Una flotilla nutrida navega en camino a Gaza  

  La flotilla humanitaria navega los últimos dos mil kilómetros que la separan de Gaza. Al mismo tiempo que Israel intensifica en la Franja la invasión por tierra, causante del desplazamiento forzado de cientos de miles de palestinos, unos cincuenta barcos de distinto porte recorren el Mediterráneo con un claro objetivo: lograr que se abra un corredor que permita la llegada de alimentos, agua, leche en polvo y medicamentos para romper el bloqueo del régimen de Benjamín Netanyahu que desató una hambruna generalizada.

Desde el puerto siciliano de Portopalo di Capo Passero, partió el grueso de la Global Sumud – como se denomina la flotilla – que podría aumentar el número de embarcaciones en el trayecto de unas 1.087 millas naúticas. A las primeras que habían salido de Barcelona el 31 de agosto se les fueron sumando más naves en Túnez e Italia. Se espera que ocurra lo mismo con otras de Grecia, Libia y Egipto, los últimos países camino a Gaza. También creció la cantidad de tripulantes, entre quienes viajan eurodiputados, legisladores de distintos países, incluso los diputados argentinos Celeste Fierro y Juan Carlos Giordano del Frente de Izquierda.

Algunos navíos que sufrieron problemas de mantenimiento, dificultades en el mar y los ataques con drones que provocaron incendios en el Familia y el Alma en Túnez, demoraron a la flotilla pero no la detuvieron en su propósito. “Hemos zarpado, esta vez no nos detendremos”, informó la vocera italiana de Global Sumud, Maria Elena Delia. 

“Iniciativa yihadista”

La misión humanitaria que fue definida por el ministerio de Relaciones Exteriores de Israel como “una iniciativa yihadista al servicio de la agenda del grupo terrorista Hamás”, sigue rumbo a Gaza. Pero ahora con el apoyo diplomático de dieciséis países que firmaron una declaración conjunta pidiendo protección para la flotilla y el respeto al derecho internacional.

El texto fue acompañado por los gobiernos de Bangladesh, Indonesia, Irlanda, Libia, Malasia, Maldivas, México, Pakistán, Qatar, Omán, Eslovenia, Sudáfrica, España y Turquía, además de Brasil y Colombia por Sudamérica. Desde la Global Sumud se pide a ciudadanos de más países que reclamen a sus autoridades por el respaldo a la flotilla si no suscribieron el documento.

El argentino Jorge González conducía el barco Isobella que por desperfectos técnicos no pudo continuar hacia Gaza desde Túnez. Durante la parte del viaje que consiguió realizar, compartió un video con otro capitán, el catalán Jordi Coronas, concejal del ayuntamiento de Barcelona por Izquierda Republicana de Cataluña (ERC), un partido independentista. En la imagen se ve al comandante del Adara, una goleta de las más grandes en la flotilla, que explica: “es un orgullo y un privilegio navegar con gente joven, más joven que yo y que me está demostrando que es posible hoy, en este mundo loco a la deriva, contar con personas comprometidas, que tienen valores y que son capaces de transimitirlos con coraje y valentía como las que están demostrando”.

A bordo de los distintos barcos viajan políticos, artistas y referentes de la lucha por Palestina como la activista Greta Thunberg, la exalcaldesa de Barcelona, Ada Colau o el brasileño Thiago Ávila, uno de los organizadores de la misión humanitaria. La joven sueca dijo sobre el objetivo que persiguen desde que zarpó la flotilla: “Nuestra misión es pacífica y completamente legal. La atención global se debe mantener en Palestina. No importa a qué amenazas tengamos que enfrentarnos: no se puede comparar con la que soporta un palestino”.

Esta vez se consiguió juntar una cantidad de embarcaciones que superó las expectativas, y como parte de la flotilla va el Shireen Abu Akleh, que es un buque de apoyo legal, según informó la página oficial de Global Sumud. El nombre de esa nave homenajea a la periodista palestino-estadounidense quien fue asesinada por el ejército de Israel durante una cobertura en el campamento de refugiados de Yenín, el 11 de mayo de 2022. Tenía 51 años cuando la mataron y estaba trabajando para la cadena Al Jazeera, donde se desempeñó casi la mitad de su vida. Durante su carrera fue una de las cronistas más importantes del mundo árabe.

Según Reporteros sin Fronteras (RSF), más de 210 periodistas han sido asesinados hasta principios de este mes por el ejército israelí en la Franja de Gaza en casi 23 meses de operaciones militares del régimen de Netanyahu. “Entre ellos, al menos 56 han sido blanco deliberado del ejército israelí por ser periodistas o han fallecido en el ejercicio de su trabajo”, informó RSF. Por estos hechos, la organización lleva presentadas cuatro denuncias ante la Corte Penal Internacional (CPI) por crímenes de guerra que cometió el ejército israelí contra periodistas en Gaza durante los últimos 22 meses.

Algunos de los periodistas embarcados en la flotilla recordaron con emoción a Shireen Abu Akleh: “Navegamos llevando su nombre como testigo, junto a todos aquellos que continúan informando bajo fuego enemigo. Esta misión no se trata de política. Se trata de la dignidad humana, la libertad y el derecho de los palestinos a vivir”, declararon.

A medida que se acerque a Gaza, la flotilla encontrará cada vez más dificultades y eso lo sabe muy bien un experimentado capitán como el español Coronas: “Hasta aquí hemos tenido más facilidades porque había puertos seguros para poder entrar y salir y por lo tanto hacer las reparaciones. A partir de hoy nos esperan dos semanas de navegación sin escalas, por cual hay que tener todo lo necesario a bordo, por las incertezas de ahora mismo y lo que va a pasar tomando en cuenta los antecedentes que hemos sufrido”. 

A la invasión por tierra que generó un desplazamiento forzado desde la capital de Gaza hacia el sur, se sumaron dos situaciones más la última semana que describen hasta dónde llega la complicidad de Estados Unidos con el régimen sionista.

La primera fue que el gobierno de Trump vetó en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas una resolución conjunta de todos los demás países que lo integran. El texto reclamaba un alto el fuego en Gaza.

El documento lo presentaron Argelia, Dinamarca, Eslovenia, Grecia, Guyana, Pakistán, Panamá, República de Corea, Sierra Leona y Somalia que no son miembros permanentes y tuvo además el apoyo de todos los integrantes permanentes: Rusia, China, Francia y Reino Unido, con la excepción de EE.UU.

La segunda situación fue el discurso que dio en la Jerusalén ocupada el embajador de Estados Unidos en Israel, Mike Huckabee. En una intervención cargada de simbolismos religiosos, declaró: “Hace 4000 años, en Jerusalén, dios escogió a los judíos como el pueblo elegido, con el propósito de llenar de luz el mundo. Los que no somos judíos les damos las gracias a los judíos por darnos una base de decencia, moralidad y civilización a todos”.

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Cortesía de Página 12



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