tiene necesidad de Dios como un puente (…) Ayuden también ustedes, unos con otros, a construir puentes con el diálogo, con el encuentro, para ser un solo pueblo en paz. Gracias a Papa Francisco”, indicó. “Tenemos que buscar juntos una Iglesia misionaria , que construya puentes, y reciba a todos los que necesitan de nuestra caridad y nuestro diálogo”, agregó.

También saludó en castellano a la diócesis de Chiclayo, en Perú, donde trabajó. En 2014 el papa Francisco lo nombró administrador apostólico de la diócesis y en 2015 obispo de Chiclayo. Una diócesis, dijo, “donde un pueblo fiel ha acompañado su obispo y ha dado tanto para seguir siendo una Iglesia unida”. “Queremos ser una iglesia sinodal, que camina, que busca la paz, la caridad y es cercana a los que sufren. Hoy recemos por la paz en el mundo”, concluyó, asegurando a todos los presentes y a los que estaban viendo el evento a través de televisión o internet, la “indulgencia plenaria” que perdona todos los pecados.

La historia del nuevo Papa 

El Papa Prevost nació en 1955 (69 años) en Chicago, Estados Unidos, en 1977 entró en el noviciado de la orden de San Agustín. Se diplomó en teología estudiando en la Catholic Theological Union di Chicago. En Roma estudió Derecho Canónico en la Pontificia Universidad de San Tomás de Aquino y fue ordenado sacerdote en 1982. En 1984 fue enviado por la Orden de San Agustín a trabajar en la misión de Chulucanas, en Piura, Perú, donde estuvo hasta 1986. Trabajó también en otras misiones en Trujillo, Iquitos y Apurimac.

En 2013 volvió a Chicago y en 2014 el papa Francisco lo nombró administrador apostólico de la diócesis de Chiclayo y luego obispo de la diócesis de Sufar. En 2015 fue nombrado obispo de Chiclayo. Desde 2018 es vicepresidente de la Conferencia Episcopal Peruana. Luego Papa Francisco lo nombró miembro de la Congregación para el Clero en 2019 y miembro de la Congregación para los Obispos en 2020. Desde 2023 es Prefecto del Dicasterio para los Obispos y presidente de la Comisión para América Latina. Fue creado cardenal por papa Francisco en setiembre de 2023.

La presentación 

Pocos esperaban que el nuevo Papa fuera elegido tan rápidamente, sólo después de cuatro votaciones, aunque lo mismo ocurrió con Benedicto XVI.

Los católicos estaban ansiosos por saber quién sería el sucesor del Papa Francisco. Pero también los no católicos. Se lo preguntaban cada día, cada hora, cada minuto, desde que murió el Papa argentino el 21 de abril y desde que comenzó el miércoles el cónclave, es decir la reunión a puertas cerradas de los 133 cardenales electores que debían decidirlo. La primera votación del cónclave, el miércoles por la tarde, no dio ningún resultado y por eso la fumata, que salió por la chimenea de la capilla Sixtina donde estaban reunidos los cardenales, fue negra. Fue negra también la segunda fumata, el jueves a las 11.51 hora local. Por la tarde hubo otra votación y finalmente la fumata blanca, a las 18,08, hizo estallar a la gente en la plaza de San Pedro que gritaba y festejaba agitando las banderas de sus naciones mientras sonaban las campanas vaticanas.

El nuevo Papa fue presentado por el cardenal encargado de la ceremonia en el balcón de la basílica de San Pedro. La primera frase del cardenal, como exige la ceremonia, fue “Habemus Papam”, es decir “Tenemos Papa”, anunciando además que se llamaría León XIV. Poco después apareció el nuevo Pontífice para saludar a la gente.

Previamente, apenas consiguió los 89 votos a favor necesarios de parte de los 133 cardenales electores, el Papa debió aceptar formalmente el cargo y fue conducido a la llamada “Sala de las lágrimas” , junto a la Capilla Sixtina , donde le fue colocada la vestimenta de Pontífice y volvió a la capilla Sixtina para rezar, según estableció como obligatorio el papa Benedicto XVI.

Antes de que el Papa León XIV se asomara, la banda de la Gendarmería vaticana, los Guardias suizos, y la banda de carabineros y de las fuerzas armadas italianas entraron a la Plaza de San Pedro. Y el himno italiano y del vaticano fueron interpretados por las bandas que así, celebraron la elección del nuevo Papa. La plaza estaba llena no sólo de fieles de múltiples países que levantaban sus banderas, sino también de cardenales no electores, obispos, sacerdotes, monjas.

