Una antigua sonda soviética caerá sobre la Tierra en los próximos días

Más de medio siglo después de su lanzamiento, una reliquia de la carrera espacial entre Estados Unidos y la Unión Soviética está a punto de estrellarse contra la atmósfera terrestre. Algo que técnicamente se conoce como “reentrada descontrolada” de un chatarra espacial y que, según explican los expertos, podría convertirse en un fenómeno cada vez más habitual debido a la enorme proliferación de objetos que orbitan sobre nuestras cabezas. Se trata de la sonda Kosmos 482, un artefacto soviético de más de media tonelada que se lanzó a principios de los años 70 con el objetivo de alcanzar Venus y que, debido a un error técnico, ha permanecido décadas orbitando silenciosamente la Tierra. Según apuntan varios análisis, este vestigio espacial podría reentrar en la atmósfera terrestre en los próximos días. Aunque aún no está claro dónde, lo más probable es que termine en el océano o en alguna zona desértica.

La historia de esta misión arranca el 31 de marzo de 1972, cuando esta sonda despegó casi en secreto como parte del programa Venera, la ambiciosa apuesta soviética por explorar el planeta más inhóspito del sistema solar. La nave debía seguir los pasos de su gemela, Venera 8, lanzada apenas cinco días antes, que logró transmitir datos desde la superficie venusiana pese a las brutales condiciones del planeta. Pero su destino fue otro. Se reporta que un fallo en la etapa superior del cohete impidió que esta sonda saliera de la órbita terrestre. Desde entonces, la cápsula ha girado alrededor del planeta como un satélite fantasma. Incluso se le cambió el nombre para camuflar el fracaso de la misión.

Algunos modelos indican que la reentrada se producirá en torno al 10 de mayo

Según afirman los expertos, la mayoría de los restos de su vehículo portador se desintegraron en la década de 1980 pero la cápsula, construida como una especie de fortaleza esférica de titanio para resistir el paso por la abrasadora atmósfera de Venus, ha sobrevivido durante décadas aunque, poco a poco, ha ido descendiendo hasta acercarse al que ahora supone un umbral crítico en que la gravedad terrestre lo atraerá de vuelta a la Tierra. Los análisis realizados por el especialista en vigilancia espacial de la Universidad Técnica de Delft, Marco Langbroek, indican que la reentrada se producirá en torno al 10 de mayo, con un margen de error de día y medio.

Lo más probable es que esta chatarra espacial acabe estrellándose en el océano o en una zona no poblada

¿Qué puede pasar?

El escenario más probable, coinciden los expertos, es que la cápsula se comporte como un meteorito artificial. Es decir, que sobreviva en gran parte a la fricción atmosférica y golpee la superficie terrestre a unos 250 km/h. Hay quien estima que, debido a su elevada masa, el impacto de este objeto podría equivaler a la detonación de unos 250 gramos de dinamita. Se trata de una cifra significativa pero que, aún así, no entra dentro de lo catastrófico como, por ejemplo, sería el impacto de un gran meteorito como el que arrasó con los dinosaurios.

“Tienes más probabilidades de que te caiga un rayo a lo largo de tu vida que sufrir el impacto de un objeto espacial”

El riesgo de que impacte contra una ciudad poblada o que golpee a una persona, según Langbroek, es real pero extremadamente bajo. “Tienes más probabilidades de que te caiga un rayo a lo largo de tu vida que sufrir el impacto de un objeto espacial”, ironiza el experto, quien recuerda que la mayoría de los objetos espaciales que reentran de forma incontrolada acaban en los océanos o en zonas despobladas como los desiertos, siendo estas áreas que ocupan gran parte de la superficie de nuestro planeta. Aun así, los expertos afirman que conforme se acerque la fecha de impacto se podrá elaborar una estimación más detallada sobre los posibles lugares de impacto.

Cortesía de El Periodico



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