
El 1 de julio de 2018, tras 12 años de haber intentado, Andrés Manuel López Obrador obtuvo el triunfo en una elección presidencial, esto al obtener el 52.96% de los votos de aquella jornada, según cifras confirmadas por el Programa Electoral de Resultados Preliminares del Instituto Nacional Electoral (INE).
López Obrador venció a los candidatos del Partido Acción Nacional (PAN), Ricardo Anaya y del Partido Revolucionario Institucional (PRI),José Antonio Meade, con lo que la población mexicana manifestó de una manera masiva su preferencia por un candidato de oposición, cuya trayectoria política data de los años 70 en distintos estados del país.
En 1977 AMLO fue nombrado director del Instituto Indigenista de Tabasco y en 1984 asumió la Dirección de Promoción Social del Instituto Nacional del Consumidor, en el Distrito Federal. En 1988 se unió a la Corriente Democrática que encabezaron Cuauhtémoc Cárdenas (ex candidato a la presidencia de la república) y Porfirio Muñoz Ledo, misma que perdió y argumentó fraude.
En agosto de ese mismo año, encabezó la candidatura para gobernador del estado de Tabasco por el Frente Democrático Nacional, pero fue derrotado. Seis años más tarde, nuevamente levantó a sus seguidores en contra del triunfo del priista Roberto Madrazo por la gobernatura de aquella entidad y emprendió el primer “éxodo por la democracia”, una caminata desde Villahermosa hasta el Zócalo de la Ciudad de México.
López Obrador fue el principal crítico del rescate bancario, mejor conocido como FOBAPROA, y en el año 2000 obtuvo el triunfo en las elecciones para Jefe de Gobierno del Distrito Federal. Como mandatario capitalino, impulsó estrategias como los apoyos a personas que más lo necesitaban.
Entre 2004 y 2005 enfrentó un intento de desafuero mientras era jefe de Gobierno del entonces Distrito Federal, ya que la Procuraduría General de la República (PGR) lo acusó de desacato a una orden judicial.
Un candidato entre derrotas y reclamos de fraude
En 2006, López Obrador llegó a las urnas una vez más, pero fue vencido por Felipe Calderón. El proceso postelectoral no fue menor, ya que López Obrador se proclamó en las calles como presidente legítimo de México y sus huestes mantuvieron una protesta pacífica en el Paseo de la Reforma, lo que afectó la economía mexicana y marcó el inicio del mandato de Calderón con el reclamo de un fraude electoral.
Seis años más tarde, López Obrador estuvo nuevamente en la boleta presidencial, sin embargo, otra vez fue derrotado, en aquella ocasión por Enrique Peña Nieto, del PRI. Aunque no tomó el Paseo de la Reforma, tampoco reconoció la victoria del nuevo presidente y durante la toma de protesta de este último hubo quejas por parte de legisladores allegados a su movimiento, así como marchas afuera del Congreso de la Unión.
Durante los siguientes años, AMLO criticó constantemente el gobierno de Peña Nieto, resaltando algunas de las polémicas surgidas durante el gobierno del priista: el tema de la Casa Blanca y los 43 normalistas de Ayotzinapa, desaparecidos entre la noche del 26 y la madrugada del 27 de septiembre, en Iguala, Guerrero. López Obrador aprovechó esos temas, así como las reformas educativa, energética y electoral de Peña Nieto y la alianza entre el PRI y PAN en el Congreso de la Unión para promover su movimiento y afianzarse con el descontento de la población mexicana.
El anhelado triunfo con más de 30 millones de votos
En 2018, más de 30 millones de mexicanos le otorgaron su confianza y respaldo, configurándose de esta manera y por primera vez en México la llegada al poder de un gobierno emanado de un partido de izquierda y de reciente creación, fundado en julio de 2014: Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), comenzando su mandato en diciembre de 2018 con el apoyo de la mayoría en las cámaras de diputados y senadores.
Entre sus primeras acciones, recortó el financiamiento de organismos de la sociedad civil como parte de su programa de austeridad, pero también estableció que ningún servidor público debería ganar más que el presidente de la república y las acciones para frenar el “huachicoleo” en México. Esto último generó problemas de desabasto de gasolina en todo el país, pues se cerró la válvula de abasto en los ductos de Pemex con el fin de detectar a los criminales que robaban combustible.
Mientras tanto, comenzaba a impulsar los apoyos mediante pensiones para adultos mayores y personas con discapacidad, así como becas para estudiantes.
Entre sus decisiones más polémicas, estuvo la cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM), hecho que generó problemas de confianza por parte de inversionistas. En lugar de ello, López Obrador impulsó la construcción de su sustituto, el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), así como otros dos de sus proyectos emblema: el Tren Maya en el sureste del país y la refinería Dos Bocas en su estado natal, Tabasco, destinando miles de millones de pesos.
Canceló contratos con farmacéuticas y esto agravó el problema del desabasto de medicinas, particularmente contra el cáncer, aunque también para pacientes renales. Al tema de salud se sumó la eliminación del Seguro Popular y la creación del Insabi, decisión que causó controversia. En 2020 llegó la pandemia de COVID-19 y la emergencia sanitaria no solo dejó miles de muertes en todo el país, sino una afectación económica, ya que el PIB se contrajo más de 8%, la mayor cifra desde la Gran Depresión en los años 30.
Impulsó nuevas reformas, como la energética; sin embargo, sus constantes enfrentamientos con el Poder Judicial y el INE provocaron que anunciara reformas como la judicial, previa a las elecciones de 2024. Tras el triunfo de Morena, se afianzó la aprobación de esta iniciativa, además de la desaparición de organismos autónomos y la consolidación de las Fuerzas Armadas en el país, a quienes se les otorgaron cargos importantes en las aduanas o en la construcción de distintos proyectos.
CT
Cortesía de El Informador
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