Que espera la gente 

Para los creyentes, en estos difíciles momentos que está viviendo el mundo, con guerras y conflictos repartidos por varios continentes como el de Israel-Palestina, Ucrania-Rusia, Birmania, Irán-Israel, Sudán, y recientemente el de India-Pakistán, entre otros, no se presenta un fácil panorama para el nuevo Papa.

León XIV también deberá decidir sobre numerosas cuestiones internas de la Iglesia, en relación a las cuales Francisco tomó medidas pero que tal vez todavía necesitan ser aplicadas con más fuerza o profundizadas. Es el caso de las resoluciones sobre abusos sexuales dentro de la Iglesia, el rol de las mujeres, la transparencia financiera, entre otras.

En una Plaza San Pedro colmada todos hablaban del nuevo Papa. Según Yanara, chilena que lleva un nombre mapuche y que con su marido Paulo, también chileno, están haciendo la luna de miel en Italia, el nuevo Papa “debería ser una persona que proyecte otra visión de la Iglesia. En Chile creo que la gente se ha alejado un poco de la Iglesia por todos los escándalos que han habido. La idea es que llegue un Papa para limpiar todo eso”. Yanara hizo alusión, entre otras cosas a los escándalos de abusos sexuales que salieron a relucir en Chile en todos estos años. “Yo diría que la visión del Papa Francisco fue distinta de los papas precedentes. Tenía una visión que entendía más el tiempo actual, era menos rígido. Esperemos que el nuevo Papa sea así”, comentó por su parte Paulo.

Guilherme de Portugal fue muy sintético: “El mejor Papa para mí sería uno que tenga muchas de las características de Francisco, humanitario, con menos ideología”, dijo.

Según la opinión del sacerdote diocesano Deivide Marcklai de Sergipe, estado de Brasil, que ha venido a estudiar a Italia por algunos meses, “no hay diferencia entre unos y otros candidatos al Papado, lo importante es que cumplan la voluntad de Dios”, indicó.

María y su marido Maner, de Gerona, España, quisieron asistir a la fumata en la Plaza de San Pedro porque nunca habían asistido a algo similar. Y se sintieron muy emocionados. “El nuevo Papa debe tener en cuenta todos los problemas que hoy tiene el mundo, que son muchos, las guerras, el hambre, las mujeres. Papa Francisco tuvo en cuenta todas esas cosas”, dijo Maner. Según María, Francisco “ha sido más progresista que muchos otros. Pero querríamos un nuevo Papa que lo fuera aún más, que tenga más fuerza para hacer los cambios y que tenga muy en cuenta a las mujeres”.

Sofía es una italiana que vive en provincia de Brescia, al norte de Italia. “Hubiera sido mejor un candidato italiano -dijo-. Pero veremos. Lo mejor es que el nuevo Papa siga el camino de Francisco porque él hizo muchas cosas buenas. Ha pensado en la gente, en los pobres y en cómo ayudarlos”.

Jorge, un muchacho argentino de Córdoba, que con un grupo de amigos daba vueltas por la Via della Conciliazione que lleva hasta San Pedro, fue uno más de los que destacó la figura de Francisco. “Fue un Papa que yo quise mucho, no solo porque era argentino sino porque ha hecho mucho por la Iglesia. Estamos acá con la esperanza de que el próximo Papa haga las cosas bien, como hizo Bergoglio”, dijo.

Otros dos chilenos de Santiago, de vacaciones en Roma, Manola y Alvaro, fueron muy claros. “Necesitamos un Papa conciliador, no conservador, que entienda la juventud, que entienda a las mujeres, que haga verdad el Evangelio. Necesitamos un reparador de la naturaleza humana. No es fácil”, dijo Alvaro. Manola por su parte destacó que “fue muy importante Bergoglio y por lo que nosotros hemos podido ver, se reactivó mucho la iglesia en América Latina gracias a él. Hubo un renacer. En Chile la iglesia estuvo muy golpeada por los problemas causados por los abusos sexuales. Lo que hizo Bergoglio sobre este tema fue muy útil. Claro algunos lo critican diciendo que podía haber hecho más. Pero esas diferencias son una cosa normal”.

Cortesía de Página 12



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