Nyree Hinton pensó que su rutina diaria era la misma de siempre. Conducía su Tesla de casa al trabajo y de regreso, sin desvíos, sin cambios, sin viajes largos. Pero algo no cuadraba. Su Model Y comenzó a registrar más kilómetros de los que realmente recorría. Para cuando quiso darse cuenta, el odómetro ya había pasado el límite de garantía, y la marca se negó a cubrir las reparaciones.
Según un demanda colectiva presentada en California, el vehículo mostraba un 15 % más de distancia de la real. El caso reaviva una duda incómoda: ¿Tesla manipula la información de sus autos para acabar con las garantías? La acusación no es menor. En lugar de calcular la distancia con sensores tradicionales colocados en las ruedas, como lo hacen casi todos los autos del mundo, la firma de vehículos eléctricos de Elon Musk habría optado por un modelo predictivo de comportamiento.
Así lo explica la demanda: el odómetro que usan los autos de Tesla no se basa en la rotación real de las ruedas, sino en estimaciones creadas por algoritmos. Es decir, un cálculo que podría estar inflando artificialmente los kilómetros recorridos. En un mundo donde la garantía caduca a los 80,000 kilómetros o a los cuatro años, lo que ocurra primero, eso hace una gran diferencia.
Otro cliente californiano descubrió que su Model Y de segunda mano sumaba kilómetros con más rapidez justo cuando se encontraba en una racha de visitas al taller por un problema en la suspensión. Según su testimonio, los números avanzaban sin lógica aparente, como si el coche corriera por sí solo. Cuando finalmente alcanzó el umbral de los 80,000 kilómetros, Tesla le negó el servicio.
Tesla Model Y.
Lo mismo le ocurrió a otros propietarios, quienes compararon sus recorridos con mapas GPS, aplicaciones de navegación externas e incluso con la propia aplicación de Tesla. Todos detectaron una tendencia clara: el coche reportaba más distancia de la que realmente había recorrido. Aunque el hecho podría parecer un simple error técnico, las consecuencias afectan directamente al bolsillo de los clientes.
La garantía de Tesla no solo representa una tranquilidad para el cliente, también implica costos importantes para la marca. Si el sistema de kilometraje acelera la expiración del contrato, la compañía podría reducir gastos de mantenimiento y limitar su responsabilidad legal. Al menos, esa es la sospecha que aparece entre líneas en los documentos judiciales. Por ahora, Tesla no ha emitido un comunicado oficial para responder a la demanda.

Tesla Model Y en problemas por su odómetro.
Una más de Elon Musk
Esta no es la primera vez que la precisión de los coches eléctricos de Elon Musk genera controversia. A lo largo de los años, han surgido críticas por sus estimaciones de autonomía, sus estrategias de reparación, e incluso por las condiciones que impone para mantener las garantías. Pero este caso en particular toca un nervio sensible: la confianza. Si el odómetro de un vehículo ya no es una herramienta objetiva, entonces ¿cómo saber cuándo termina la protección legal?
El sistema que antes se basaba en la rotación de las ruedas hoy depende de variables invisibles. Tesla, en su búsqueda por optimizar cada aspecto del auto, pudo haber cruzado una línea. En lugar de reinventar la rueda, la habría hecho desaparecer. Para los propietarios afectados, el camino a la reparación ya no es solo técnico, también es legal. Parece que la batalla por recuperar lo perdido no se librará en el taller, sino en la corte.
Cortesía de Xataka
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